No sabe exactamente cuándo comenzó, no puede hacer la cuenta de cuantos años lleva despertándose todos los días exaltada a causa del mismo sueño, un sueño que es su agónico gran secreto, por lo espantosamente real, por lo macabro del acto que ejecuta en él. Noche tras noche asesina a su marido, le pone encima la almohada y la aprieta con fuerza, con firmeza sobre el indefenso rostro, y con un terrible disfrute espera a que su amada víctima deje al fin de luchar. Justo en ese momento, justo cuando se imagina el suspiro final ahogado por la almohada homicida; a la misma hora, que se repite como en un bucle, exactamente a las cinco y treinta y seis de la mañana; es cuando sudorosa y exhausta, cada día, se despierta María presta a preparar el desayuno de su amado.
Hoy por fin María tiene la certeza de que no volverá a tener ese horrible sueño, hoy a las seis y quince de la mañana sólo ella pudo escuchar el despertador de Antonio.
David Figueroa. http://relatosenlinea.blogspot.com/
Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.
¡Gracias Daniel!
martes, 2 de noviembre de 2010
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Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)
1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.
2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.
3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.
4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.
5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.
6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.
7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.
8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.
9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.
10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.
Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.
10 comentarios:
Buena forma de acabar con la pesadilla!
Un relato asfixiante, muy bien llevado David.
Un abrazo
Una contundente terapia para combatir el T.O.C. aunque imagino que no convalidada por la psicología tradicional.
El divorcio trae menos consecuencias que el asesinato.
Plan B: Poner el despertador más temprano.
¿Qué es lo que tienen los relatos de crimen que atrae a muchos a su lectura?
¿Somos acaso parcialmente monstruosos con morbosa contemplación del mal?
¿ O es en sí lo que atrae a la lectura el presenciar la muerte?
¿Dá ésto algún fruto maligno o solo entretiene?
¿O acaso como escritor basta que seamos un retratista que transmita de forma interesante?
Surgen así preguntas sin fin con éste relato tan impactante.
Gracias, Anita, espero que no lo tomes como lección para acabar con las pesadillas... ;)
Un abrazote.
Dr.Krapp, pues sí, no es una terapia aconsejable, gracias por pasarte.
Un saludo.
Carlos, me gusta tu plan B.
Buf, qué buenas preguntas!
Si algún día averiguas las respuestas me avisas!
Un saludo
David.
jaja..que bueno !
ya tardaba la pobre chica...
el morbo, la línea que traza la diferéncia entre el bien y el mal, lo obsesivo, lo aceptado y lo prohibido...
saludos
Hola, soy Antonio, me aseguraré de que ahora sueñe lo mismo...pero al revés.
Lo mato? me he perdido...ains.
Hoy estoy lela, me lo explicas?
Bicos.
Los caminos de la locura son insondables y tortuosos...
Suena bíblico eso de los sueños proféticos.
Muy buen microrrelato.
Un abrazo
Íngrid, gracias.
Bueno, la muerte es parte fundamental de la vida, es el fin de la vida (tangible por lo menos) y creo que es normal terminar relatos con la muerte. También pienso que no es morbo cuando es ficción. Qué es el bien y qué el mal? Es excitante sentirnos identificados con un asesino...
Un abrazo.
Antonio, dónde estás? qué fue de ti en realidad?
Un abrazo.
Carmela, el micro no te lo dice, te lo insinúa, dependiendo del lector la insinuación es más o menos directa, también caben otras posibilidades, como la muerte natural, o simplemente el abandono, a lo mejor no está muerto sino en coma en el hospital...
Un abrazo.
Quién sabe si María estaba recorriendo esos caminos, Bicefalepena, o los de la lucidez.
Un abrazo.
David.
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