Daniel Galantz es un fantástico humorista gráfico que los que siguen este blog ya conocerán. Para los que no lo conozcan recomiendo que visitéis su blog GALANTZ.

Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.

¡Gracias Daniel!

lunes, 31 de octubre de 2011

Renovarse es vivir


Decidido. Era hora de comprar una nueva mortaja. Siempre le gustaba lucir al último grito de la moda.

Cuestión de perspectiva

- Papa, ¿el abuelo se ha ido al cielo?
- No hijo, más allá. El abuelo ha vuelto a la Tierra
 Mientras contesta,  le muestra en el telescopio un lejano punto azul.

Puck

domingo, 30 de octubre de 2011

Sin título

Ambos entraron en el aseo. Ven que te baje la bragueta, a ver, déjame que te la sujete. Sí. Venga, rápido, que no tenemos toda la tarde. ¿Has terminado? ¿Sí? ¿No tienes más ganas? Vale. Venga. Cuidado, no te hagas daño. Te ayudo a subirte la bragueta. Así. Muy bien. A ver cuándo aprendes a hacer pipí tú solito, hijo mío.

viernes, 28 de octubre de 2011

Ver dentro

—Manuel, lo que te voy a proponer es sencillo.
—¿Qué quieres que haga, qué se te ha ocurrido esta vez?
—Para ti, fácil, muy fácil, solo quiero que te asomes a la ventana y me describas todo lo que veas.
—¡Nada más! Realmente eres el único profesional de este sitio que consigue sorprenderme. Me voy a apoyar en la ventana. Empieza a escribir querido “Freud”: hay un soberbio jardín, se nota que es primavera, el césped tiene un hermoso color no hay ni una hierba más alta que otra y las rosas que bordean el muro están en todo su esplendor. En el extremo las de color más fuerte, rojo intenso, aún se perciben las gotas de rocío sobre algunas, y las más cercanas a nosotros, blancas, desde aquí parecen níveas sin ninguna mota que rompa su belleza, el sauce... ¿sabes? me provoca tristeza, parece que está llorando y este que albergáis aquí es el más llorón de todos. Sus ramas parecen manos que cubren sus ojos arbóreos e intentan detener el torrente de lágrimas que son sus hojas. Lleva tanto tiempo llorando que estas se arrastran por el suelo, no es el mejor árbol para este lugar, aunque debo reconocer que el cenador que habéis colocado bajo su hueco transmite tranquilidad.  En realidad todo el jardín respira serenidad visto desde aquí, en fin querido doctor, tienes una hermosa vista desde tu despacho ¿quieres que siga?
—No, Manuel, no hace falta, muchas gracias, ha sido verdaderamente relajante oír tu descripción.
—Bien, no sé si has notado unos extraños ruidos, es mi estomago, protesta, eso quiere decir que ya es la hora de la comida. ¿Nos veremos mañana?
—De acuerdo, a la misma hora.
—Hasta mañana, Luis, que pases un buen día.
—Hasta mañana, Manuel, lo mismo te deseo.

Luis observa como su paciente despacio se acerca a la puerta y con cuidado coge el bastón que hay en la silla, lo despliega y sale cerrando suavemente.

jueves, 27 de octubre de 2011

EL QUE MANDA

Las tardes de verano transcurrían tan despacio que lanzar piedras al borde del acantilado se había convertido en uno de nuestros pasatiempos favoritos, para mí porque era el mayor y las mías siempre llegaban más lejos, para él por estar conmigo. La brisa marina dio paso al viento que precede a la tormenta y enseguida la lluvia vino a acompañarnos, él resbaló, y durante unos instantes su cuerpo quedó oscilando colgado de mi mano. Me habían servido en bandeja la oportunidad soñada, pero no era capaz de soltar su pequeña mano. Tiré con todas mis fuerzas, pero el barro hacía deslizar mi cuerpo hacia el borde de las piedras. Él desfallecía, presa del pánico lloraba pidiendo que no le soltase, y aunque a mi mente no le parecía tan mala idea, se impuso el criterio de mi corazón, que testarudo insistía en que yo podía conseguirlo.
—Yo quiero ser como tú, me dijo cuando por fin pude izarle.
—Cuando nazca el hermanito que esperamos, tendrás tiempo de aprender, contesté mientras me temblaban los brazos y mi mente pedía explicaciones al corazón que contento latía en el pecho haciéndose el sordo.

http://unlibroesunjardndebolsillo.blogspot.com

miércoles, 26 de octubre de 2011

La estudiante de arquitectura

Mientras acaricia mi cuerpo repasa la lección entre susurros. Capiteles, frisos y cornisas parecen términos que domina con soltura. Mas sorprendida queda en cuanto descubre la incipiente columna jónica que escondo entre mis piernas.

GRANDES INVENTORES Y SUS TRIBULACIONES.

---Me temo Milord que le traigo noticias de Londres que quizás no sean de su agrado.---

---Vaya al punto Señor Conde, ¿Qué ocurrió?---

---¿ Recuerda la comida campestre en que preparó usted mismo ése plato de su creación para su majestad y el séquito de cortesanos que lo acompañaba?--

---Ciertamente,los panes rebanados con jamón y quesos dentro.---

----Pues son la moda en todo festejo de la nobleza entera, y los han nombrado como a su ilustre apellido, Sandwich.---

---Mis ancestros han de sentirse burlados por tan aciaga ocurrencia. Ellos hubiésen esperado de mí que lograse nombrar una ciudad con el nombre que nos ha tenido siempre orgullosos.---

Lord Sandwich se retiró a sus aposentos rumiando ésta desgracia hundido en vergonzante amargura con que el destino le había marcado.
Al paso de seis meses recibió a su amigo el Conde nuevamente, quien con intenso palor en el rostro le dijo:

---Milord...detesto venir con el amigo para traerle malas nuevas, pero...
¿Sabe como le dicen hoy día en Londres a lo que en París llaman menage a trois?---

martes, 25 de octubre de 2011

Unidos

¡Pensar que él la miraba desde adentro, sin que ella lo advirtiera! Estaban unidos por los avatares de la vida y apenas sabían de la existencia uno del otro. Juana, trabajaba de doméstica y no podía perder tiempo en sentimentalismos. Así, la habían criado. Todo el día con la carga a cuestas enfrentando los designios de quién sabe qué destino. Él, pegado a ella, sin entender nada, no la perdía de vista ni a sol ni a sombra. Pero, esa noche de verano, todo cambió, después de un tumultuoso encuentro y ya decidido a mirarla en el afuera, dispuesto a acompañarla para siempre, se sintió libre cuando el médico cortó su cordón umbilical.

domingo, 23 de octubre de 2011

RITUAL

En el dintel de la puerta de la cocina, mi padre midió durante años mi crecimiento, haciendo muescas en la madera con la punta de su navaja. La última señal, suavizada por muchas manos de pintura, marca un metro y cincuenta y seis centímetros y coincide, más o menos, con mis trece años y las palabras de mi madre mientras me entregaba mi primer paño higiénico: “Hija, ya eres mujer”.

AMOR IMPOSIBLE

Busqué su rastro en los callejones más estrechos  pero no la encontré. Le gustaban los espacios pequeños donde escaseaba el aire y  los abrazos apretados que la mantenían firmemente sujeta a la tierra.

Siempre llevaba pesadas piedras en los bolsillos para no echar a volar pero aun así estuve toda la tarde mirando al cielo a ver si la veía pasar.

La noche vino acompañada de una tormenta seca que cubrió el cielo de fuegos naturales. A los pocos minutos, ella cayó a mis pies con el cuerpo ennegrecido y el pelo chamuscado, me sonrió un instante mientras sus alas se consumían por el humo de las ascuas y después cerró los ojos para siempre.

La partió un rayo por amar a un humano y yo sufro mi pena  por amar a un hada.     

sábado, 22 de octubre de 2011

Raquel.














     Todas las noches, desde aquella en que durmieron juntos por primera vez, Raquel inventaba un cuento para Ramón. Si por cualquier motivo no se sentía inspirada, le leía a cambio cuatro páginas de un libro, siempre cuatro, y terminaba leyendo la primera frase de la página siguiente para después susurrarle al oído “Pero esa, mi Sultán… esa ya es otra historia”.

     Mil y una noches después de aquella primera, a Ramón lo borraron de la faz de todas las Tierras. “Si alguna vez me agarran y no me volvés a ver, no me olvidés nunca, Shede, nunca. Pero no te mueras conmigo… tendrás que vivir por los dos. Así les derrotaremos.” –Le había dicho Ramón cientos de veces en aquellos años crueles de la dictadura.

     Cuando fue capaz de asumir su ausencia y pudo vivir otra vez con ese hueco en el alma, Raquel hizo dos cosas: Cambió su nombre por el de “Shede” y juró no volver a contar un cuento hasta haber terminado de leerle a Ramón el libro que dejaran inconcluso.

     Tres veces al año, desempolvaba su ejemplar de Rayuela y salía a comprar una rosa. Cada 9 de febrero, cumpleaños de Ramón, se sentaba a la orilla del río Ajó, leía cuatro páginas del libro y después de arrancarlas, las echaba a la corriente junto a la flor. Luego leía la primera frase de la siguiente página y le decía al viento: “Pero esa, mi querido Sultán… esa ya es otra historia”. Los días 2 de agosto, la fecha que lo desaparecieron a Ramón, repetía el ritual junto al mar y enterraba las cuatro hojas y la flor en la playa de Santa Teresita o en la de Mar del Tuyu. El día de muertos le leía en los bosques de Costa del Este, colgaba las páginas de la rama de un árbol y posaba en su base la rosa. Luego volvía a casa con un nudo en el pecho y piedritas en los anhelos.

     Ocho años tardó en cumplir su promesa. Ocho años de una vida a medias. Aquella tarde, por fin, lloró las lágrimas acumuladas durante una eternidad de soledades valientes, ausencias derrotadas y rabias contenidas, que casi terminan por envenenarle el alma. Sentada en el bosque, llorando a lágrima muerta, dejó que todo lo gastado fluyera fuera de ella. Después, exhausta, vacía… se sintió limpia, viva otra vez. Dispuesta para una vida nueva, cierta, clara y feliz,… Una vida plena… vivida para los dos.

     A día de hoy sigue contando cuentos. 


A todos los que lucharon contra la barbarie y no tuvieron, siquiera, una tumba en la que removerse. A ellos y ellas. A los de allá y a los de acá.


¡PIIIIII!

Camina entre  la gente pasando su maquinita por las frentes de los que se encuentra.
-Piiiiiiii- Suena el dichoso aparato.
Sopla como si una suave brisa acariciase la mejilla del pobre desprevenido.
-Pum- Suena un ruido sordo, y el muerto de turno cae al suelo desangrándose por el tremendo golpe que le ha dado, en la cabeza al caer,  una maceta desde el tercer piso.
La muerte entrega el albarán al muerto reciente y sigue su camino escaneando frentes.
Rosa M.

viernes, 21 de octubre de 2011

Un buen vecino

Mi vecina del primero se pasa el día llorando, es fácil oír sus llantos por todo el edificio. La chica del segundo, a sus veinte años, está embarazada y se siente sola. María la del tercero, hace tiempo que no sale a la calle y en su casa se escucha perfectamente el silencio. Gloria, la que era mi amiga y vecina de rellano, me huye y he oído que ha intentado suicidarse un par de veces. Teresa, que enviudó hace dos años, está más triste ahora que cuando murió su marido. Lola, que era una gran doctora, ha caído en la depresión y se receta calmantes que la tienen fuera de sí. Rosa, mi vecina de arriba, no soporta a sus hijos, que antes eran su sentido de la vida, y piensa donárselos a su exmarido. Clara, la vecina del sexto, hace dos días que se le ha visto en actitudes cariñosas con una amiga, precisamente ella, que es tan guapa y que tantos hombres han pasado por su cama. Paco, el vecino del séptimo, se pasa el día sentado junto a la ventana, sujetando con la mano una corbata de hombre que me resulta familiar. La Señora Carmen, la vecina del octavo, ha dejado de arreglarse y le visitan jóvenes de mala reputación que le suministran su dosis diaria de cocaína para aislarse del mundo. Y yo, lloré cuando se fue, lo reconozco, y ahora me siento desgraciada, engañada y humillada, pero en mí todo esto se comprende, porque era mi marido.

jueves, 20 de octubre de 2011

FELICITACIONES.

Felicito a todos los que no hagan presencia en mi funeral, pues no irán a donde no quise ir.

martes, 18 de octubre de 2011

Diablos

En cuanto vinieron a buscarme, supe que todo iba a acabar muy mal.
Ahora, algunas horas después, tengo un par de costillas rotas, apenas puedo abrir los ojos, he perdido algunos dientes y la sangra gotea de mi nariz.
He sido bueno. He acompañado cada uno de sus golpes con todos los gemidos de los que he sido capaz y me he negado a confesar lo que querían. Les he dado espectáculo, les he dado argumentos. Están contentos y me escupen a la cara que aún no han acabado conmigo, que sólo van a hacer un receso.
Antes de que lleguen a salir de la oscura y húmeda habitación, llamo su atención y sólo, cuando estoy seguro de que me miran, distorsiono mis huesos y me libero con facilidad de las cadenas, empiezo a sonreír, salto a su lado en un segundo y dejo que sientan en sus narices mi inconfundible perfume de azufre.
Me encanta su gesto de sorpresa cuando descubren quien soy y el olor que tiene su miedo cuando mi sonrisa les susurra: “Mi turno”.

lunes, 17 de octubre de 2011

Libre albedrío

Como víctima de los dioses y sus juegos, pido, es más, exijo que se haga justicia conmigo. Dicen de ti que eres el único, el infalible, el que todo lo ve, el justo y el piadoso. Tú que has visto cómo te han creado, destruido, blasfemado, matado. A ti clamo, desde el desconcierto, pidiendo libre albedrío. Porque...¿puede saberse qué hago yo sentado a la mesa la camilla de la del octavo tragándome un culebrón, si me acabo de tirar por la ventana del séptimo?

bicefalepena

viernes, 14 de octubre de 2011

Colores

Cuando se conocieron por teléfono, ella era Azul Marino y él Rojo Bermellón. Algo en sus voces los atrajo con la fuerza del imán, así que se las arreglaron para encontrarse. A ella le pareció que para una primera cita el Azul Marino era muy formal, por lo que decidió maquillar su esencia de Turquesa Veneciana. Él también sintió que su color no era el adecuado, que era demasiado llamativo, venía de una familia típicamente Bermellón, lo mejor sería atenuar un poco sus raíces para una primera salida, su opción fue el Rojo Victoriano. Cuando se encontraron, no se reconocieron, pero les pareció que valía la pena probar una vez más. Ella estuvo toda la semana dándose prolongados baños de amarillo hasta que logró un Verde Tritón; la elección de él fue menos acertada, a las apuradas se disfrazó de Naranja Fiesta. Hablaron bastante aquella segunda noche, pero no terminaron de entenderse. Habría una tercera oportunidad, lo mejor para ambos sería cambiar por completo. Ella probó con Caqui Dorado y él con un suntuoso Violeta Palacio. Fue otro fracaso, tenían la sensación de que no eran los mismos, de que, tal vez, se hubieran equivocado y que aquella primera impresión hubiese sido errada. El sábado irían al teatro, sabían que era la última oportunidad, la jugada de ambos debía ser genial. Sin dudarlo, ella aderezó su espíritu de Rojo Bermellón y él de Azul Marino. Al verse así en espejo, no pudieron pronunciar una palabra, tan sólo se rieron y se abrazaron, enterados de que el Destino es una trampa asíntota.

Después de un tiempo -y olvidados ya de sus diferencias-, se fueron a vivir juntos. Ahora tienen un hijo, es de un tono indefinido, muy parecido al que se consigue cuando se mezclan pinturas de diferentes colores.

jueves, 13 de octubre de 2011

Amor desenamorado




La ceguera del enamoramiento, al desvanecerse, le dejó ante la verdad, desnuda de toda imagen ideal de esa mujer real que, ahora sí, amaba.




  
  

miércoles, 12 de octubre de 2011

MODALES

Harta, después de un día nefasto, oigo al viejillo que pasa cada tarde frente a mi puerta escupiendo a toda potencia  flemas largamente gargajeadas. Casi a propósito desafía los límites de mi civilidad con su hábito asqueroso. Lo repudio sano y lo repudiaría deshauciado de enfisema. Quiero, anhelo... fantaseo en salir violentamente a fulminarlo con una mirada condenadora ¡Basta puerco! De pronto lo escucho atragantarse justo frente a mi puerta. Tose, exhala un carraspeo atascado en el cogote, sorbe con la nariz y lanza. Me recorre un escalofrío convulso. ¡Tendré una cubeta con agua, jabón y cloro para devolver el próximo escupitajo! Esa idea me basta para sonreír y relajarme. No puedo olvidar mis modales.

foto de Polycarpio

martes, 11 de octubre de 2011

Impostor

A punto de recibir el beso que lo devolviera a su estado anterior, el sapo negó a la bruja ser un príncipe encantado.

domingo, 9 de octubre de 2011

Mercadeo


Fotografia tomada de Wikimedia Commons

Vacía la furgoneta, dispone el género en los expositores y, antes de que comience a llegar la clientela, escribe con su caligrafía cuidadosa. Haikus, greguerías y microrrelatos abarrotan los pliegos de papel de estraza. Él es escritor, y vive de su arte. Si tiene el capricho de hacer cucuruchos con su obra para envolver los tomates, peras y coliflores con que obsequia a los lectores, eso es algo que sólo a él le importa.

Pativanesca

sábado, 8 de octubre de 2011

Desahucio

Como absorbido por un intenso remolino, el hombre gira y gira en espiral por el pequeño salón chocándose primero con las paredes, luego con las esquinas de los muebles, con los cactus decorativos de interior, con los brazos del sofá, con la mesita baja de cristal que se le hinca en las rodillas y con el gato que retoza en la alfombra, hasta que desaparece tragado por el turbio agujero formado en el suelo, en el centro de la estancia. Al parecer hace tiempo que no está al corriente en los pagos y el Infrabanco ha procedido a su desalojo.  


Microrrelatos Ilustrados

miércoles, 5 de octubre de 2011

SU NOMBRE

¿Cómo se llamaba? Mientras hacía esta pregunta a la nada, mi madre alzó la mirada hacia el aséptico techo de la habitación en busca de la respuesta. Permaneció absorta mirando el cielo raso unos intensos minutos. Luego dirigió su incrédula mirada hacia mí, sentada a su lado en silencio. Desvié la vista de su rostro indiferente para ocultar las lágrimas, aunque ella ya no recordara qué son ni qué significan. Mis manos sujetaban las suyas, inertes y olvidadas en su regazo. ¿Cómo se llamaba? Insistió. Pero yo no supe cómo decirle que se llamaba mamá.

martes, 4 de octubre de 2011

CARPINTERO.

----A mí lo que me molesta de usted es que como carpintero lo veo dilucidando asuntos en los que se cuestiona si es que los caracoles de jardín tienen pensamientos o nó, pero le saca la vuelta a darme una fecha en que termina de reparar la puerta.---

---Y en cambio yo me siento intimidado por el hecho de que usted siendo un filósofo quiera encajonar mi pensamiento únicamente a tratar con asuntos de mi oficio.---

lunes, 3 de octubre de 2011

Costumbre

Luz nunca perdió la costumbre de hablar con su marido antes de acostarse. Por eso, cada noche a las diez, bajaba las escaleras hasta la cocina, cogía un vaso del armario, abría el congelador; y mientras sacaba el brik de la nevera, se servía leche, y se bebía con lentitud todo el vaso, le contaba lo ocurrido durante el día a José; le decía buenas noches, le soplaba un visible beso estampado sin ruido en su mano izquierda y, cerraba -con parsimonia- la pequeña puerta del congelador.

www.relatosenlinea.wordpress.com

GUERRA.

Bobby siempre soñó con ir a una guerra de verdad, Donde realmente tuviése la oportunidad de convertirse en héroe. Y digo realmente porque en el paintball ya lo era. Su velocidad y puntería combinadas llenaban de medallas a su equipo en el centro de combate con bolas de pintura.
Como que le había pescado el modo al jueguito de tal forma que se movía como relámpago e intimidaba al adversario a manera que ya casi los tenía vencidos desde el comienzo.
Ahora pasados unos pocos años, formaba parte del ejército en un asalto con descenso en un campo abierto de donde la misión era expulsar al enemigo, para instalar ahí un centro de mando.
Estrenaba un nuevo tipo de rifle rociador, provisto de munición segadora, de la que se utiliza para talar zonas boscosas y poner al contrario al descubierto para eliminarlo, en términos modernos hacer una limpieza.
Al saltar del helicóptero identificó a la columna enemiga y avanzó con su moderna arma escupiendo balas con devastadora efectividad, pues provocó una escena surrealista de brazos ,piernas, cabezas y demás pedacería de cuerpo que volaba entre una estela de sangre que teñía como un aura roja ésta absoluta carnicería.
Bobby sintió multiplicado ése mismo éxtasis que se apoderaba de él en los juegos de guerra, con el incentivo aumentado de los gritos de ánimo de los compañeros que le seguían arrebatados en el trance de muerte.
Jamás se había divertido tanto en algún ataque anterior, y ahora el enemigo huía en retirada facilitando aún más las escenas de dantescos desmembramientos que siguieron. Cuando reportaban la misión cumplida por el radio entre gritos eufóricos, una solitaria bala de algún lejano e invisible francotirador le dió en el estómago. Lo último que dijo aún riéndose y vomitando sangre fué ---De cualquier forma, les ganamos.--

domingo, 2 de octubre de 2011

Tan cerca

- ¡Aquí estás!
Al principio era una broma. Una apuesta entre amigos que sale bien y convierte todo en maravilla.
- ¡Te pillé!
Líder en ventas, líder en paso de páginas sobre sillas de madera. Habitante de papel en todo tipo de salas de espera. Sin letras y producto de un libro.
- ¡Lo sabía, tenías que esconderte ahí detrás!
Después el mundo por montera. El primer mochilero en la metáfora del planeta saturado de humanos.
- ¡Por fin!
Pero las cosas cambian.
- ¡Ya te tengo!
El tiempo, las ganas de desaparecer, la necesidad de estar sólo. Cambiar de aires y cambiar de ropa.
- ¡Por tu culpa me di cuenta de que necesitaba gafas!
Esclavo de un tipo de ropa y un tipo de vida. Sin paredes en casa, toda una vida a disposición de otro, siempre bajo la yema de un dedo.
- ¡Anda que no me has hecho sufrir!
Asqueado por el olor de los cuartos de baño y el estreñimiento mental. Cansado de los tiempos muertos. Aburrido de no tener ni un segundo para revisar la mochila y cambiar su contenido.
- ¿Y este es Wally? Qué curioso, nunca me lo habría imaginado tan cerca de un precipicio.


sábado, 1 de octubre de 2011

Un mal presagio.

No sé cómo diantre he venido a parar a este lugar, que se me antoja desconocido… Tan blanco y con esa luz tan intensa y cegadora…
¡Joder!, si hace apenas unas horas estaba intentando hacer unos largos en la piscina… En los últimos meses he cogido bastante peso, y necesito hacer ejercicio para no sentirme tan incómoda...

Un mal presagio se apoderó, entonces, de mis pensamientos y un extraño sopor tomó posesión de mi cuerpo.  Ya me viene sucediendo con demasiada frecuencia en los últimos tiempos, aunque esta vez estaba siendo diferente…
No soy consciente del tiempo que he estado durmiendo, aunque sí podría afirmar que me han puesto algo en la cena… ¿me han drogado?... Pero, ¿con qué intención?... ¿Quién soy yo, para tomarse tantas molestias?...



Ahora, debo estar a miles de kilómetros de distancia… ¿habré sido abducida?. Me siento rara. Y ese color tan blanco me deslumbra o, quizás, sea el foco que está apuntando directamente a mi cara. Estoy inmovilizada y siento náuseas. ¡Qué olor tan fuerte!... Huele a sangre. ¿Qué están haciendo conmigo?... ¡S-o-c-o-r-r-o!... No puedo gritar. Tengo el cuerpo empapado y me siento desnuda…

Oigo palabras que no alcanzo a entender. Debo escapar de aquí… Pero ¿cómo?...  ¡me han atado los brazos!, aunque no veo cuerdas...¡Eureka! Creo ver la salida!... Tal vez, haciendo un último esfuerzo, consiga escabullirme sin que reparen en mí…

¡Díos, mío! todo se acabó. Me acaban de atrapar… 
¡Qué situación tan embarazosa!. No conozco a estos seres que me miran y sonríen. No entiendo por qué me pasan de unas manos a otras…  
Lo que sí sé es que “¡YA!”, todo está perdido… ¡Adios "mundo cruel"!.. Lloro...

-          “Es una niña… (risas y miradas cómplices)… Una niña y es perfecta. Dos kilos novecientos… cuarenta y siete centímetros… ¡Felicidades, mamá!”.



Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)


1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.

2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.

3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.

4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.

5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.

6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.

7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.

8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.

9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.

10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.


Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.