El régimen que me había puesto el nutricionista me estaba alterando el sueño. Aquella noche, no podía dormir. Me levanté, fui al salón y miré por la ventana. Unos adolescentes bebían cerveza y comían patatas fritas. No me rebelé cuando mis pies me llevaron hasta a la cocina. Abrí el frigorífico, partí dos cuadraditos de chocolate y me los comí. Después regresé a la cama. Mi marido se había dado la vuelta y ocupaba mi sitio. Puse mi cabeza sobre su lado de la almohada y me dormí enseguida. Soñé que abrazaba a una compañera de trabajo y nos sorprendía el jefe cuando follábamos sobre la mesa de la sala de reuniones. Se quedó mirándonos hasta que terminamos y luego se puso encima de ella y comenzó a moverse arriba y abajo. Entonces era yo quien miraba. Desperté empapada de un deseo que no era el mío. Él seguía durmiendo en mi lado de la cama. Parecía feliz. Levanté las sábanas para observar el ángulo abultado de su entrepierna. Me acordé del carnicero, visitándome en sueños, con el cuchillo alzado sobre el trozo de carne, preguntándome cómo quería los filetes, mientras me seducía con su sonrisa que enseñaba el colmillo montado sobre el incisivo. Zarandeé a mi marido y lo saqué de mi sueño. Nos levantamos de malhumor. Desayunamos en silencio, mirándonos con recelo, mientras untábamos las tostadas con mantequilla y mermelada. Cuando abrió la puerta para irse a trabajar, rocé su mejilla con un beso y le di recuerdos para el marido de su compañera y para la mujer de su jefe. Él me devolvió el beso y fue a salir, pero se volvió en la puerta para decirme que los filetes del día anterior habían salido duros y que tal vez debería cambiar de carnicero. Luego se marchó y yo me quedé sola. Abrí el frigorífico, saqué el resto de la tableta de chocolate y me lo comí. Había decidido dejar el régimen. No merecía la pena arriesgar mi matrimonio para poder lucir ese biquini que vi en la tienda y que tanto me gustaba.
Lola Sanabria
http://lolasanabria.blogspot.com/
Lola Sanabria
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7 comentarios:
¿Qué sería del género humano sin nuestras fantasías? Quizá la tasa de natalidad bajara hasta un punto de quiebre.
Me ha encantado, si no te molesta visitaré tu blog.
Saludos cordiales!
En el mundo de los sueños pasan cosas increibles, que tratan de nivelar las angustias de nuestra vida, y a veces es de manera tan espeluznante que bien se guarda nuestra mente de no recordarlas :)
Así entonces, una simple ama de casa quizás sea en sueños una asesina en serie o una ninfómana incorregible :) Me gustó mucho y total qué importa que no quepa en el bikini :)
Bienvenida, Lola y felicidades. Me encanta leerte.
Un beso.
¡Vaya cruce de sueños! Lo que puede ocurrír al compartir el mismo colchón... y cambiar el sitio en la cama. Me gusta.
Patricia, cuando quieras puedes pasarte. Yo haré lo mismo con el tuyo.
Artistalight, yo también creo que en cualquier rincón puede haber un/a asesino/a.
Torcuato, gracias por enseñarme este camino.
Hola, Puri. Los cambios suelen traer consecuencias.
Puñado de besos a repartir.
Muy divertido este micro Lola, me encanta leerte.
Besos.
David.
Gracias David.
Besos apurando el año.
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