Daniel Galantz es un fantástico humorista gráfico que los que siguen este blog ya conocerán. Para los que no lo conozcan recomiendo que visitéis su blog GALANTZ.

Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.

¡Gracias Daniel!

sábado, 25 de diciembre de 2010

Una reflexión sobre el silencio: "La Pianista"


Aquella pieza interpretada por sus prodigiosas manos, sonaba celestial.

Pero, ¿qué hacía tan especial a esta concertista?...
La sensibilidad con que vivía la música; la porción de alma depositada en cada nota y que, éste, sería su último concierto.
libertad y belleza

Concluyó. Inmóvil, con los ojos abiertos mirando a su compañero de viaje, el piano. Le cayeron lágrimas. Inspiró con fuerza y se puso, en pie,  frente a su público… En ese instante, explotó la emoción acumulada en forma de aplausos y gritos de ¡bravo! Quince minutos, veinte, de ovaciones, que la artista agradecía acariciando con las manos su corazón para, después, lanzarlo a toda la sala.

Pidió silencio  para dirigirse al Auditorio,  pero le resultó imposible enmudecer a tantos fieles. Con sus manos hacía lo mismo; intentaba silenciarlo…

“Hoy es mi último concierto.  No tenéis idea del dolor de dejar lo que ha sido mi vida desde que alcanzo a recordar…

Soy sorda desde los once años... He tocado el piano porque recuerdo todos y cada uno de los sonidos que emite. Cuando supe que perdería el oído, lo estudié y memoricé todo…

Que ¿cómo fui capaz de interpretar música, e incluso componer, durante años?…  la respuesta es bien sencilla: “porque no hubo nadie que me dijera que no podría hacerlo…” Mis padres se limitaron a “dejarme hacer”.

Hace años, la nostalgia por querer oír de nuevo música, me hizo visitar médicos y hospitales. Me implantaron un chip en el cerebro. Funcionó. Estoy feliz porque he vuelto a oír la voz de mis padres. He escuchado por vez primera la de mi marido y mis hijos… Pero mi oído no aguanta los sonidos que emite mi piano. Noto dolor, un dolor  inmenso cuando toco… “Me duele mi piano”. Parece una ironía del destino”.


Towanda  (extracto del original para el microrrelatista)

9 comentarios:

Towanda dijo...

Quiero aprovechar para desear a todos los lectores de "El Microrrelatista" unas Felices Fiestas y que, el año próximo, podamos seguir compartiendo nuestras diferentes formas de "contar las cosas".

Un abrazo muy fuerte.

artistalight dijo...

Esta forma tuya de contar las cosas, además de diferente es preciosa, Feliz Navidad :)

Amalia dijo...

Precioso *.*

Unknown dijo...

Que irónica puede ser la realidad.
Preciosa narración.

Towanda dijo...

Astistaligth, Amalia y Carlos, muchísimas gracias a los tres. La realidad plantando cara a nuestros deseos.

Un abrazo y gracias por vuestras palabras.

El Mirlo dijo...

Buen relato. Sorprendente, original.

Towanda dijo...

El Mirlo, gracias.

Un abrazo en este día de Fin de Año.

kaisu marjatta dijo...

ihana, koskettava tarina.

Towanda dijo...

Aikatherine:
Paljon kiitoksia sanoistanne. Olet hyvin kiltti ja aikamoinen yllätys minulle on ystävä niin paljon päähän. Halaus.

Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)


1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.

2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.

3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.

4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.

5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.

6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.

7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.

8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.

9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.

10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.


Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.