Daniel Galantz es un fantástico humorista gráfico que los que siguen este blog ya conocerán. Para los que no lo conozcan recomiendo que visitéis su blog GALANTZ.

Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.

¡Gracias Daniel!

miércoles, 5 de enero de 2011

Noche en la ferretería

Al bajar la persiana, comienza una intensa actividad en su interior. Los martillos saltan de la estantería y persiguen a los clavos hasta acorralarlos; los destornilladores se acoplan a los tornillos bailando a un lado y otro en un descontrolado frenesí; los serruchos acarician unos tarugos de madera y los taladros amenizan la velada con su sinfonía. Todos parecen contentos, salvo las tijeras que tras intentar limar asperezas deciden cortar por lo sano su relación con las que eran sus amigas y compañeras de vitrina, las limas. Y a la mañana siguiente, al subir la persiana, todo continúa en su sitio ordenadamente como si nada hubiera pasado. Todo menos una enamorada llave inglesa incapaz de separarse de su tuerca prometida.

10 comentarios:

Towanda dijo...

Un amor entre objetos de metal ¿por qué no?... Muy original y ¡romántico!.
Un abrazo

Unknown dijo...

Impresionado por las herramientas cobrando vida y además la orquestación presentada.
Retrataste muy bien el guateque del taller.

artistalight dijo...

Me pareció bello :) los tornillos bailando, siempre me encanta pensar que los objetos inanimados tienen vida cuando nadie los observa.

La Novia dijo...

Que bonito!!!!

La noche ferretera está que ardeeee!!!!!!

Saluditos

Torcuato dijo...

El amor puede al frío hierro.
Un abrazo, Indio.

Horacio Holiveira dijo...

Es uno de los blogs más interesantes que he encontrado por la "blogoesfera". Menudo lujo!

Luisa Hurtado González dijo...

Ferreteria Story??
Buen cuento para un día de reyes.

Anónimo dijo...

Me he imaginado cosas animadas después de ver Toy Story, pero nunca éstas, en una ferretería. Ingenioso. me alegra que hayas encontrado el amor también en este lugar.Mis saludos.

Puck dijo...

Me encanta!!!! Muy divertido y visual, me los he imaginado a modo dibujos animados jeje. Será la sobredosis de estos días navideños
Saludillos

Anita Dinamita dijo...

¿Y para escribir este micro te quedaste escondido una noche en la ferretería?
Me parece estupendo el broche final
saludos

Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)


1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.

2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.

3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.

4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.

5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.

6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.

7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.

8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.

9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.

10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.


Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.