Daniel Galantz es un fantástico humorista gráfico que los que siguen este blog ya conocerán. Para los que no lo conozcan recomiendo que visitéis su blog GALANTZ.

Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.

¡Gracias Daniel!

miércoles, 15 de septiembre de 2010

MESIÁNICO RENACIMIENTO.

Para dar por inaugurada la nueva época de oro de la humanidad se presentó un mesías económico quien logró poner todo en orden. Abolió todas las deudas, prohibió el desempleo y dió acceso general a todos los bienes y en libros las riquezas de todos crecían sin límites pero todo flujo monetario quedaba congelado para no causar déficit alguno. Las industrias bélicas se reciclaron en prestar sus esfuerzos a causas de paz y orden, y se dedicaron a restaurar la Amazonia y todos los desbalances ecológicos. Ésto eliminó las guerras, la miseria, el hambre y el crimen, ya que todos éstos rubros quedaron en estado innecesario. De ahí nació la nueva robótica y el humano tendió a dedicarse al arte, la creatividad y al ocio divino.

8 comentarios:

Doctor Krapp dijo...

Y cuando se aburrieron del arte, la creatividad y el ocio divino añoraron los viejos tiempos en que se sentían insatisfechos pero tenían metas.

bicefalepena dijo...

Trafico de carnés de humanos... un buen negocio. O vendedor de almas

Unknown dijo...

Soy optimista (o así me ha puesto este micro)¡Esta edad dorada me gusta, jamas me aburriría de ella!

Pilar dijo...

Buena (ciencia)ficción!

Unknown dijo...

El gran problema para lograr ésta utopía sería de consenso, valor para aceptar una reorganización general reconociendo que la vigente no funcionó, y renuncia a la riqueza más allá de lo superfluo que manejan el mínimo porcentaje de la humanidad.
De formar un consejo mundial que aplique el nuevo orden deberá recontabilizarse todo dispendio y comenzar a limpiar el planeta entero.
Es labor de todos comenzar a reiniciar el rumbo hacia algo funcional, a pesar de los obstáculos.
Vayan poniendo las bases, no permitan que la catástrofe avance más. No hagan como dicen en los ranchos :Estás viendo y te quedas mirando.

Héctor Ugalde dijo...

Pronto el arte resultó ser todo superficial y simple. Sin la profundidad de los grandes conflictos que se añoraban solamente en las obras de ficción.
Para dar por inaugurada la vieja época de oro de la humanidad se presentó un antimesías económico quien comenzó a poner todo en desorden gracias al equilibrio de la basculante oscilación de los ciclos naturales bajo las leyes universales de la microficción... :]
¡mUCHos salUCHos de UCH! :]

Anita Dinamita dijo...

Queramos o no, todo seguiría siendo cíclico, pero me apunto a esta edad dorada con Patricia!

Unknown dijo...

Ojalá y una época dorada nos evolucione hacia una sensatez y entremos a otras vías de progreso y dejemos atrás tanto fracaso, por lo demás en la ficción nos puede quedar la memoria de tiempos más primitivos,como en las películas de vaqueros.
Depende de nuestra iniciativa, de acuerdo con la historia.
Hagamos nuestras propuestas para que puedan crear semilla en mentes activistas.

Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)


1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.

2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.

3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.

4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.

5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.

6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.

7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.

8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.

9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.

10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.


Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.