Daniel Galantz es un fantástico humorista gráfico que los que siguen este blog ya conocerán. Para los que no lo conozcan recomiendo que visitéis su blog GALANTZ.

Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.

¡Gracias Daniel!

martes, 31 de mayo de 2011

Dias de nervios

Con los nervios a flor de piel y acidez en el estómago, me marcho a trabajar cada vez que me llaman del paro. No es el trabajo de mi vida pero, con esta crisis, es lo único que encuentro. El día anterior afilo el instrumento y, bien bruñido, lo guardo en su funda de tela negra.
Mi mujer sólo se queja cuando regreso a casa sin haber limpiado la sangre del hacha

lunes, 30 de mayo de 2011

¡Piojos!

¡Se contagió de piojos y no entendía como había sucedido eso!
Era una mujer poco sociable. Sus fobias, traumas y otros variados y surtidos problemas psicológicos hacían que hasta sus hobbies se encontraran procrastinados.
Mientras cortaba su melena rubia, con olor a fresa y sabor a chocolate, meditaba la forma en que los bichos contaminaran su cabeza infectando el perfecto pelo que coronaba su vida.
Se miró al espejo perpleja.
¿Cabía la posibilidad? ¡No!
Ellos no podrían obtener alimento de esas cabezas y estar reproduciéndose… ¿o sí?
La temperatura les jugaría en contra.
¡Era una idea descabellada!, ¿o no?
Despacio se dirigió al freezer, abrió la puerta, desató el nudo de la bolsa, ¡y cientos, miles de piojos comenzaron a salir del pelo de las 7 cabezas que guardaba como extraños objetos de colección, con otrora cabellos de inusitados colores y texturas!
Los piojos le inundaron los brazos, la cara y la boca cuando el grito estresó la calma.

domingo, 29 de mayo de 2011

Juguetes

- ¿Puedo quedarme con sus juguetes?
Sobre la cama, sentado, con la corbata negra aún apretando la garganta. Escuchando a su mujer vomitar en el baño, mezclando saliva con bilis. La luz del cuarto con una bombilla fundida y la lámpara tambaleándose tras ser golpeada por la foto de las últimas vacaciones en la playa. El pasillo infinito abierto ante sus pies y el niño sonriente, con los brazos cruzados, esperando una respuesta. El padre cierra los ojos y señala con el dedo la pared. Ahora está seguro. No fue él quién dejó abierta la ventana.


viernes, 27 de mayo de 2011

Cambio de planes

Mientras comía las uvas juró dejar de lado sus malos hábitos con la llegada del nuevo año; al día siguiente, frente al espejo, se dijo: Mejor empiezo el lunes.


Haciendo historia

No comparto tus ideas pero daría mi vida
por defender tu derecho a expresarlas
Voltaire 

Miró hacia la izquierda y vio una muchedumbre que llegaba hasta donde se perdía la vista. A la derecha la imagen era idéntica. Poniéndose de puntillas oteó el horizonte con el mismo resultado. Giró sobre si mismo y a su espalda continuaba la marea humana. Por un instante se sintió parte de la historia. Único. Especial. Irrepetible. Exactamente igual que los miles de personas que le rodeaban.
Puck

¡Imbéciles!

-¡Imbéciles!
Se hizo el silencio en el callejón. Nicolás cerró los ojos en el instante en el que el primer pandillero se aproximaba. Intentó concentrarse y esperó. Cuando volvió a abrir los ojos, los cinco gamberros perseguían a sus amigos. ¡Habían pasado de largo! En ese momento, una gigantesca grúa cayó sobre él. Todavía no había llegado al capítulo en el que el Dr. Sirius explicaba que la invisibilidad iba acompañada de un proceso de imantación. Tampoco pudo leer que el efecto no era reversible si el sujeto estaba muerto, por lo que nunca encontraron el cuerpo del muchacho.

Budoson

jueves, 26 de mayo de 2011

LOCURAS

Don Quijote, en uno de sus arrebatos de locura, salió de la novela de Cervantes dispuesto a vivir nuevas aventuras. En el volumen vecino fue a entrar. Lisistrata y sus amigas, hartas de su abstención, le dieron una calurosa bienvenida.

lunes, 23 de mayo de 2011

El pañuelo de mi abuela

Ilustración de Clara Varela
Guardo en mi mesilla un pañuelo de encaje de mi abuela. Es lo único que me queda de ella y cuando estoy triste, abro el cajón, saco el pañuelo y lo despliego. Este pañuelo es estupendo para llorar. Entre las flores de encaje encuentro a mi abuela, se aparece en una imagen de cuando era más joven, un retrato que yo veía en su dormitorio. No sé porqué se aparece ésta y no la abuela que yo conocí, pero tiene un beso florido pegado en su mejilla, un beso como los que me daba ella cuando era niña. Entonces recojo mis lágrimas en el pañuelo, me llevo el beso y vuelvo a vivir.

Rotura


Esta noche se ha hecho un agujero redondo y grande en el cielo. Entra mucha luz, parece que allá afuera es de día.

¿Será que los ángeles no necesitan dormir?


Su

domingo, 22 de mayo de 2011

Prótesis



Que estás gordo, eh?  Mírate nomás… ¿Acaso no te advertí  lo que pasaría si los comprabas? ¿No te dije: Por ahí no…?  Una vez, dos… vaya y pase, pero lo tuyo ya es pecado.  Ni te importa que te miren raro. Egoísta, acaparador, dicen por lo bajo ¡Me da vergüenza salir contigo! ¿Adónde se ha visto un vampiro obeso?…, si pareces una chinche gigantesca. No te los compres así, te dije. Colmillos acanalados, no. Lo nuestro es morder y lamer y lamer. Pero tú, nada… Encima les caes en la carótida…




sábado, 21 de mayo de 2011

Acto público

Cuando dejó en una palangana la cabeza y limpió la sangre que goteaba de sus manos en una pica de piedra colmada de agua sucia, entre el público asistente brotaron suspiros, avemarías y algún que otro reniego. Una mujer mayor se desmayó. Para la próxima, pensó Robespierre, deberíamos buscar a alguien más habilidoso para picar los ajos con que aliñar el asado popular del día de la república.

Coma


Fue como perder pie y caer en mitad de la calle. Sólo eso recuerdo.
        Mi esposa me ha dicho que he estado dormido seis años y la creo. Tiene que ser verdad porque he descubierto en su rostro algunas arrugas que ayer no estaban, porque sus ojos ya no me miran con emoción sino con cansancio, porque apenas puedo comprender que ese joven sea mi hijo o porque ya nunca volveré a ver a mi padre.
Los médicos dicen que con rehabilitación pronto recuperaré mi vida pero, visto lo visto, yo sólo quiero volver a dormir, yo sólo quiero volver al largo y plácido sueño.

Sostenibles

Renovado (y reducido a esencia)
Y al tercer día, se dieron cuenta de que se había fugado con la reponedora de colonias del Mercadona. Resucitó su pasión, su Ó de Pasión.

Reciclado
De naturaleza helicoidal y dado a la narrativa, decidió no reencarnarse en candelabro, ser estático, figurativo y centro de todas las miradas. Se hizo tornillo sin fin de una fabrica de chocolate, de ese relleno de naranja.

Reutilizado
Como ser humano, se había indignado lo suficiente para ser tenido en cuenta, pero no como para ser temido. Ese era su padre y su vocación de pandereteiro. Como jersey de cuello alto, le salían bolas.



bicefalepena

viernes, 20 de mayo de 2011

SOMBRA

¿Es que no lo comprendes?
Me canso de decírtelo todos los días...
Hay veces que hasta pasas desapercibida por completo; ni me entero de que ahí estás.
Otros días te miro, pero ni me molesto en hablarte... paso de ti, así de simple.
Pero hay otros en los que necesito estar sola y así te lo digo... es más, te grito cuando veo que me ignoras.
! Solo necesito que me dejes tranquila! No te quiero ver siempre pegada a mi, pues rompes ese momento tan íntimo mío.
Y te lo digo mil veces...que me dejes en paz, que no necesito nadie a mi lado, que quiero perderme sin tenerte presente cada vez que vuelvo la cabeza o miro hacia el suelo.
Y te lo pido, y te ruego, y al final te lo grito.
Pero no existe forma de deshacerme de ti... siempre ahí, pegada a mi, vaya a donde vaya siempre me sigues.
Y yo corro... y a veces corro mucho... tanto que el corazón me sale por la boca... y cuando pienso que te he dejado atrás... ahí sigues, cuan sanguijuela pegada a mis pies.
¿Me quieres dejar tranquila?

miércoles, 18 de mayo de 2011

Presentación de Zoom de Manu Espada

"Cuento corto" de Rolando Revagliatti

En sus cuentos -me refiero a mi hija-, que son breves, hay misterio, suspenso. Y siempre mata a alguien. Acababa de leerme el último, y en ese, moría el protagonista. Le dije: ¿Por qué no hacés que siga vivo? Ella me explicó: No me salía, no sabía cómo continuar, me cansé y, además, ya estuve mucho rato. Le sugerí: Seguí escribiéndolo mañana. Dijo: No; porque es un cuento corto.

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lunes, 16 de mayo de 2011

Sandwich aplastado

Y dio otro bocado a ese sandwich aplastado que tanto le encantaba. A él nunca le salió uno como los de Romina; incluso había logrado hacerlos girar en el aire para darles la vuelta con un preciso movimiento de muñeca mientras asía la sartén fuera del fuego, podrían tener la misma apariencia pero nunca sabrían igual.

-Ahora, aunque te parezca cínico, incluso sádico, no pienso dejar de disfrutar del último sandwich aplastado hecho por ti, querida; aunque no lo hayas preparado para mí. - Dijo Jacobo, mirando a los ojos, como canicas, de Romina, mientras se chupaba sus manchados dedos-.

domingo, 15 de mayo de 2011

Magia.

Cada noche aguardaba sentada en la cama con un libro viejo esperando a que su abuelo le contara historias, sus padres hacía tiempo que no estaban y sólo él leía sus cuentos... esos en los que las princesas eran rescatadas por apuestos príncipes, donde existían sapos con coronas o brujas feas que se disfrazaban de buenas para no ser descubiertas. Le gustaba oírle, pues al hacerlo imaginaba, viajaba entre páginas, lloraba entre renglones, reía en alguna pausa y suspiraba cuando llegaba el "Fin" .

El libro al que tenía más cariño era ese que todas la noches cogía y que apenas tenía letras, el que estaba lleno de fotos de sus padres, fechas, algún nombre y hasta una flor seca... el que guardaba como un tesoro, con historias mágicas que sólo su abuelo podía leer y que no estando escritas ella imaginaba... al igual que otras veces veía dragones, a un gato con botas, preciosas sirenas o piratas con patas de palo, veía a sus padres en cada aventura que el abuelo, entre foto y foto, sacaba del álbum como por arte de magia.

-"Abuelo haces magia"- le decía todas las noches antes de quedarse dormida.
Y el abuelo entre susurros, para no despertarla, añadía;
-"No cariño, la magia la haces tú".

su

viernes, 13 de mayo de 2011

Geografía

Siempre se le dio bien la geografía; sin embargo, todavía hoy, continúa buscándose a sí misma

jueves, 12 de mayo de 2011

Mi perro es encantador

Tengo un perro muy gracioso y bonico. Esta mañana me ha despertado pegándome tirones de la pata del pijama. Me ha llevado hasta el salón para enseñarme que además de saber hacer pipí y caca en la calle, lo sabe hacer dentro de la casa. No lo he castigado, ¿como iba a hacerlo?, se ha puesto de pie sobre sus patas de atrás, dando saltitos alrededor mío y moviendo la cola alegremente, me he limitado a limpiarlo todo y a vestirme. Mientras paseábamos lo observaba, dándome cuenta de que no paraba de vaciarse por aquí y por allí. Una y otra vez levantaba la pata o hacía la típica postura de descarga. Ha seguido, dale que te pego hasta parecer que iba menguando de tamaño. En efecto, ha llegado un momento en que era tan pequeño como un gorrión, pero sin alas ni pico. Y al instante ya era como un escarabajito peludo. No hacía guau, sino güi, güi. Entonces, he puesto la mano en el suelo para que subiera en la palma y así evitar perderlo de vista. Lo he mirado y ha empezado a resultarme una ricura, más que de costumbre. Un impulso irrefrenable ha hecho que me lo metiera en la boca. Antes de pegar la primera masticada se ha deshecho con el contacto de mi saliva.

Torcuato González Toval

Minerva y sus pétalos de amor

Me quiere, no me quiere...y en señal de culpa, deshojó el árbol que luego se secó, no volviendo éste a dar flores. Entonces Minerva olvidó volverse a enamorar y arrancar pétalos que al final le negaban el amor...


Andri Alba

EL ROBO

El perro de la señora del Bajo B lo miró con cara de lástima. Era la primera vez que un ser humano le robaba la comida. Ni siquiera ladró, ni fue corriendo a los pies de su ama para avisarle del hurto que se estaba cometiendo en el patio. No. Solo se quedó mirando cómo el mendigo de la esquina acababa con su plato de comida para perros. Seguro que sería lo único que comería en todo el día.

miércoles, 11 de mayo de 2011

Madre

Ella era una perdedora.

Nunca tenía tiempo para sonreír, siempre ocupada hilvanando vestidos para muñecas que querían ser princesas, zurciendo abrazos rotos aquí y allí pero nunca a mí alrededor, sin darse cuenta de que yo sólo quería que me cosiera bien fuerte en su borde.


Cuando el sol se asomaba por el balcón del horizonte me enviaba a comprar una botella de whisky para la comida y, mientras caía la tarde, me escondía bajo las mantas para no oír saltar los corchetes que sujetaban su pena.


A veces la buscaba entre los pespuntes de sus dedos pero ella escondía las manos recordándome que, si yo no estuviese allí, todo sería de otro color.


Lo peor ha llegado ahora. Se ha hecho mayor y no quiero que se muera sin haberle bordado un beso en el corazón.

martes, 10 de mayo de 2011

Tu rostro

Todas las mañanas pasaba por la misma esquina rumbo a su trabajo. Un día, tropezó con Ella. Se disculpó y pensó que su cara no le era extraña. Una tarde, en otro lugar, volvieron a encontrarse bajo una torrencial lluvia que calaba los huesos. Ella lucía empapada, quietecita, esperando el bus. Se acercó a la fila de personas y la cubrió con su paraguas, un rato. Cuando la mujer ascendió al transporte, Él, se despreocupó y siguió su camino hasta la cochera donde había dejado su automóvil para protegerlo. Dos años habían transcurrido desde aquel tropezón y no tuvo problemas para reconocerla, sin embargo no lograba ubicar tiempo, ni modo, ni lugar, donde la hubiese visto por primera vez. Terminó por convencerse que le recordaría a alguien parecido. Una noche de invierno, las sirenas ululantes quebraron el silencio de aquel barrio. Rápidamente lo trasladaron hasta el Hospital donde lo esperaba un revuelo de uniformes, verdes, lilas, blancos. Vio todo negro y no recordó nada más. Entre tinieblas y cuerpos nebulosos, un rostro conocido se le presentó. Era Ella, que aparecía y se esfumaba, pero esta vez, le decía: "Vamos, vamos, ya pasó todo, despierte, despierte. . ." 

lunes, 9 de mayo de 2011

CON UN PAR


Durante la cena, mi hijo le preguntó a su padre por qué la mamá de su amigo Borja trabajaba y yo no. Él dejó un momento de atender al partido de fútbol que daban por televisión y le contestó que en aquella casa era suficiente con que uno trabajara.

Esta mañana, antes de salir, le he dejado una nota a mi marido, sujeta con dos imanes a la puerta del frigorífico.

“Como veo que tú sólo te bastas, durante unos días, no hago las camas, no paso la aspiradora, no limpio el polvo, no friego los suelos, no pongo la lavadora ni el lavavajillas, no tiendo la ropa, no plancho, no hago la compra, tampoco la comida, no enseño Lengua ni Matemáticas, no curo heridas, no llevo ni voy a por el niño al colegio. ME VOY DE VACACIONES.

P.D. Encima del aparador, te he dejado el número de teléfono de la asistenta de la mamá de Borja por si te ves un poco agobiado. Ella estará encantada de hacerlo todo. Cobrando, claro”.
Marisa.

Botellas de aromas

El micro del divorcio me dejó un poco mal sabor de boca, por eso os dejo este otro también:

      *****

Esto era una vez una bruja que recogía el aroma de cada persona que amaba en una botella. De Elena tenía sus risas, de Pilar sus besos, de Andrés el calor de sus manos, de Juan un olor a rosas que empalagaba todo... De cada persona guardaba lo mejor, su esencia verdadera. Cuando quería estar con una persona y no la tenía cerca, abría su botella y aspiraba un poquito. Luego la volvía a tapar deprisa, para que no se escapara todo el aroma.
Un día alguien rompió las botellas y escapó de su casa para que no le descubrieran. De las botellas salieron todos los olores y cualidades y se mezclaron en el aire de la habitación. Cuando la bruja entró y vio aquel estropicio de cristales rotos y aromas confundidos, sintió una gran tristeza y pensó que todos sus años guardando esencias no habían servido para  nada, que todas se iban a perder irremediablemente en el aire. Pero cuando se vio envuelta por la caricia de Rosa, la risas de Teresa, los besos de Pilar, por ese revoltijo de olores y amores de sus amigos, en los que podía identificar a cada uno, supo que aunque las botellas estuvieran rotas, ellos y su cariño siempre estarían con ella. Nadie podría romper nunca el aroma que habían dejado en su corazón.

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Nota: Me llevo a Madrid el bolso lleno de botellas para rellenar con vuestros aromas, cuentistas. Ah y no vale apestar a desodorante, ¿eh?

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Puri Menaya
el rincón de la bruja de chocolate

Divorcio

Se me olvidó otra vez que los niños iban este fin de semana con su padre. Hemos repartido las casas, el coche, las cuentas corrientes, hemos roto por la mitad nuestros corazones... Pero no me acostumbro a partir a los niños. Claro que el pequeño siempre me lo recuerda con sus sabias palabras: "Hay que com-partir, mamá, lo dice la maestra". Me ha salido como Salomón, el niño.

Puri Menaya

Informe nº 2553

Desde que llegamos lo único que pudimos constatar es que el ser humano proviene de las cavernas y aún conserva ese gusto por lo subterráneo.  Arsdtu piensa que puede que tengan algún tipo de conexión genética con los anélidos, por esa afición suya por excavar túneles. Los utilizan básicamente para viajar en unos artilugios con ruedas y movidos con rudimentarios motores de combustible fósil. También los hay para trenes, unos medios de transporte un poco más avanzados con propulsión eléctrica. Se pasan la mayor parte del tiempo viajando por ellos. Arsdtu piensa que lo hacen para trasladarse más rápido de un sitio a otro. Yo sinceramente creo que es por el mero gusto de sentirse bajo tierra y apretados porque tiempo no ganan mucho teniendo en cuenta que a menudo estos transportes se paran largo rato.

Explorando uno de estos túneles que atraviesan la ciudad hemos encontrado de todo, tiendas, bares, restaurantes y bastantes humanos que dormitan habitualmente dentro de ellos.  Si a esto le unimos la costumbre muy extendida de deshacerse de sus cadáveres enterrándolos bajo tierra podemos concluir que el ser humano es un ser con un apego al subsuelo que raya lo insano.

La afición por agujerear sus poblados por debajo es tal que hemos hecho cálculos precisos del momento exacto en que la capa superior sucumbirá. Será exactamente dentro de dos días, a las 14 horas, 35 minutos, 16 segundos. En ese momento cumplirán su objetivo y serán enterrados todos juntos volviendo así a sus añoradas raíces. Se convertirán en polvo como he oído a algunos decir con verdadero fervor.

Nosotros nos quedaremos para ver el espectáculo desde la nave. A mí no me interesa pero Arsdtu es un poco morboso. (Nota mental: cuando volvamos me quejaré al comandante. No quiero más misiones absurdas con seres inferiores.)

Palabras preciosas



(Perdón por el retraso, ando muy dispersa últimamente)

Soñando sueños.
















     Era un sueño recurrente. Soñaba dentro de un sueño y en ese sueño dormía y soñaba que se dormía soñando que se soñaba durmiéndose dentro del sueño para soñarse dormido… y así sucesivamente, como una imagen repetida en una eternidad de espejos.

     Temeroso de no encontrar el camino de vuelta en aquel laberinto onírico, despertaba espantadizo sin saber nunca con certeza si estaba despierto del todo o se había despertado en uno de sus soñados sueños dormidos.

     Aquel día, sin aliento, se levantó de un brinco y sin lavarse la cara salió a revisar el mundo, para poder cerciorarse de que aquél era su mundo, el mundo en el que vivía.

     “Buenos días, realidad. Buenos días, nuevo día” –susurró ya más tranquilo y se fumó un cigarrillo dejando que la mañana le despeinara los miedos.

     Al entrar de nuevo en casa se encontró consigo mismo aún acostado en la cama plácidamente dormido soñando que se observaba soñando dentro de un sueño que despertaba dormido mientras soñaba en la cama que saludaba a su mundo fumándose un cigarrillo.

     Cuentan que aún sigue durmiendo… soñando que está despierto y que se encuentra en la cama soñando que está dormido.

EVENTUALIDADES.

En el Instituto de Estudios Acerca de la Realidad y sus posibles causas. Las oficinas estaban tapizadas de fotografías que mostraban todo tipo de sucesos que involucraban las sociedades humanas.
Sonó el teléfono en la oficina del secretario de asuntos convencionales, y fué el mismísimo quien contestó,  la voz que escuchó preguntaba por el líder de los extraterrestres. Harto de recibir llamadas burlonas ésa semana, le gritó que ahí no se había dado presencia de algún alienígena, es más que a su opinión éstos eran un mito . No acababa de proferir ésto cuando la flotilla de micronaves entran por el muro y los cara de rana emergen y lo achican y lo encapsulan e incrustan en el muro del baño del pasillo a donde queda condenado a tres meses oliendo excrementos de éstas especies intergalácticas.
Una vez puesto en libertad como reacción paranoide se buscó un empleo como taxista y para contarrestar el mero recuerdo del horrible aroma que quedó para siempre en sus narices, colgó del espejo retrovisor un calcetín con materia fecal de gato sardinero, lo cual disgustó a los pasajeros a quienes además enfureció por obligarlos a pagar el transporte aún cuando le pedían bajarse antes de concluir el viaje. Lo reportaron a las autoridades correspondientes. Pero  nadie atendió las quejas.
La anarquía había comenzado.

El pan de los desdentados

Decir que la China era linda es ser tacaño de adjetivos; era un tremendo pedazo de hembra, dueña de unas piernas increíbles que terminaban en un culo redondo, turgente, una cintura así de chiquita y esas tetas, ¡por Dios!, esas tetas. Cuando entraba en el mercadito se hacía un silencio de iglesia; que semejante bestia existiera y fuera nuestra vecina nos hacía sentir favorecidos por las leyes divinas.

Tenía un solo defecto visible: el marido, un pobre empleaducho municipal con cara de pelotudo, destinatario de nuestra más profunda envidia. Había vivido siempre en la cuadra, lo conocíamos desde que eramos chicos. Si no fuera porque la China le había dado bola, no salía del montón.

Creo que fue Tito el que vino con el cuento que nos dejó atónitos a algunos e indignados a otros. Lo vio saliendo de un telo con una gordita desteñida, a los besos.

Añoranza




Los segundos se alejan con cada tic-tac. Siguen su camino al ritmo, mientras inmóvil, estiras los brazos con la esperanza de que se enreden entre tus dedos. Llegan, acarician tu ser, y al segundo, marchan.

No hay más. No pierdas el tiempo.

Ellos pasan, tú estás.

 








domingo, 8 de mayo de 2011

Tras el vidrio del reloj





 Hace tiempo que nuestros encuentros fugaces no satisfacen a ninguna de las dos. Y encima, el otro rondando…


sábado, 7 de mayo de 2011

Huella: impresión profunda

            Dejó profundas huellas en mi camino y equivocada las seguí sin vacilación.
            Cuando llegué a su lado, me miró con ese gesto de desilusión que tanto me hería y dijo:
            -¿Qué haces aquí? ¿Por qué me has seguido? ¿No has visto acaso como mis pasos se alejaban de ti?
            Me sentí perdida. Desanduve el camino andado viendo a cada paso como mis pisadas y las suyas iban en direcciones opuestas.
            Ahora, ya en mi camino, sin señales, sin marcas, sin pistas, intento seguir con mi vida pero a veces, sólo a veces, sacó el par de zapatos que olvidó en mi armario, me los pongo y recorro la casa a grandes zancadas.

Esclavo de mis palabras

Kimya (Silencio) no nació en Kenia una noche de verano. Ni la luna llenó todo el cielo asomándose tras el Klimanjaro. Ni fue robada para el servicio de la familia Yapur en el Líbano. Ni fue azotada, pegada, humillada día tras día por su dueña, ni por su consentido hijo pequeño, con el que decidió arrojarse, abrazada al vacio, desde la séptima planta para llegar a formar parte de las estadísticas...
Y no pasó, sencillamente, porque el Destino se quedó dormido leyendo la partitura e interpretó mal ese silencio de negra, confundiéndolo con una blanca. Ésta que nació en un pueblo de la Mariña Lucense, se llama Esperanza (Matumaini) y acaba de encontrar trabajo en el súper de su barrio.
bicefalepena

jueves, 5 de mayo de 2011

Gótica



            Hipnotizado por la profundidad de sus ojos, se entregó a ella en mitad de la noche hasta que la niebla se la llevó. Se quedó con la húmeda calidez de su último beso deslizándose cuello abajo frente a un escaparate que ya no le devolvía reflejo alguno. 

             
Pedro Alonso 



 

Hotel de cinco estrellas

Hotel de cinco estrellas en el rincón más apartado del mundo. Silencio en las ventanas, sol en los alrededores. Javier ahorró durante años para visitar aquel lugar. Años de trabajo y semana de vacaciones de lujo absoluto como recompensa. Desde que llegó al recinto fue agasajado por la sonrisa amable de los empleados, capaces de hacerle sentir el único cliente. En los pasillos no se cruzó con nadie y disfruto de ver tan sólo su reflejo en los cristales que forraban las paredes. El hilo musical, como una una ola sonora, invadía el interior pulcro de las habitaciones. Desayuno exquisito, café siempre recién hecho, y sala individual para disfrutar de los periódicos de la mañana. Tres personas dispuestas para ofrecerle lo que necesitaba y traerle lo que se le ocurría. Alquiló un coche pequeño y dio un par de vueltas por los alrededores. Los pueblos parecían decorados de película, la carretera transitaba en un permanente expositor de imágenes inenarrables que repetían las bellas imágenes ofrecidas en el folleto de la agencia de viajes. Javier fue dejándose ir en un constante susurro tranquilo. Como adormecido por el buen hacer de los trabajadores, convencido por su habilidad para estar donde necesitaba cuando los necesitaba. Disfruto de masajes en los pies, de ese olor a menta que libera los pulmones del peso de la ciudad. Acopió fuerzas en comidas ligeras que salpimentaban la lengua y degustó vinos extraños que hacían cambiar el aire. Cuando terminó la semana Javier bajó a recepción y solicitó la cuenta. Se prometió durante años no mirar el número bajo la última suma. No le sorprendió ver a todo el servicio dispuesto a despedirle. Sonrientes, peinados, con el uniforme de la casa y dibujando una muralla de amabilidad difícil, muy difícil, de sortear.





miércoles, 4 de mayo de 2011

Del poder de la literatura

Quién le pone el cascabel al gato, de Ignacio Noé




Andaban los ratones discutiendo quién le ponía el cascabel al gato cuando se ofreció voluntaria una ratona letrada y marisabidilla. Ocultando tras de sí la esquila, se acercó al gato y, ante el estupor de éste, comenzó a narrarle la historia de aquella muchacha, de nombre Sherezade, que casó con un rey despechado. El nerviosismo inicial de la ratona se fue disipando al observar la sonrisa del minino, que esperaba a que ella, al llegar al momento culminante de su narración, paladeara el triunfo.


—Lástima que la diversión previa a la cena no exija siempre tan poco esfuerzo por mi parte —piensa mientras la sorprende con un zarpazo y la engulle de un bocado.
 

lunes, 2 de mayo de 2011

La Cazadora

Era un aroma extraño, no era perfume ni colonia, no era jabón ni crema, ni siquiera era champú; era un olor dulce, muy dulce, sin llegar a ser empalagoso. Lucas, inquieto, buscaba a su alrededor la fuente de aquella fragancia perturbadora, imaginó que así debería oler la ambrosía,  se movió con rapidez entre la gente, sin entender por qué nadie más lo acompañaba en su búsqueda, y al cruzar por una esquina encontró que su nariz sentía el aroma con mayor intensidad, se estaba acercando al ser que olía tan deliciosamente; sí, ahora sabía que aquel olor no podría provenir de una comida, ni siquiera de la de los dioses, provendría de un ángel tal vez, seguro, tenía que ser un ángel. En el momento en que la vio, entre el tumulto, Lucas palideció, se sintió mareado, sólo la veía de perfil y, aunque no tenía alas, sabía que ella era su ángel; se encontraba a escasos cuatro metros, y las piernas le temblaban mientras seguía, valiente, sorteando gente en su camino rumbo al ser más hermoso que jamás imaginó. Su mirada estaba encallada en el rostro de la aromática mujer mientras ésta, quieta, parecía esperar a alguien; el corazón de Lucas empezó a palpitar con extraordinaria rapidez cuando, apenas a metro y medio de su angelical dama, vio que ella giraba su rostro hacia él. Y fue así cómo, cuando su mirada fija se encontró con la de ella, sintió que su alma lo abandonaba, sin pedirle permiso, sin pedirle perdón, salió a través de su mirada y fue a buscar, como imantada, a su nueva dueña, quien habiendo encontrado lo que esperaba, giró sobre sí misma y desapareció entre la muchedumbre.

domingo, 1 de mayo de 2011

A oscuras.



Cuando recobré el conocimiento escuché el sonido de una respiración agitada, estaba a oscuras, mojada... completamente mojada de una sustancia pegajosa. Palpé para saber qué había alrededor y aparte de aquél líquido pegajoso que desprendía un olor desagradable, me encontré con trozos de algo con pequeños agujeros a veces, otros con surcos... por más que intentaba acercarlo a mis ojos no podía ver qué era aquello. Empecé a sentir angustia, frío... mucho frío, de nada me servía mi preciosa capa roja, ahora mojada hasta me molestaba, pesaba demasiado. De repente luz y con aquella luz... el aullido.


Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)


1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.

2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.

3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.

4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.

5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.

6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.

7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.

8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.

9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.

10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.


Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.