No pensé que fuera tan honrado el cocodrilo. Apenás dejó su cama hecha, fue a contarle sus sueños a la débil piraña. En ese momento soltó sus lágrimas. La piraña sin embargo eructó.
Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.
¡Gracias Daniel!
sábado, 11 de diciembre de 2010
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Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)
1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.
2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.
3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.
4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.
5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.
6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.
7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.
8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.
9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.
10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.
Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.
9 comentarios:
Es que todos sabemos lo sensibles que son los cocodrilos :) pero a las pirañas las conocemos poco, ya sabemos al menos que no son muy educadas que digamos, me encantó tu escrito, es divertido :)
Que más podía hacer ante lágrimas de cocodrilo.
Está divertido, sobre todo porque el final lógico hubiera sido que eructara el cocodrilo así que.. desde luego.. si es honrado! Un besito
¡Vaya cambio de papeles!. Un cocodrilo sensible y una piraña maleducada... Bueno y breve.
Felicidades.
Encantadoras confidencias... espero que cuando le llore a alguien no me eructe en la cara ;)
Me encanta que el cocodrilo haga la cama.
Un beso Adivín
Tal parece que las lágrimas de cocodrilo merecen el desprecio hasta de las pirañas. Y sin embargo este a mí me suena sincero...
Un beso Adivín.
Pobres lágirmas de cocodrilo, nadie les hace caso. Muy divertido el final, no me esperaba el eructo de la piraña.
Simpático el relato y muy original.
Bicos muchos.
Muy divertido. La naturaleza es muy sabia y la piraña muy rápida: no se puede luchar en su contra.
Un abrazo
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