Daniel Galantz es un fantástico humorista gráfico que los que siguen este blog ya conocerán. Para los que no lo conozcan recomiendo que visitéis su blog GALANTZ.

Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.

¡Gracias Daniel!

sábado, 25 de septiembre de 2010

Últimas noticias

"Me equivoqué" - Dios.

11 comentarios:

Unknown dijo...

¡¡¡Genial!!!
Y para colmo, realista.

Daniel J. Hernández dijo...

Bueno Torcuato!!
Creo que yo también me he equivocado...

Maite dijo...

Siempre esta bien reconocer los errores. Un abrazo fuerte.

bicefalepena dijo...

Si que hace pensar...

¿Realmente se habrá equivocado? ¿O creerá que lo hecho? ¿A quién se lo habrá dicho? ¿Quién se creerá que es el mismo dios el que le ha comunicado eso? ¿Tendrá dios problemas de conciencia o es que no se ha dado cuenta hasta ahora del error? ¿En qué se puede haber equivocado? ¿Era esto lo que le faltaba por hacer al todopoderoso?

Menos mal que lo que tenemos claro es que esto es una ilusión tuya Torcuato... porque lo es... ¿no?

Doctor Krapp dijo...

Un ser único no tiene capacidad de autocrítica, me temo.

Unknown dijo...

Genial. Hoy has sido su vocero.
Y queda abierto que Dios sea una fuerza creativa siempre en proceso y sin detenerse que solo produce entidades libres que van mutando solas y que a quienes debemos exigirles responsabilidades son a los de nuestra propia especie.

Juan Vásquez dijo...

Muy bueno, dios ha dado el primer paso, ahora esperemos que pueda seguir con todo el proceso de rehabilitación.
Saludos Torcuato!

HÉCTOR LUIS RIVERO LÓPEZ dijo...

Decir eso lo hace más sabio. Enhorabuena. Saluditos.

Héctor Ugalde dijo...

Es ahora nuestro turno de perdonarlo. :]
¡mUCHos salUCHos! :]

Torcuato dijo...

Gracias amigos.
Un abrazo.

Claudia Sánchez dijo...

¡Excelente Torcuato! y da por tierra con el dicho "Errar es humano".
Saludos!

Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)


1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.

2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.

3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.

4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.

5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.

6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.

7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.

8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.

9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.

10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.


Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.