Daniel Galantz es un fantástico humorista gráfico que los que siguen este blog ya conocerán. Para los que no lo conozcan recomiendo que visitéis su blog GALANTZ.

Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.

¡Gracias Daniel!

miércoles, 24 de noviembre de 2010

SUERTE

- Aquí las deudas se pagan con la suerte - me dijo

Nunca he sido supersticiosa. En mi vida sólo he tenido dos vicios, uno de ellos, el riesgo.


El mensaje dejaba clara la imposibilidad de no presentarse, así que, me preparé para la que podía ser mi ultima oportunidad. Para la ocasión, zapatos de tacón de aguja, carmín color rubí y pestañas postizas.

Una vez sentada, cerré los ojos y presioné el cañón del revólver contra mi sien. 
Sólo fui capaz de recordar a mi madre y cerrar el puño de mi mano izquierda con todas mis fuerzas.
El tambor ya había girado sobre su eje aquella noche, así que, la suerte podía colocar en posición de disparo una recámara cargada o no.

Finalmente presioné el gatillo y ante la respuesta del silencio, mordí mis labios y me fui. 


Íngrid - Palabras clave

12 comentarios:

bicefalepena dijo...

Cuando la suerte es la mala suerte nada más se puede añadir.
Un abrazo

Daniel J. Hernández dijo...

Fatal Ingrid. Me dejaste con la intriga.
Sigo tu blog.
Un beso.

artistalight dijo...

No creo que nunca fuera más esperado el silencio que en ese momento, Me gustó mucho la foma de contarlo :)

Unknown dijo...

Al escritor Graham Greene le gustaba la ruleta rusa para recibir sus cargas de adrenalina.
Nunca me quedó claro que lo tenía tan harto o tan aburrido.
Finalmente todo se torna en el interior de una mente un asunto tan personal, que tendría uno que vivirlo para saberlo.
Tu personaje al final recupera la oportunidad de seguir, y denota que la deseaba por su esmero en arreglarse.
Éstas ruletas siempre resultan un intenso trance.

Javier Domingo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Javier Domingo dijo...

dramatico y hermoso

Unknown dijo...

Me alegra que el personaje tenga una nueva oportunidad, aunque si uno de sus vicios es el riesgo...
Saludos cordiales

Puck dijo...

Yo ya me he imaginado al personaje volviendo al día siguiente.
Saludillos

Íngrid dijo...

Bicefalepena,
muchas grácias por el comentario.
besos

Daniel,
un placer tenerte en el blog.
besos

Artistalight,
cierto,el silencio estuvo de su parte.
Grácias por el apoyo.
besos

Carlos,
qué tendran los vicios que cuesta tanto dejarlos?
muchas grácias por comentar.
besos

Javier Domingo,
muchas grácias, me alegro que te gustara.
besos

Patricia,
... lo tiene mal, jeje..
grácias por el comentario.
besos

Puck,

jajajajaja...vuelve, vuelve seguro...
besitos

Unknown dijo...

Pérdida del sentido y valor de la vida.
Otra forma mas de las que ya existen.
Bicos y me gustó la forma de narrarlo.

Íngrid dijo...

grácias Carmela,
tienes razón, cuando se pierde el valor por algo, arriesgarlo no significa nada.

besitos

21 dijo...

Si esa suerte no es recuperada al ritmo de los acontecimientos, de nada habrá servido apostar.

Me gusta tu blog.
Un abrazo, Ingrid.

Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)


1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.

2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.

3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.

4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.

5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.

6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.

7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.

8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.

9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.

10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.


Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.