Daniel Galantz es un fantástico humorista gráfico que los que siguen este blog ya conocerán. Para los que no lo conozcan recomiendo que visitéis su blog GALANTZ.

Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.

¡Gracias Daniel!

lunes, 12 de julio de 2010

Cenas recalentadas.

Cenas recalentadas.

La cena se enfriaba en la mesa. Mi madre no escarmentaba y aunque le reiteraba todas las noches que llegaría tarde, ella se empeñaba en esperarme en el sofá, con sueño de papel celofán. Era meter la llave y oír su “cariño, caliéntala en el microondas”. Había días que, con exceso de alcohol, me acostaba sin probar nada, y hasta llegó el momento en que no le hacía ningún caso. Por eso no me extrañó el silencio de aquella noche.

__________________________________

Aperitivo pasional.

La cena se enfriaba en la mesa mientras nuestros gemidos de placer ponían caliente a todo el vecindario.

____________________________________

Enfados.

La cena se enfriaba en la mesa y los gritos quemaban nuestras gargantas.



Torcuato González Toval

7 comentarios:

Anita Dinamita dijo...

Muy buenos los tres... siempre me gustan los hiperbreves porque llenar tanto con tan pocas palabras parece imposible, y fascinante a la vez.
Saludos Torcuato!

Unknown dijo...

Excelente triple versión de lo dramáticos que somos en relación a nuestras cenas.

Unknown dijo...

Estaba tan nerviósa, que la cena me comió a mi y después me vomitó.

Eres genial meniño.

Unknown dijo...

Éste último comentario de Carmela es en sí un micro.
Quizás está inaugurando el micro comentario.

Unknown dijo...

Carlos jajajaaja
Si sois unos mestres geniales.

Maite dijo...

Muy buenos Torcuato. Me han encantado. ¿Los presentas a algún concurso? si es así, mucha suerte. Un abrazo.

Torcuato dijo...

Gracias por vuestras palabras.
Maite, los presenté al concurso de la SER pero, normal, sin éxito.
Un beso a todos/as

Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)


1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.

2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.

3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.

4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.

5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.

6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.

7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.

8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.

9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.

10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.


Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.