Daniel Galantz es un fantástico humorista gráfico que los que siguen este blog ya conocerán. Para los que no lo conozcan recomiendo que visitéis su blog GALANTZ.

Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.

¡Gracias Daniel!

sábado, 23 de octubre de 2010

Inspiración


-“Nunca he escrito nada bueno”- Dijo el escritor enojado y con desaliento -“¡Jamás en mi vida lo he hecho!”-.

La musa de sus sueños, su inspiración; solo lo miró, sonrió y dijo:

-“Querido escritor, debo decir: Has vivido poco…-


El inexperto escritor

Daniel J. Hernández R.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Pero cómo... ¿Para escribir hace falta vivir? No lo había pensado.

Creo que va siendo hora de abandonar la habitación cerrada que me vio crecer.

Saludos

J.

artistalight dijo...

Que bonito :)

Puck dijo...

Inteligente musa. Saludillos

bicefalepena dijo...

Lo importante es vivirlo, y luego si escribes, pues mejor para todos. Y puestos a pedir, si tienes una musa tan buena consejera, pues te sale el cuento redondo.
Como a ti, Daniel

Unknown dijo...

Difiero con la musa . Basta imaginarlo.

Kum* dijo...

Yo creo que la mejor musa es la vida (¿verdad Puck, Su, Ana...?). Para imaginar bien... ayuda una base real, un bagaje.

De acuerdo, pues, con la musa.

Pero... es sólo la opinión de un mero. Quizás Carlos lleve razón.

En cualquier caso, felicidades, Daniel.

Un beso de miércoles...18.

Daniel J. Hernández dijo...

José: Gracias, supongo, he vivido poco a mis ridículos 21 años.

Artistalight: ¡Qué bueno que te gustó!, sabes, a veces no me gusta lo que escribo. Algunas otras, amo mis letras.

Puck: Creo que es astuta, vale la pena escucharla pero no siempre hacerle caso. Es un poco egoísta, supongo.

Bicefalepena: Tengo musa. Sabes, estudio ingeniería (poco que ver con las letras, supongo) , pero hace meses que me persigue la musa, a veces secuestra mi mente y en rescate exige versos tristes. Ve hasta a donde me ha traído. Lo bueno: me gusta.

Carlos: De acuerdo, por algo la musa está en mi imaginación. Ella me hizo escribir esto.

Kum: ¡Claro!, la vida es la más bella de las musas. Ella hace provoca mis letras, yo me rehúso pero ella insiste.


Muchas gracias a todos por leer a este vil ingeniero que a veces juega a ser escritor.

Abrazos repartidos.

Maite dijo...

Yo estoy con Caros, la vida te da experiencias, pero sin imaginación, estás perdido.
Un abrazo, Daniel.

Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)


1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.

2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.

3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.

4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.

5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.

6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.

7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.

8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.

9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.

10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.


Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.