Daniel Galantz es un fantástico humorista gráfico que los que siguen este blog ya conocerán. Para los que no lo conozcan recomiendo que visitéis su blog GALANTZ.

Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.

¡Gracias Daniel!

viernes, 30 de septiembre de 2011

Sin mi


El sol brilla tan fuerte que solo ha podido levantarse mi sombra. Tumbada aún en la cama, con el calor pegado a mi cuerpo, la observo moverse, libre de mi, ágil. Salta por la habitación, gira, vuela y desaparece por el pasillo.
La oigo en la cocina, me llega el olor del café y del pan tostado. Desayuna y regresa a la habitación, pasa al baño y se ducha. Canta mejor que yo.
Finalmente se acerca a mi, junta las puntas de nuestros pies, los separa y se va. Descalza.

miércoles, 28 de septiembre de 2011

Además me voy a chivar a mis padres

- Además me voy a chivar a mis padres.
El pequeño Alex salió llorando de la habitación y a la canguro se le pasó por la cabeza ir tras él, pero rápidamente se dio cuenta de que ya era tarde. Ella estaba haciendo algo sucio e indecente y él lo había visto todo. Probablemente quedaría marcado para siempre. Pensó en lo buenas personas que eran los padres de Alex. Pensó también en que iba a tener que buscar un trabajo nuevo. Y se sintió muy mal. Pero de todas maneras, todavía faltaba un rato para que la película se descargara, así que aprovechó para masturbarse.

martes, 27 de septiembre de 2011

Influencias musicales

Tras una noche de desfase, Joaquín Sabina conducía su coche por las calles del barrio, sin percatarse de que su velocidad no era la más adecuada. También, tras el concierto, estuvieron de copas los Dire Straits. En este caso, era un monovolumen su transporte hacia el hotel. Fue tremendo el pasmo que se pegó la pobre embarazada que por allí paseaba, al ser testigo de la colisión entre los dos vehículos. Tras ser atendida de urgencias dio a luz un bello y calvo niño.
"¿Qué nombre le pondrá al niño, señora?"
Entre sudores la mujer contestó: "Pensaba llamarle Ernesto, pero tras lo de esta noche le pondré Adolfo. Si. Le pondré Adolfito.
Desde entonces, al niño, para abreviar, lo llamaron Fito.

Torcuato González Toval.

Contrapunto

Sordo a las habladurías, impune a la sed de venganza, orgulloso de ser la piedra del escándalo, alimentaba su fama el lobo feroz.
Certero en la puntería, indolente a la muerte, orgulloso de ser el redentor del bosque, alimentaba su fama el cazador.

Tras sus pasos

Lunes. Salió de casa, torció a la derecha y paró en el quiosco.
Martes. Tiró calle abajo, todo recto, hasta llegar a la plaza.
Miércoles. Se entretuvo en el portal con un vecino.
Jueves. Llovía y fue corriendo hasta la parada de autobús.
Viernes. Fue directo a la oficina.
Sábado. Quedó con unos amigos en el bar de Pancho.
Domingo. No salió de casa. Fue el único día que no se encontró con ella.
Él duda entre el destino y la casualidad.
Ella empieza a cansarse de seguir sus pasos.
 

lunes, 26 de septiembre de 2011

COSAS DE LA ORATORIA Y LA ERUDICIÓN.

El joven estudiante de filosofía recibió como huesped al amigo oriundo de su villa campesina. Ése día iban por un pasillo que anunciaba que se sostendría una conferencia magna ,impartida por un filósofo prestigiado.
El joven visitante le preguntó a su amigo el universitario por el significado de éstas rimbonbantes palabras, el estudiante tranquilamente respondió.---Es un habliche que va a tirar una ñáñara.---

sábado, 24 de septiembre de 2011

Hurtada

La guarde en el rincón más profundo, busqué las cadenas más seguras, puro acero de la mejor calidad; de ellas era imposible escapar. La até muy corta, jamás abandonaría ese lugar oscuro y olvidado. Demasiados habían caído por nombrarla, tantos muertos en su nombre, miles de inútiles páginas escritas para hablar de ella. Nunca más, se acabó, la capturé por fin; se terminaron las tragedias en su honor.
Jamás revelaré donde he guardado la palabra RELIGIÓN.

EVIDENCIA.

Cuando el investigador hacía las pesquisas para indagar quién era el que andaba robando por el vecindario se sorprendió cuando el dueño de la casa de la esquina afirmó poder demostrar quien era el ladrón.

---¿Cual prueba tiene usted?---

---Una fotografía del ratero entrando por mi ventana.----

----¿Y que cosa es una fotografía señor Kodak?

viernes, 23 de septiembre de 2011

LOS PRESAGIOS NEGROS DE UN GOYA

De un tiempo a esta parte siento que nuestra convivencia ha perdido algo, y lo peor es que tengo un mal presentimiento; ya sé que vas a argumentar con la velocidad de las balas que ese tipo de pálpitos no es frecuente entre nosotros, pero tú tienes derecho a saberlo y yo a decírtelo. Cuando irrumpí en tu vida, un día frío de invierno, me hiciste sentir especial; formábamos una pareja atractiva más gracias a tus encantos que a los míos justo es reconocerlo, una unión sólida a los ojos del mundo.
Recuerdo con cariño aquellos primeros días, tus caricias, tus besos, la musicalidad de tu voz hablando de mí con ese orgullo mal disimulado y tu risa, esa cascada fresca que llenaba el aire. Tras la euforia inicial en la que sólo estabas feliz a mi lado, los arrumacos fueron disminuyendo aunque tus miradas cómplices me mantenían en vilo. Después tus rodajes, tus ensayos, tu mundo de película se interpuso entre los dos.
Ahora mis más negros augurios me susurran que pronto otro ocupará mi lugar relegándome a un rincón en tus más bellos recuerdos. No pretendo emular tus excepcionales dotes dramáticas, esas que vuelven loca a la crítica y que ahora te han puesto en el disparadero hacia el estrellato, pero estoy seguro que pronto conquistarás el corazón de miles de espectadores, y un día, casi sin darte cuenta, estarás en el punto de mira del individuo más brillante y deseado de tu profesión.
Aunque siempre me quedará la satisfacción de haber sido el primero, Óscar, con su pátina dorada, su estilizada figura y su encanto, siempre sabrá que fue a mí, a mi rostro pensativo y a mi fosco cabello al primero que besaste, y eso sé por experiencia que duele mucho, demasiado.

Paloma Hidalgo Díez
http://unlibroesunjardndebolsillo.blogspot.com

jueves, 22 de septiembre de 2011

El sepulturero

Cuando dio su última palada, descubrió cómo la mano de su hijo todavía removía la tierra.

miércoles, 21 de septiembre de 2011

VENUS SHOCK.

El buzo encontró los brazos de la Venus de Milo, y ahí mismo comprendió que algún moralista extremo del pasado la había mutilado debido a que con ambas manos hacía la obscena señal del dedo.

Culpable

¡Culpable! Fue la sentencia que escuché de sus labios. Los fundamentos no podían ser mejores. Fueron pocas palabras y la Prueba, contundente. El proceso se había desenvuelto respetando todos sus estadios, las formas guardadas, las réplicas no existieron. ¡Qué podía decir yo! Sin demoras, la notificación fue expresa y formal. La dijo a “viva voce”, eterna sería mi condena: Debería amarlo para siempre. . . 

lunes, 19 de septiembre de 2011

CON UN PAR


Durante la cena, mi hijo le preguntó a su padre por qué la mamá de su amigo Borja trabajaba y yo no. Él dejó un momento de atender al partido de fútbol que daban por televisión y le contestó que en aquella casa era suficiente con que uno trabajara.

Esta mañana, antes de salir, le he dejado una nota a mi marido, sujeta con dos imanes a la puerta del frigorífico.

“Como veo que tú sólo te bastas, durante unos días, no hago las camas, no paso la aspiradora, no limpio el polvo, no friego los suelos, no pongo la lavadora ni el lavavajillas, no tiendo la ropa, no plancho, no hago la compra, tampoco la comida, no enseño Lengua ni Matemáticas, no curo heridas, no llevo ni voy a por el niño al colegio. ME VOY DE VACACIONES.

P.D. Encima del aparador, te he dejado el número de teléfono de la asistenta de la mamá de Borja por si te ves un poco agobiado. Ella estará encantada de hacerlo todo. Cobrando, claro”.
Marisa.

LA ESPAÑA PROFUNDA

Ya no quedaba aire que respirar en la casa, ni tardes que compartir en el pueblo, todo estaba muerto, hasta la cigüeña del campanario.

Abrió la puerta del armario mientras sus bisagras gritaban la intrusión y entre el olor a alcanfor rescató unas blusas amarilleadas por el tiempo y unas faldas hartas de esperar la ocasión; las metió en esa maleta llena de sueños que vivía debajo de la cama y bajó los crujientes peldaños de madera que le conducían a la cocina.

- Padre, me voy, - él siguió comiendo sin levantar la cabeza del plato.

Ella permaneció largo rato en el quicio de la puerta, esperando un beso, un “no te vayas”, un milagro…

Después se alejó lentamente sin mirar atrás, ni siquiera se volvió cuando oyó cargar la escopeta de su padre apuntando a su espalda.

domingo, 18 de septiembre de 2011

El azar en la caseta de la luz


Lo veo cuando voy al trabajo. A esa hora, en esta época del año, la vereda es sombría y húmeda y el hombre suele estar sentado en la vereda del hotel cerrado, fumando quizás el primer cigarrillo. Detrás, en la estrechez del nicho sin medidores, su cama: un revoltijo de trapos y bolsas.
De su vida conozco varias cosas: que fue a la universidad, que solía jugar al ajedrez, que vivió muchos años en Estados Unidos, que tuvo esposa pero no hijos; también, que cuida coches, que se baña en la estación de servicio, que los del mercado le dan comida, que desde la primavera vive allí, cerca del Bingo.
¿A que duro hasta las primeras heladas? —desafió, fiel a su vicio, al reportero que lo entrevistó para el diario. 

sábado, 17 de septiembre de 2011

Creación



Ahí fuera había mucho ruido, casi estábamos acostumbrados, al fin y al cabo, convivíamos desde hace mucho con él. No sabíamos que gradualmente nos estaba dejando sordos, sin capacidad para escuchar nuevos sonidos.

Un día, agobiados e impotentes por esa situación, decidimos compartir por lo que estábamos pasando. No podíamos hablar porque no se nos escuchaba, por lo que nos limitamos a sentarnos en círculo, darnos la mano como signo de comprensión, cerrar los ojos y escuchar. Poco a poco, como si fuera algo mágico, empezamos a oír nuestros propios sonidos ¡Estábamos vivos!. Y con los ojos cerrados, nos dimos cuenta de que escuchándonos teníamos la capacidad de visualizar un nuevo mundo, diferente.

Lo realmente sorprendente fue que, al abrir los ojos, ese mundo que imaginamos se había hecho realidad.
 
 

Desordenes

Mi vida se ha desordenado en un abrir y cerrar de ojos, antes de dormir ella estaba a mi lado y cuando desperté se había marchado. Con sus palabras escritas en rojo sobre mi agenda me destrozó el ánimo y quiso la vida dejarme sin recuerdos e ilusiones. Eso lo sabe mi director, y aunque me ha ayudado, no hay día en que me recuerde que el artículo pasado siempre es mejor que el actual. Que mi nombre se devalúa y que por este camino voy derecho al vacío. Tres días más y me despide, eso dice. En mi casa no es mucho mejor, desde que vivo una soledad cargada de sufrimientos, el olor a rosas ha dado paso a la peste del tabaco, a los restos de comida y al pollo en el horno, único recuerdo de su existencia. Mi amiga, mi hermana, que vino a visitarme quiere poner remedio, me enviará a su asistenta, no es cara y es la mar de eficiente. Si consigue purificar el aire que respiro, le preguntaré: “¿Qué tal escribes?”

Nicolás Jarque

viernes, 16 de septiembre de 2011

CREYENTE.

Pegadito a la orilla de la cama y tomándole la mano al viejo estaba el joven poeta, como debe ser cuando se muere el padre querido.
El enfermo hacía esfuerzos para restarle dramatismo a la condena de muerte que le había puesto el médico cuando le dijo : ---Incurable.---
Pero no había que cargarle culpas al amigo doctor, el únicamente comprobó lo que el cuerpo venía avisándole desde final del verano. Se acaban sus últimos quince minutos. Con ésta expresión solía hablar de sí mismo a diestra y siniestra. ---Hombre, para los quince minutos que me quedan, habríamos de veranear en la playa.--- O, el clásico: ---A mi no me hablen de colesterol que para los quince minutos que me quedan, mejor me sirvo más lomo en piña y lo bajo con champán.---
Y así llevaba veinte años hablando de los últimos quince, pero parece ser que ésta vez era real, pues no solo estaban ahí el hijo y todos los hermanos, sino hasta los buitres podían verse en el árbol del jardín como haciéndole guardia. ---Vean el instinto de éstos pajarracos, detectan la muerte y no se van ni porque los atacan los gatos. Que manejo tan magistral del conteo regresivo.--- Y carcajada de todos ante su gran humor negro.
---Pásame más vino hijo, que se me seca la garganta---

---Tranquilo padre no le vaya a hacer daño, no abuse que está enfermo.---

----Pues por éso sírvanme más que me está sentando muy bien, y para los quince minutos que me quedan, mejor alegre que morir de un coraje.---

Y quien le decía que no.
Y ya al calor de más copas y risas le gritó al médico que estaba despedido, en tono gracioso desde luego, y el médico para acentuar el chiste exageró su salida metiéndose al baño y dando un portazo. Pero una vez ahí encerrado se puso una toalla contra la cara para ocultar el llanto por su amigo que moría. Y con las risas en la habitación nadie escucho sus gemidos. El si sabía que ésta fiesta era en realidad un rito fúnebre.
Ahora el moribundo tomó las manos del hijo con las suyas y le empezó a decir que no estuviése triste, que ahora que se iba como que se daba cuenta que podía haberse equivocado a través de toda su vida de ateo, y que quizás sí existía un más allá, como que ahora lo sentía, y que todo era cuestión de un momento más en la existencia, y más tarde se estarían reuniendo en la vida eterna.
El hijo le miró con malicia y le dijo ---No cabe duda que usted es mañoso para consolarlo a uno. Usted y yo bien sabemos que en cuanto muera se acabó y se queda en off para siempre, y ahora se quiere aprovechar de que bebimos para ablandarme con una vida eterna. Además que aquí ya nadie le cree lo de que se muere, mucho menos yo.---

El viejo actor celebró que su hijo no le creyese el engaño que intentó.
Un par de horas después expiró con una sonrisa, y todos respetaron su deseo de no hacer dramas y seguir festejando sin él cuando llegara su momento.

El hijo se calló haber sido siempre un creyente, no en alguna religión , pero sí en que somos parte de algo más grande, llaménlo como quieran, y ésto jamás se lo dijo al viejo para que no lo convenciera de otra cosa.

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Ecosistema

Tras ignorar durante años las reiteradas quejas expuestas por diferentes asociaciones vecinales, el Ayuntamiento decidió tomar medidas para atajar la plaga de palomas que infestaba la capital.
Algunos ancianos aprovecharon esos días para despedirse de ellas, y lanzarles sus últimas migajas de pan antes de que una empresa privada capturase a las molestas aves y las trasladara hasta un pueblo abandonado lejos de la urbe.
Felices por la desaparición de excrementos y plumas, los habitantes reemprendieron su rutina diaria sin percatarse de las nuevas criaturas que comenzaban a ocupar el espacio desalojado. Al principio, instaladas únicamente en las iglesias, pasaron desapercibidas mientras su número aumentaba de forma considerable. Pero con el transcurso de los meses, invadieron también las cornisas de edificios aledaños.
Resultaba imposible alzar los ojos sin sentirse sobrecogido ante la visión de todas aquellas gárgolas, que campaban a sus anchas en los tejados con actitud amenazante.
Ya nadie se atrevía a pasear después del atardecer, y la mayoría de la gente se desplazaba protegida en el interior de sus vehículos por miedo a ser atacada.Cuando los grotescos seres abandonaron sus posiciones y descendieron hasta el suelo, cundió el pánico. Un gabinete de crisis constituido por tres biólogos, cuatro arquitectos y un sacerdote, decidió que la única manera de resguardar a la población era evacuando la ciudad. El nuevo destino fue un pueblo abandonado, lejos de la urbe, y poblado únicamente por majestuosas palomas.


Sólo una vez

-Abre los ojos –y un golpe en la cara me incitó a obedecer.
Desde que me habían secuestrado, atado, amordazado y tapado los ojos, había entrado en un estado cercano al sueño, en una monotonía que no tenía fin pero que parecía que tenía horarios: los marcados por las palabras que llegaban a mis oídos. Come, ve al baño, hueles mal, bebe ahora, duerme, ahora no,…
-Abre los ojos –y me cruzó la cara de nuevo.
Mi mirada se posó entonces sobre el rostro que durante días se me había estado ocultando.
-Hola, guapo –dijo-. He pensado que te gustaría estar consciente, que me agradecerías poder vivir este momento tan importante en tu vida.
Aquello no me gustó. Los discursos nunca son una buena señal, nunca en mi trabajo.
-Vas a morir, amigo, pero… como sólo se muere una vez, no puedes perdértelo. ¿No crees?
La frase era buena y el compañero sabía representar su papel. Aunque ya la hubiese repetido muchas veces a lo largo de su vida, tuve que admitir que le ponía sentimiento. Un bonito detalle por su parte; siempre es mejor morir en manos de un profesional, porque si es realmente bueno puede que lo último que hagas en esta vida sea admirarlo.
Por otra parte, mi papel era bastante más simple. Sólo tenia que quedarme con las ganas de escupirle a la cara y darle una patada en los huevos.

domingo, 11 de septiembre de 2011

Compadres

Los ojos de Ramón brillaban como el carbón encendido. No era un paisano malo, pero esa mirada centelleante hacía torcer la jeta a más de uno. En silencio, desde el fondo de la barraca mal iluminada por un quinqué a kerosene, Ramón escrutaba a su mujer, que asistía a la esposa de su compadre a parir su primer cachorro. Entre esos cuatro no había vergüenzas ni intimidades, una confianza de años de campo los hermanaba. El grito dolorido de la mujer anunció la llegada del crío, y en el fulgor de sus ojos, el crío delató a su padre. Después todo fue aullidos y rojo.

jueves, 8 de septiembre de 2011

IDEAS RARAS


Anoche dijo él mientras bajaba el volumen de las bocinas: "Es una semiautomática, calibre... de nueve milímetros para arriba", ella respondió: "Así se escuchó cuando mataron al comandante frente a nuestra camioneta. Luego un alarido, y después un gemido animal que se le fue ahogando en la sangre"

Yo me callé, esperando en vano las sirenas de patrulla y de ambulancia. Me llegaron ideas raras, de acumular latas y botellones, de vender mis muebles y alistar una maleta, de ordenar mis documentos, de tramitar pasaportes, de aprender artes marciales, de comprar una pistola, de posponer a mis hijos, de fugarme hacia la sierra. ¡Este cuerpo comodino defrauda mi propia causa y a la Patria ni se diga!


miércoles, 7 de septiembre de 2011

CARA Y CRUZ

 


            El niño mitigaba su aburrimiento lanzando repetidamente al aire una moneda, caída de la cornucopia de Tyké. Empeñado en emular a su hermanastro Apolo, trataba de adivinar, sin mucho éxito, la cara que mostraría aquella pieza de oro en cada tirada. Zeus, malhumorado, interrumpió su juego para advertirle de que en cada lanzamiento, en apariencia inocente, estaba despertando en los mortales una dramática batalla interior entre sus facetas opuestas. La maldad hacía presa en los más virtuosos, el miedo doblegaba el coraje de valientes soldados, los honestos cedían a la corrupción, los pacíficos ardían de ira, y los sumisos esclavos se proclamaban libres espada en mano. El hombre se hallaba a merced de aquellos rasgos propios que ocultaba al mundo. 

             El pequeño Ares guardó la moneda pero retuvo lo acontecido en su memoria hasta que ocupó su legítimo lugar en el Olimpo. Como dios de la guerra, utilizaría su poder para que los mortales, tratando de escapar de la dualidad que les atormentaba, creyeran haber expulsado al enemigo interior fuera de su cuerpo, por el simple hecho de convertir a sus congéneres en el objeto de todos sus odios y sus miedos.  

Pedro Alonso.

Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)


1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.

2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.

3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.

4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.

5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.

6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.

7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.

8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.

9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.

10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.


Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.