Daniel Galantz es un fantástico humorista gráfico que los que siguen este blog ya conocerán. Para los que no lo conozcan recomiendo que visitéis su blog GALANTZ.

Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.

¡Gracias Daniel!

lunes, 15 de noviembre de 2010

Espacio vital

Cuando camino por la calle, me divierte comprobar las distintas distancias corporales que marcamos sin darnos cuenta. Esto se nota especialmente en el transporte público. Por ejemplo, si eres el único pasajero y sube alguien, jamás se sentará a tu lado. De manera inconsciente, buscará un asiento libre que no esté demasiado lejos o excesivamente cerca. Es algo que he comprobado infinidad de veces, pero puedes hacer la prueba si quieres. Pues aún sabiendo que es totalmente imposible, siempre que la veo entrar espero contra todo pronóstico que se siente a mi lado. 

10 comentarios:

Torcuato dijo...

Buen comienzo, Belén.
Bienvenida.

Unknown dijo...

Comprendo que tu relato se refiera a una zona más o menos civilizada.
Cuando viví en la ciudad de México más de una vez salté de mi asiento en algún autobús casi vacío al grito que pegaba yo ¡ CUARENTA ASIENTOS LIBRES,Y BUSCA SENTARSE JUNTO AL MÍO!
Claro que ésta es una de las más de cientos de razones por las cuales me alejé hasta donde pude de ésa ciudad.

bicefalepena dijo...

Triste estudio. Siempre queda la excepción para confirmar la regla...
Buen relato.
Un abrazo

artistalight dijo...

Me gustó mucho Belén.

Claudia Sánchez dijo...

Muy bueno Belén!
Saludos!

puri.menaya dijo...

Me ha gustado Belén, espero que se siente a tu lado. Y si no te cambias de sitio y te pones tú a su lado...

Belén Lorenzo dijo...

Torcuato: gracias por la bienvenida y por darme la oportunidad de compartir aquí mis textos.

Carlos: sí, supongo que depende del lugar. Mi ciudad es muy pequeña, tanto que casi nos conocemos todos, así que sería un poco menos incómodo que se sentara alguien desconocido al lado.

Bicefalepena: muchas gracias. Es triste en la medida que nos aleja, pero como tú dices, puede haber excepciones interesantes. Es cuestión de probar.

Artistalight y Claudia: qué bueno, me alegra que les guste. Muchas gracias.

Puri: clcaro, pero... ¿y si sale corriendo? :o) Bueno, es cuestión de probar. Muchas gracias.

Un abrazo para cada uno, y muchísimas gracias por comentar mi primer texto aquí.

Anónimo dijo...

Me encantó belén! Qué bueno

Belén Lorenzo dijo...

Me alegro, Pablo, muchas gracias!

Unknown dijo...

El tiempo que hace que no subo a un transporte publico jaajaj.
Estupendo.

Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)


1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.

2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.

3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.

4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.

5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.

6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.

7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.

8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.

9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.

10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.


Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.