Daniel Galantz es un fantástico humorista gráfico que los que siguen este blog ya conocerán. Para los que no lo conozcan recomiendo que visitéis su blog GALANTZ.

Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.

¡Gracias Daniel!

miércoles, 22 de septiembre de 2010

LA PRIMERA TRANSACCIÓN

      JAH concluyó con la creación y le preguntó al hombre cómo se sentía.
―Muy solo y aburrido ― contestó la criatura. Entonces Dios envió al Primer Ángel para que le ayudara, y éste, después de haber conversado y visto la situación por la que atravesaba el hombre, fue donde Dios y le sugirió que Adán debería de tener una dulce compañera, preciosa y tierna que le diera compañía y amortiguara su dolor. Así se hizo y Eva fue su nombre. Cierto día Adán le declaró a Eva lo que sentía:
      ―Sabes, que si lo quieres, te puedo regalar todos los diamantes de este paraíso, pero aún así no sería mucho para expresarte mi amor. Tal vez con tan sólo una flor podría yo expresarte mejor lo que siento, pero tampoco impactaría lo más profundo de mi ser. Eva, no te doy diamantes, no te doy una flor…te doy un pensamiento envuelto en amor para siempre. 
      Y Eva ripostó: 
      ―Está bien, no te preocupes papito; creo en ti. ¿Y en dónde dejaste los diamantes?

8 comentarios:

Unknown dijo...

Magnífico cuento que demuestra que Eva ya venía con naturaleza pragmática.Saludos afectuosos.

Unknown dijo...

'Naturleza pragmática' le ha llamado Carlos y tiene razón. Ocurre que existimos mujeres diferentes , eso sí, una linda casa, un lindo auto , un lindo viaje ayudan a consolidar la relación...

Juan Vásquez dijo...

Los objetos siempre ganan ojlá más por su significado que por su valor comercial!

Daniel J. Hernández dijo...

jajaja, muy bueno, rompió con el final que yo esperaba.

Maite dijo...

Si es que, ya se sabe, un diamante es para siempre!! y hablando de eternidades, qué mejor que eso :-D Un abrazo, Héctor

Torcuato dijo...

Me ha hecho sonreir.
Deberíamos pensar cual es el peso en dolor de los diamantes y otros lujos. Seguro que sería un buen ejercicio.
Un abrazo.

bicefalepena dijo...

No me parece lo más práctico buscar diamantes en un paraíso donde se dispone de todo.
Amigo Héctor, creo que el relato está bien elaborado, pero el final es un típico tópico

Claudia Sánchez dijo...

Jajaja! Está bueno Héctor! Cierra bien con el título.
¡Pobre Eva! Si supiera todo lo que le espera por aceptar esos diamantes...!
Saludos!

Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)


1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.

2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.

3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.

4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.

5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.

6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.

7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.

8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.

9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.

10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.


Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.