Daniel Galantz es un fantástico humorista gráfico que los que siguen este blog ya conocerán. Para los que no lo conozcan recomiendo que visitéis su blog GALANTZ.

Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.

¡Gracias Daniel!

domingo, 19 de diciembre de 2010

Fallecimiento (nanorrelato)

La vida sigue.
Pero ya no es la misma.

Belén Lorenzo

10 comentarios:

puri.menaya dijo...

Muy bonito, Belén. Y real, como la vida, como la muerte. Sigue la vida, pero falta algo.

Pilar dijo...

Triste. Bello y triste.
Un beso, Belén

Puck dijo...

Te lo dije en su momento y te lo repito. Me encanta.
SAludillos

Unknown dijo...

Preciosa observación.
El cambio es una eterna constante.

Unknown dijo...

No hay caso Belén, seguís emocionándome. ¿Me permitís llevármelo a mi sección nanorrelatos de mis amigos?
Date una vuelta por mi blog, si no te agrada lo quito inmediatamente.
Un beso

artistalight dijo...

Incereible tanta verdad, tristeza y nostalgia en 9 palabras. Un abrazo Belén

Kum* dijo...

Venga, pues como aquí no está Zoë y no te puedo chingar con la música... discrepo con el relato.

Es genial. Ferpecto. Precioso.

Pero no, la vida es la misma. Sos vos quien no la ve igual.

Nuestras muertes le dan igual a "la vida".

Un beso, mi querida maestra. Eres genial. Pero, sin Zoë... no es lo mismo.

Luisa Hurtado González dijo...

y....por otro lado, menos mal que cambia, que es otra, que se mueve, que nos mueve.....
Bonito nano, Luisa.

Belén Lorenzo dijo...

Puri: muchas gracias. Las cosas no pueden ser iguales cuando falta algo, no sería justo.

Cartaphilus: gracias, otro beso para ti.

Puck: gracias por acercarte de nuevo a este texto.

Carlos: sí, el hecho de que todo cambie es una constante irónica!

Patricia: al contratio, te agradezco tus palabras y tu interés por el texto, puedes llevártelo sin problemas!

Artistalight: gracias, a veces basta sólo con remover lo que hay por dentro, y por suerte o por desgracia, para eso no se necesita muchas palabras...

Kum*: eres tremendo :o) Gracias por ampliar la perspectiva, es otra forma de entenderlo. Tengo que meditarlo con Zoë, a ver qué me sugiere :oP

Luisa: sí, tienes razón, al final la propia vida se encarga de que nos movamos y avancemos. No tendría sentido que fuera de otra manera.

Muchísimas gracias a todos por los comentarios. Un abrazo para cada uno.

Towanda dijo...

¡Qué razón tienen esas palabras cuando te falta alguien!. Sigue la vida pero con las ausencias...

Un beso.

Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)


1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.

2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.

3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.

4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.

5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.

6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.

7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.

8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.

9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.

10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.


Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.