Daniel Galantz es un fantástico humorista gráfico que los que siguen este blog ya conocerán. Para los que no lo conozcan recomiendo que visitéis su blog GALANTZ.

Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.

¡Gracias Daniel!

jueves, 15 de enero de 2015

UN SIMIO PENSANTE EN LA ANTINATURALEZA.

Ignoramos hoy por hoy si entre millones de monos que han tenido que huir de selvas alguno ha tenido cierta mutación en la mente que le otorgue la capacidad pensante del humano.
Pero el hombre que limpia ventanas en el piso 83 del edificio tiene la certeza de que hay un ejemplar así en el vecindario. Lo ha visto saliendo de varios apartamentos con comida robada. Incluso alguna vez le ha compartido a ingerir un pollo con champagne. El simio es hábil y elige diferentes apartamentos para que no resulte en exceso notoria la desaparición de la comida. Al hombre le simpatiza la amistad del animalito y no lo denuncia aún en riesgo de lo culpen a él. Si lo despidieran tendrían sus empleadores que conseguir un latino valiente como él y la mayoría de éstos ya tienen empleo.
Transcurren días de Brooklyn. Días que son más largos que en el resto del planeta. El hombre advierte que su amigo el simio está triste. Lo lleva al zoológico y lo cuela para llevarlo a la jaula donde viven sus iguales pues supone que el compañero padece soledad. Pero el primate reacciona con deseperación al ver presos a su especie. Implementan la fuga. Regresan a la selva. Casi todos viven felices pero algunos changos extrañan Brooklyn.

viernes, 9 de enero de 2015

FÓRMULA SEXO MUSICAL.

El profesor y científico Kajastiano Ladura desarrolló una secuencia de pasos de baile que al ser ejecutados por las personas, éstas se sobrecargaban de hormonas y energía sexual a tal grado que abandonaban todo recato y caían al piso a desatar sus pasiones amorosas al ritmo de la música.
Finalmente la secretaría del ocio del gobierno en turno canceló éstos eventos a pesar de su creciente popularidad y condenaron al profesor a prisión quien sigue apelando sus derechos a la libertad de expresión y a experimentos de sexología .
Todo tuvo mucho que ver porque alguien subió un video en you tube donde una joven Agripina aficionada a los bailes de salón, denunció el hecho de que mientras ella tomaba parte en un baile de éstos aún sin haber concluído la pieza, su pareja, un tal Flaco Delgado, de quien ella dijo berreando en lágrimas que éste le agarró el moyocoyo. Nunca quedó bien en claro a que le llamaba el moyocoyo, pero las lenguas chismosas multiplican las versiones sin límite alguno.

Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)


1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.

2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.

3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.

4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.

5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.

6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.

7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.

8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.

9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.

10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.


Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.