Mi abuelita me presentaba ante sus amigas como un ángel.
A renglón seguido añadía: — oscuro.
Yo les respondía con una mirada llena de dulzura.
Ellas me observaban con el ceño fruncido y un mohín de inquietud, no sé por qué. Le he preguntado muchas veces a mi abuelita pero siempre me ha respondido con evasivas y sin mirarme a los ojos. Ayer noche tomándola de las manos, le volví a preguntar y ante mi insistencia, con gesto de dolor, me confesó que no sabía porqué lo decía. Entonces le di la oportunidad de averiguarlo. A estas horas ya debe de estar en el cielo.
Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.
¡Gracias Daniel!
sábado, 6 de noviembre de 2010
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Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)
1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.
2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.
3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.
4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.
5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.
6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.
7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.
8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.
9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.
10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.
Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.
6 comentarios:
Me pregunto si la abuela tenía un sexto sentido o ella misma con el añadido oscureció al ángel... que nunca se sabe.
Me gusta mucho el relato, como te va llevando y te clava el puñal al final.
Un abrazo
Sólo la abuela sabe a donde fué a parar.
Gracias Anita.
Supongo que tendría un sexto sentido.
Carlos. Vete tú a saber donde estará ahora la abuelita
Gracias Anita.
Supongo que tendría un sexto sentido.
Carlos. Vete tú a saber donde estará ahora la abuelita
El hecho de haber mandado a la abuelita al cielo :S ya nos da la seguridad de que no es oscuro, es negro perdido!. Me pareció hermoso la forma de contarlo :)
Genial final. Con lo tierno que parecía el principio... Saludillos angelicales
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