Daniel Galantz es un fantástico humorista gráfico que los que siguen este blog ya conocerán. Para los que no lo conozcan recomiendo que visitéis su blog GALANTZ.

Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.

¡Gracias Daniel!

lunes, 27 de septiembre de 2010

Floración


Despertó sobresaltada. En su sueño iba desnuda por la calle seguida por una turba de chicos, colibríes e insectos. “¡Qué absurdo!”, se dijo al sopesar lo inverosímil de la historia, y se metió a la ducha. Mientras el agua fría arrastraba los últimos remanentes de sopor, Diana vio con asombro cómo, al contacto de las manos jabonosas, los minúsculos botones de sus senos comenzaban a abrirse.
Esa mañana camino de la escuela, la joven exhibía orgullosa sus fragantes alcatraces.


10 comentarios:

Unknown dijo...

Es excelente y refrescante éste relato.

Torcuato dijo...

De niña a mujer. Excelente.
Buen comienzo josé manuel
Bienvenido.

HÉCTOR LUIS RIVERO LÓPEZ dijo...

Me gusta lo de los colibries. Buen comienzo. Un cordial abrazo Jose Manuel

josé manuel ortiz soto dijo...

Gracias, Carlos. La mujer y las flores suelen ir juntas.

Gracias por el espacio, Torcuato. Por aquí seguiremos.

Héctor, a mí personalmente el colibrí me parece un pájaro enigmático y maravilloso, presente en muchas culturas.

Saludos y gracias por comentar.

Maite dijo...

Cambios vitales los que aquí se reflejan, José Manuel. Las flores se abren al sol, como las adolescentes a la vida. Un fuerte abrazo.

josé manuel ortiz soto dijo...

Así es Maite, aunque la magestuosidad de la mujer persiste, no importa el tiempo.

Un abrazo.

Abuela Ciber dijo...

Y si, un dia se despierta la niña siendo.....mujer

Que bonito.

Cariños

Anónimo dijo...

Hay niñas que en la mirada reflejan que siempre han sido mujeres.
D

josé manuel ortiz soto dijo...

Guao, D:
me encantò comentario hiperbreve.
Un abrazo.

josé manuel ortiz soto dijo...

Abuela Ciber, o sueña...

Un abrazo.

Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)


1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.

2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.

3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.

4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.

5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.

6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.

7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.

8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.

9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.

10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.


Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.