Lanzo la vista hacia el infinito. Vacío. Un enorme abismo del que no puedo vislumbrar el final. No sé qué vendrá después. No sé si estarás conmigo. Nada sé ahora. No sé siquiera si, apurada, seguirás caminando por aquel camino irregular que decidiste tomar; si mi nombre susurrará en tu pequeña cabeza. Incertidumbre, duda. Es horrible, lo sé. Certezas, pocas. Claras solo una; cada día, al levantarme, sonreiré pensando que en algún lugar del mundo, antes de cerrar los ojos cada noche, dedicarás unos segundos de tu ajetreada vida en un intento de rememorar las palabras que nos regalamos aquel día pero que solo el viento puede recordar.
Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.
¡Gracias Daniel!
viernes, 24 de diciembre de 2010
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Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)
1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.
2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.
3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.
4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.
5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.
6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.
7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.
8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.
9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.
10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.
Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.
3 comentarios:
Si algún día el viento pudiera contar todo lo que sabe...
Muy bonito Javier.
Qué preciosidad de relato, Javier.
Un 10!
Siempre en algún lugar del mundo hay alguien que ha compartido cosas con nosotros, tales como el primer amor, la primera travesura y tantas cosas vividas, siempre hay alguien a quien el viento le susurra recuerdos... Feliz Navidad y un abrazo :)
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