Daniel Galantz es un fantástico humorista gráfico que los que siguen este blog ya conocerán. Para los que no lo conozcan recomiendo que visitéis su blog GALANTZ.

Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.

¡Gracias Daniel!

sábado, 24 de julio de 2010

RECLAMACIÓN.

El publicista Antonio Colinas,entró a la oficina del director de la aerolínea,y le dijo rugiendo de furia:
---Mire usted,su porquería de línea aerea,me dejó en tierra en el vuelo a Mandalay,pues alguno de los amputados cerebrales en su departamento,no respetó mi reservación,y el avión ya partió SIN MÍ.---
Shellham;el aludido director,le clavó la mirada sin soltar el auricular,y le respondió con ésa fría y filosa suavidad con la cual se expresan quienes saben tener la mano ganadora:---He sido ya informado de su caso.y le comunico que en vez de gritarme debería agradecernos que le cedimos a otro su asiento en el avión.Aquí como me ve,todavía estoy intentando asimilar la noticia de que falló el despegue,y ésta aeronave está en llamas y en pedazos cerca de la pista.----
---¡VAYA! Ahora debo agradecerles que aparte de arruinarme el viaje,incrementan su ineptitud embarrando el avión donde yo iba a viajar.GRACIAS,gracias por no matarme,GRACIAS,GRACIAS,Señor .Shellham.---
Shellham bajó el teléfono con suavidad,y con tranquila parsimonia sacó una pistola 44 magnum,y se la vació en la cara tan de cerca que las paredes quedaron rociadas de sangre.
---Retire su agradecimiento Sr.Colinas,no lo necesito.---

3 comentarios:

Juan Vásquez dijo...

Me gustó mucho el minicuento, no despedicias palabras y mantiene el suspenso. Lo único Carlos, es que hay un exceso de comas.

Unknown dijo...

Ciertamente que caigo con frecuencia en estado de coma.
Al escribir digo,y es que las veo como pausas,y si no las meto siento como que se van a confundir las frases,y es que hace tanto que fuí a la escuela ,que no retuve todo con absoluta certeza,igual me pasa con los acentos,prefiero excederme que quedarme corto.

Héctor Ugalde dijo...

¡Me gustó mUCHo el microcuento! :]
Y sobre las , y los ´ se parecen mUCHo, sólo es cuestión de nivel o posición. Los acentos se creen superiores a las comas... jeje :]
¡mUCHos salUCHos de UCH LHéctor Ugalde! :]

Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)


1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.

2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.

3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.

4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.

5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.

6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.

7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.

8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.

9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.

10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.


Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.