Aunque en los medios el llevaba tres años considerado oficialmente muerto en la Amazonia brasileña al caer su avión en plena selva, la realidad es que bailaba una intensa conga en aquel cabaret de zona roja caribeña.
Sabía que era inminente producir un substituto que apareciése como su propio cadaver en forma oficial, por lo menos ante las agencias de espionaje,pues tras tres cirujías plásticas en que limpiamente eliminó a los doctores, había logrado encontrar a su doble físico como encargado del aseo de baños del hotelucho.
Lo demás era cuestión de manipularlo para que se tatuara el brazo con la imagen de la santa muerte duplicando la de él y hacer una breve limpieza de quienes le rodeaban; como el tatuador, ah, y el dentista que igualó sus piezas dentales, al descansar del baile en el siguiente whiskey diseñó en su mente el bizarro accidente con la plancha al rojo vivo para el borrado de huellas digitales en el cual su doble moriría en lugar de él. Bueno, ya casi tengo todo en orden pensó y al regresar a la pista de baile,se dijo al sincronizarse con ella en los alegres pasos; me encanta ésta música.
Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.
¡Gracias Daniel!
lunes, 13 de septiembre de 2010
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Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)
1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.
2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.
3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.
4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.
5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.
6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.
7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.
8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.
9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.
10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.
Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.
1 comentario:
Seguro que al "nuevo Robinson" aparecido también le gustó la música que escuchaba desde los cuartos de baño...
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