Daniel Galantz es un fantástico humorista gráfico que los que siguen este blog ya conocerán. Para los que no lo conozcan recomiendo que visitéis su blog GALANTZ.

Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.

¡Gracias Daniel!

jueves, 14 de octubre de 2010

Esperanza

Ya había leído sobre la terrible noticia, presentía la esperanza. Ella, ella es difícil de matar al menos que nosotros provoquemos su suicidio.

Durante la larga y desesperada espera buscaba noticias que hablaran sobre ellos, intriga. Ahora, sin pertenecer a su patria me he sentido más humano que ayer, ¿Cuáles fronteras? ¿Quién inventó los países?

Todos los medios hablaban de ellos, de su difícil situación, de la no agotada esperanza.

Felicidad ajena, me inundaba al ver por la pantalla del televisor al primero de ellos emerger de las profundidades. Tanta fue mi emoción e intriga que produjo en mi el desvelo, pedía a Dios por ellos, al despertar aún me intrigaba saber de ellos.

Hoy, hoy han salido todos al fin. ¡Vaya milagro! ¡La vida les ha tendido nuevamente la mano!

Estoy muy contento, aun sin conocerlos.

Un abrazo estimados mineros chilenos. ¡Dios ha sido bueno!

¡Vaya lección de vida!


4 comentarios:

Maite dijo...

Me uno al homenaje que haces, Daniel. Un abrazo.

Héctor Ugalde dijo...

Sí. Estos días fueron de esperanza, de vida y de ejemplo. :]
¡mUCHos salUCHos de UCH! :]

Unknown dijo...

Brindemos todos con vino Chileno por ésta feliz historia. La bondad demostrada con sus trabajadores ha elevado la imagen de éste país hasta las nubes. Ojalá y ejemplos así logren cundir.

artistalight dijo...

Esos días del rescate, se hizo una extraña operación matemática...los más de 6000 Millones de seres de la humanidad, nos redujimos a 33 :)

Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)


1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.

2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.

3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.

4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.

5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.

6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.

7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.

8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.

9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.

10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.


Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.