Daniel Galantz es un fantástico humorista gráfico que los que siguen este blog ya conocerán. Para los que no lo conozcan recomiendo que visitéis su blog GALANTZ.

Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.

¡Gracias Daniel!

domingo, 26 de diciembre de 2010

Una fiesta pasada por agua.



-"¡CORREEEEER!"-gritó uno de ellos y los nueve niños de cuatro años invitados al cumpleaños empezaron a hacerlo, cada uno en una dirección diferente...todos menos Pablo que paralizado por el miedo se quedó allí, con la boca abierta observando la transformación. Mientras, en la casa, la madre tomaba un café con las demás. Ninguna se dio cuenta de que había comenzado a llover.
-"Voy al jardín a mirar qué tal se portan"- dijo una.
-"Déjalos, están con el payaso...¿no los oyes cómo gritan?...eso es que les encanta"- le comentó la anfitriona.

Cuando el del pelo rojo estirado y la cara desdibujada por el agua empezó a gruñir, el boquiabierto se desmayó.

-"Grrrrr...demonios...una hora de maquillaje y el traje a tomar por el cul...y dentro de media hora tengo otro cumpleaños...¡Niñooo!...estas tonto, no te tumbes ahí que te vas a poner perdido...¡NIÑOOOOO!".

su

9 comentarios:

Unknown dijo...

El payaso es un enmascarado.
Con facilidad se asume que es un tipo confiable.

artistalight dijo...

No sabía si reir o llorar, me hizo gracia imaginar el payaso todo descolorido y el pobre niño...bendita inocencia :) me gustó mucho su.

Puck dijo...

Muy bueno!!
Saludillos

calabacita exiliada dijo...

Buena la historia, se da por hecho que el payaso debe divertir a los niños, pero la realidad, terca como suele ser, nos envía una y otra vez los gritos de un niño horrorizado. Feliz Navidad y Año Nuevo.

Unknown dijo...

Muy bueno Su, a cualquier edad que suceda es terrible que perder una ilusión. De un momento sencillo creás una gran historia. Bravo!

Felices Fiestas
Un beso

Maite dijo...

Siempre que se desenmascara a alguien, da un poco de miedo ¿no? :) Abrazos

Towanda dijo...

Muy bueno.
Un saludo.

Luisa Hurtado González dijo...

Siempre es aterrador cuando se cae un disfraz, ver cómo se derrite ante tus ojos. Pobre crío.

bicefalepena dijo...

Lo duro es imaginarse a un payaso disfrazado de persona...
Eso les encanta... me gusta esa frase como escusa...
Un abrazo

Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)


1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.

2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.

3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.

4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.

5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.

6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.

7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.

8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.

9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.

10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.


Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.