Daniel Galantz es un fantástico humorista gráfico que los que siguen este blog ya conocerán. Para los que no lo conozcan recomiendo que visitéis su blog GALANTZ.

Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.

¡Gracias Daniel!

sábado, 18 de diciembre de 2010

El rey del mundo

La Madre, mujer sabia donde las haya, a falta de cariño y de bienes materiales, me dejó como legado un consejo: "Con los brazos abiertos, en cruz, y con los dedos bien separados, así es como tienes que ir por la vida" Tremendo consejo Madre, pensé, si es que un niño de tres años puede pensar algo para dentro. Con el tiempo fui haciendo gestiones con este legado y me di cuenta de su gran valor. Empecé a extender mis brazos y mis manos, dejando que el viento corra entre mis dedos y cree corrientes nuevas. Que el agua empape mis manos y me haga cosquillas. Que se ensucien mis dedos con las paredes, tanto como las limpio al, apenas, rozarlas. Los brazos abiertos, que es como abrazan y sienten cariños. Para asir y sujetar y apoyarse a los seres queridos. Para sentir el calor que desprende la tierra en verano. Para dejar que se enreden en ti las sensaciones y los problemas terminen fluyendo.
Y para sentir, como ahora siento en la proa de este enorme barco, este viento tan gélido.



bicefalepena

7 comentarios:

Carlos V. dijo...

Muy buen consejo te dió tu madre. Pocas lo canalizan de la manera en que tú lo haces.

Javier Domingo dijo...

en verdad son sabias,
muy bueno

Luisa Hurtado González dijo...

La vida, de momento, parece que es sólo una. Por eso hay que vivirla a tope, sin miedo, con los brazos abiertos dispuestos a vivirlo todo todo el tiempo.
Si después hay más vidas.....pues ...las viviremos de la misma manera.

Unknown dijo...

No me canso de releer este micro. Sabia Madre, y sabio el hijo que supo interpretar tan felizmente el consejo.

Un beso

Unknown dijo...

P.D. Por mucho que nos aferren a otro ser, por fuerte que sean los vientos.

Towanda dijo...

El consejo que le fue legado le sirvió de vitamina para el alma...
¡Enhorabuena! porque esos consejos de nuestras madres que, en ocasiones no hacemos caso, lo son.

Un abrazo.

puri.menaya dijo...

Un relato precioso, seguiré tu consejo, iré con los brazos abiertos para abrazar al mundo.

Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)


1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.

2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.

3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.

4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.

5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.

6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.

7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.

8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.

9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.

10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.


Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.