Daniel Galantz es un fantástico humorista gráfico que los que siguen este blog ya conocerán. Para los que no lo conozcan recomiendo que visitéis su blog GALANTZ.

Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.

¡Gracias Daniel!

sábado, 3 de julio de 2010

EL LICENCIADO MARTÍNEZ.

Por aquel entonces los amigos nos reuníamos en un café los sábados por la noche,y de ahí se organizaban diversos grupos para andar de marcha festejando,o para ir al cine y otros destinos.
Teníamos un simpático amigo en el grupo,de más edad que nosotros,y sobre el cual recaían todos los chistes con referencia a la vejez.Pero todo en buena vena y aceptado con risas.
Un día suelta éste discurso que tenía a todos absortos escuchando---Y tengo planeado para mi vejez,poner a un grupo de chicas hermosas vestidas con minifaldas,a vender los cuadros que me heredó un amigo mío,de los cuales tengo miles,estoy seguro que ésto será un éxito que cubrirá todos los gastos de mi retiro.---
Y un vivales le dice:
---Oiga licenciado,pero si usted tiene éste plan para su vejez,apresúrese pues ésta ya comienza la semana próxima.---
Y vino el carcajadón general,incluyendo a Martínez,quien hasta lloró de risa.
Otro día hubo en que nos estuvo recomendando unas vitaminas francesas,las cuales elogió como la quinta maravilla;y no faltó quien exclamara---Deben ser buenísimas,pues usted ya se vé media hora más joven.---
Y otra risotada.
Pero la más inolvidable fué una mañana de domingo en que llegábamos de una noche de sitios de baile con algunas de nuestras novias,y con ésa voraz hambre que causa la resaca,y ahí.en el café de siempre,uno que nos vé llegar nos pregunta---¿Que no se fué de juerga Martínez con ustedes?
Y alguien contestó.---Si pero no le trajimos porque acaba de fallecer.---
Nueva explosión general de risa.
Pero sin saberlo nadie,éste amigo le había atinado.

1 comentario:

Anita Dinamita dijo...

Como para olvidarla, pobre Martínez!
Saludos

Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)


1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.

2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.

3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.

4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.

5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.

6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.

7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.

8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.

9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.

10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.


Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.