Daniel Galantz es un fantástico humorista gráfico que los que siguen este blog ya conocerán. Para los que no lo conozcan recomiendo que visitéis su blog GALANTZ.

Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.

¡Gracias Daniel!

lunes, 27 de junio de 2011

En la ribera del Egremor

Eres un bastardo. Hijo de hombre y elfo que busca entre las montañas la pista última que le permita recuperar el reino perdido por sus antepasados mediante una treta. Portador de espada corta, arco, flechas de baobab y pequeños cuchillos de hoja plateada que brillan ante la amenaza de los vampiros de la estepa. No llevas casco pero sí una ligera cota de malla que te protege contra golpes de arma roma. Es de noche, has hecho un agujero en la tierra y esperas muy atento que llegue un nuevo día. Cenaste un par de liebres cazadas con ayuda de tu viejo perro. Ahora oyes un ruido, parece que está a tu izquierda. Sabes que si te dejas llevar por el pánico serás descubierto. Delante de ti un enorme muro de roca te impide la huida. A tu derecha el río caudaloso de Egremor donde los peces carnívoros hacen de sus aguas un infierno a dentelladas. Mala suerte. Sientes como tu corazón se acelera, te pones nervioso. No sabes qué hacer. Mierda de vida, ¿verdad?
Ahora tira los dados. BlogBooster-The most productive way for mobile blogging. BlogBooster is a multi-service blog editor for iPhone, Android, WebOs and your desktop

Hombre de acción

-¿Qué estoy haciendo aquí?- se preguntó el soldado al verse en el interior de una caja, como un ataúd, de un material duro y translúcido. No comprendía cómo lo habían encerrado ahí con la ametralladora en los brazos; no se atrevía a disparar con ella, seguramente se rompería los tímpanos, además desconocía la dureza del material que lo envolvía, por eso decidió sólo gritar y golpear las paredes próximas con furia. La respuesta, que no tardo en llegar,  fue una tortura perversa; su cubículo de repente empezó a girar, una luz cegadora lo invadió todo y la temperatura subió hasta arrebatarle toda el agua que contenía su bien moldeado cuerpo, sentía que se derretía, la presión dentro del cajón era insoportable, parecía a punto de estallar, cuando súbitamente el movimiento cesó, la luz se apagó y sonaron tres pitidos agudos. Pero lo que melló todas sus esperanzas, toda su fe, fue lo que escuchó a continuación; una voz femenina, lejana pero amplificada al máximo gritó: - ¡Armando, ya te he dicho mil veces que no juegues con el microondas!

FUTURO...¿FUTURO?



Su vida es como una melodía que ha perdido la solidez métrica de cada compás.
Su vida es regida métricamente al son del diapasón.
Sus notas moldeables bailan al son de sentimiento, de impulso momentáneo.
Sus notas bien claras y seguras marcan un son armonioso inquebrandable.
Le gusta que varíen según el día, el momento.
Le gusta la perfección, el orden invariable sin importa día, ni momento.
Se han sorprendido tocando la misma canción.
Han sentido atracción mutua siendo extremos melodiosos. 
Quizás sean como un imán con cara negativa y positiva. 
Y quizás corren el riesgo de no poder tocar nunca juntos.
Pero el destino ha querido que se hallan encontrado en la misma canción.
Ahora ella lucha con el diapasón y él por liberar alguna nota.
Futuro incierto donde él se quiere fundir y ella acoplar.
Futuro....¿futuro?, se preguntan mientras la canción sigue sonando descompasada...

Foto: Carmela

domingo, 26 de junio de 2011

Siempre me acordaré de ti.



Cuando vinieron de la funeraria para colocar al abuelo en la caja, todos se miraron extrañados al comprobar que alguien le había llenado de piedras los bolsillos de la chaqueta y del pantalón.
-"Perdona mamá...es que tú siempre me dijiste que cuando se mueren van al cielo, y yo no quiero que se vaya".
-"Pero hija, para qué quieres que se quede...él ya no está".
-"Bueno, hacemos que está durmiendo y todo resuelto...últimamente siempre estaba en la cama".
-"No cariño, hay que dejarle ir".
-"Está bien que se vaya, pero que no espere que vaya a visitarlo...esto de morirse de pronto no se hace...¿quien hablará conmigo, quien me contará cuentos...con quien hablaré yo?".
-"Me tienes a mi"-contestó la madre.
-"Ya"- dijo ella, recordando el "ahora estoy ocupada"que tan frecuentemente le decía.

Entonces suspiró y mirando el ataúd pensó;
"No te preocupes abuelo...aunque no estés, seguiré hablando contigo".


sábado, 25 de junio de 2011

Dejadme en paz...


Estaba harta de oír voces en su interior pero no podía decírselo a nadie porque ¿quién iba a creerla? Quería que esos sonidos salieran de su cabeza y por fin poder descansar en paz.
Tenía que hacer algo con qué conseguir silencio y reposo…
De nuevo, una vez más, esas voces que le llamaban.

Cerró los ojos dejándose llevar por el eco de las palabras; siguiéndolo con la mente; atravesando verjas, edificios, árboles, paredes… tan rápido como el sonido y sin tiempo de otear el paisaje. Cada vez, las voces más y más cerca.
Una habitación muy oscura, apenas iluminada por una vela, cerrada por una gran puerta y, al otro lado, seis personas siguiendo los movimientos de un vaso, con el dedo índice de sus manos…


-¿Estás ahí?... ¿Quieres mandarnos una señal de tu presencia?... ¡Manifiéstate!...
La vela, que alumbraba la estancia, se apagó de golpe emitiendo un silbido, rompiendo la magia del momento y una voz de ultratumba resonó en la estancia…
-¡¡¡Dejadme descansar en paz!!!...
A continuación una exhalación de aire helado cayó sobre las cabezas de los presentes…
En ese momento, las voces cesaron y pudo acomodarse nuevamente en su cajita de roble donde, ahora sí, comenzaría su sueño eterno…
...Hmmm... Silencio, ¡esto es vida!...


 Towanda

viernes, 24 de junio de 2011

La luna cansada


Y por primera vez desde hacía años, la luna se tapó los ojos para no ver lo que había debajo.

Brindis

Brindaron por los viejos tiempos.
Brindaron por lo que pudo haber sido.
Con dos copas de más
ellla le confesó que nunca le había olvidado
y él, que siempre la había querido.

A la mañana siguiente la vida siguió....

Puck

jueves, 23 de junio de 2011

Yo estuve ahí. Yo vi la luz hiriente en medio del campo deshabitado de humanos y animales. Era un páramo, pero sin embargo, no sé cómo, me impregné de la bola roja que apareció en el horizonte. En ese momento yo fui luz. Luego, tomé el pincel y pinté el amanecer.

miércoles, 22 de junio de 2011

Al descubierto

Con las yemas de mis dedos recorro las líneas de tu piel. Y descubro, sin querer, tu secreto: lamentablemente para los tres, leo que su nombre es Toño.

lunes, 20 de junio de 2011

Mujer Hombre



La mujer sintió algo diferente cuando lo vio por primera vez. Del hombre no se puede decir nada. Los caminos de la mujer y el hombre fueron coincidiendo sin pretenderlo, a ella le agradaba, a él, se intuye que también. El tiempo hizo que en ocasiones, las miradas que se cruzaban casualmente, se convirtieran en algo premeditado. La mujer disfrutaba esos momentos, del hombre… se piensa lo mismo. La mujer nunca se atrevió a verbalizar lo que su corazón le decía al oído. El hombre, no se sabe si lo escuchó. La mujer y el hombre hoy, cada uno en su mundo, se siguen mirando esporádicamente, y de sus ojos, en cada contacto, sale un resplandor de lo que pudo ser y no fue.

"Novios" - Rolando Revagliatti

Temblequean las sillas, roñosísimos y quemados los mantelitos, las paredes, rugosas y coherentemente húmedas, así como el techo, con ondas. El olor ambiente casi se oye. Sobre el mostrador campean sándwiches de pan francés envueltos en un plástico transparente, aunque no lo bastante, y en otro envoltorio de idéntico material e inconfundible aspecto, se exhiben facturas apelmazadas. En la mesita aquella, fumando, mientras aguarda el comienzo del show, mi novio lee el capítulo onceavo de “Las Alas de la Paloma”. Soy una de las potras en bikini maquillándose en un cuartucho con insignificantes pretensiones de camarín.


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Uno en el hoyo



Solo en la oscuridad, de repente,  ha advertido que los monstruos que lo aterraban de niño resultan aceptable compañía.
Ahora ha de temer  únicamente a los que lleguen con la luz, más si visten uniforme del Correccional de Menores.





De siete en siete

Foto de Pedro Rovira Tolosana


A simple vista parecía que aquel día no iba a terminar nunca. Como siempre que estaban juntos, las horas se estiraban para hacerles un hueco donde acurrucarse, amarse, disfrutarse, sentirse. Cada siete años se encontraban, no sabían dónde pero sí el día exacto en que ocurriría. Vagando por la ciudad por los sitios habituales o inhabituales, sus pasos se cruzarían al doblar la esquina o a la sombra del plátano del parque o en la papelería: estaba escrito en sus destinos que sería así. Hoy el reencuentro se había producido en un café de la plaza. Ella había pedido un té, él un capuchino.  Siete años más, siete dolores nuevos en los huesos, setenta y siete inviernos a la espalda, setecientas arrugas de vida, pero la misma sonrisa en los labios, con siete dientes menos. Después vendrían siete lagunas sin verse, pero no pensaban en eso, solo disfrutaban de aquel día interminable que el destino les regalaba. Había sido siempre así, desde que se conocieron en el parque a los siete años, pescando ranas en el estanque. Y luego a los catorce, el primer beso en el portal de su casa. A pesar de la elasticidad inagotable de aquel día, ella percibió un amargor excesivo en el té y al añadir azúcar tuvo la certeza de que su decimoprimer encuentro iba a ser el último. No dijo nada, pero él también lo sabía. Cuando al anochecer se dieron el beso de despedida, la luna salió para anunciarles que su tiempo había concluido.

* * * * *
Relato para el cuarto juego del vendaval de micros. Había que escribir el corazón de un relato que empezara por: A simple vista parecía...
y terminara con: ....su tiempo había concluido.

* * * * *
Puri Menaya

domingo, 19 de junio de 2011

HAY DÍAS ASÍ.

Soy nómada. Lo que algunos llaman pata de perro.
Acaso existo buscando el paraíso del que fuimos expulsados en la noche de los tiempos.
Y ahora,¿Qué sigue?
¿Ir a Nueva York y convertirme en una baja más de la violencia?
¿O ir a Dakota del Norte y ahí de seguro morir lentamente de aburrimiento?
Ninguna de las dos.
Aparece un loco con un barril de mezcal.Una cosa lleva a otra y acabo cambiando la casa por una lancha rápida.
La borrachera y la velocidad me estrellan contra la roca en aguas del caribe.
No sé si me encontraba desmayado o comatoso. En mi pesadilla el papa conducía un Ferrari y chocábamos.Me acordé de mi madre aconsejando no anduviese en malas compañías.
En intentos de recuperar el sentido todo era confuso.
Ahí tirado en el piso de la choza no entendía cual de los dos accidentes era el verdadero. Y menos entre los cantos de la tribu y el hechicero que oficiaba el ritual vudú.
El gallo despescuezado corrió a mi alrededor empapándome en sangre.
Me despierta el miedo de que me vayan a sacrificar. Rostizado de calor y con una resaca tal que hubiese preferido haber muerto. Y además ciego.
Una nativa se apiada de mis gritos y me explica que al brujo le había parecido risible hacer crecer unos pelos como púas en lo blanco de mis ojos
pero que ya,ya ya, y me los fué arrancando uno a uno. Y pude ver a todos.
Muchos dientes blancos que ríen de mi persona pegajosa de sudor y la hemorragia del animal.
Me dijeron que mi lancha podía estar reparada en una semana.
No quise esperar y me lancé al mar.
Nadaba desnudo y con un cuchillo en la boca, amén de poseído por la furia.
A los tiburones les causé temor y se alejaban a mi paso.
Habiendo agotado las fuerzas, me rescató la joven preciosa que daba la vuelta al mundo sóla en su velero.
Me habían contado muchos marinos acerca de ella, pero la creía un mito.
Acabamos de pasar las dos horas más felices de nuestras vidas.

sábado, 18 de junio de 2011

Vita nuova

Mira hacia atrás, se agacha y, con cuidado de no tiznar su traje nuevo, recoge en un trapito las cenizas y, para acabar con todo, lo anuda con una habilidad inusitada y lo deposita en el contenedor de basuras. Ella lo mira, lo busca, lo llama a tan solo unos metros de distancia. El hombre sacude sus manos como si aplaudiera el buen final de un filme mediocre y durante un instante apenas observa a aquella mujer por la que ha dado una vida entera. Seguro de no reconocerla, se centra en la hermosa claridad que lo envuelve, respira hondo y empieza a sollozar como un recién nacido. Al poco, cuando ya siente el calor de la luz, sonríe, balbucea un deseo y reanuda el paso para notar en sus pies descalzos el latir del mundo. Ella, resignada, recoge las cenizas y las guarda en el bolso; dicen en los diarios que a veces esconden diamantes.

1+1=1

Versión 1:
Quizás su ecuación no era perfecta pero, desde que se conocieron y hasta el final de sus días, sólo fueron uno.
Versión 2:
Él se sentía nadie al lado de ella; sin embargo era quien, con su bien remunerado trabajo, hacía que las cuentas en aquella casa cuadrasen.
Versión 3:
El hombre invisible inició su strip-tease y la mujer con la que estaba sólo pudo sentir frío.
Versión 4:
Se miraba en el espejo. Eran dos, era uno y no podía evitar sentirse embelesado ante su imagen.
Versión 5:
…..
En conclusión, las matemáticas carecen de imaginación y la literatura jamás será una ciencia exacta.

Luisa Hurtado González

jueves, 16 de junio de 2011

Martes y jueves de cinco a seis

Toca jotas, ayer sevillanas. Ya me sé todo el repertorio de música popular. Al principio me resultaba curiosa, diferente a la de mi país. Luego me harté y decidí contrarrestar. Encontré un disco de ritmos nigerianos y cuando empezaban lo ponía a todo trapo. Allí nunca me gustó mucho la música, pero con tal de no soportar los pasodobles… Un día subió un viejito del salón del Imserso. Creía que venía a quejarse. Pero me dijo que la subiera, que no la oían bien. Hoy toca jotas, pero mañana es martes y la clase de danza africana la imparto yo.


(Saludos a depropio. Lo intenté pero no pudo ser)

Palabras preci(o)sas

Trato hecho



            “Le cobran en aquella fila de la izquierda, si no le importa”, le dijo el diablo muy amablemente. El hombre, satisfecho por el acuerdo alcanzado, se dirigió a la caja. En su bolsillo portaba la combinación ganadora que le convertiría en millonario al día siguiente. Cuando llegó su turno, le descontaron un día de su saldo vital. Había resultado tan fácil que le costaba creerlo. El diablo opinaba lo mismo. Se le escapó una carcajada maliciosa cuando, poco después de abandonar la fila, le vio desplomarse muerto. Exactamente veinticuatro horas antes de lo que su destino le hubiese deparado.

MICROCUENTOS (y otras historias)

miércoles, 15 de junio de 2011

Fieramente humano




Probaron la manzana y los expulsó del paraíso. Desde que los creó los había visitado a diario, había disfrutado de su compañía, de sus ojos abiertos a la sorpresa y al goce del mundo que había hecho para ellos, de la hermosura de sus cuerpos y de su alegría. Pero poco a poco se había ido dando cuenta de que a veces no era bien recibido, de que interrumpía su intimidad, de que ya no corrían a su encuentro con la impaciencia de las primeras veces. Empezó a pensar que había cometido un error dándole a Adán una compañera. ¿Por qué él, que había tenido el poder de crear el amor, no lo tenía para dotarse a sí mismo de un ser que lo mirase de igual a igual, que lo retara como Eva retaba a Adán y que se le enfrentara como Adán se enfrentaba a Eva? Inútilmente buscaba una costilla en su no-cuerpo. Entonces inventó la historia del árbol y del fruto prohibido: Una forma de despertar su interés, de volver a ser el centro de sus preocupaciones. Nunca imaginó que aquellas frágiles criaturas, salidas de sus manos, fuesen capaces de desafiarlo. Ya no hay vuelta atrás. Los ve marchar, cogidos de la mano, desheredados pero juntos, y llora su soledad escondiendo, ahora sí, la cabeza entre los brazos.

Pativanesca

martes, 14 de junio de 2011

¿TÚ NO LA HAS DESEADO?

¿Y quien no lo ha deseado alguna vez?
Convertir tus horas, tus días.. cada momento que vives en minúsculos hilos de seda que vayan envolviéndote hasta formar un capullo que te proteja del dolor exterior, de los miedos, de las dudas, de las malas experiencias...y desaparecer del mundo protegido en un lecho suave que acaricie tu piel...
¿Y quien no lo ha deseado alguna vez?
Volver al seno de tu madre, flotar en sus aguas, no pensar, no tomar decisiones, no formar parte del mundo de lobos que ahora te rodea, escuchar sus voces como ecos lejanos, estar pero no estar, formar parte pero pasar desapercibido por todos los demás, envuelto en la piel de otra persona...
¿Y quien no lo ha deseado alguna vez?
Dime... ¿Tú no lo has deseado?

Foto: Carmela

lunes, 13 de junio de 2011

En la ambulancia

Se trasladó al lugar de los hechos, empequeñecido de tristeza.
Habló con los policías que tomaban notas y les rogó a los médicos de la ambulancia que lo dejaran acompañarla en ese último viaje... ¡la había amado tanto!
¡Cuan grande habrá sido la sorpresa cuando lograron reanimarla!
¿El llanto que lo sobrecogió era de felicidad?
Con la mascara de oxigeno en la cara ella lo miró de soslayo y con esfuerzo, levantó el índice para acusarlo.
El llanto se hizo angustia, abrió las puertas de la ambulancia y saltó.

domingo, 12 de junio de 2011

Demasiada roca solitaria haciendo isla

Fue abrir la puerta y el lugar me puso triste. Como un silencio entre sonrisas. Arrugas sobre la piel estirándose como una goma antes de romperse. Retumbaba música de otra época dando ritmo a un montón de viejas vidas en separado. Sin duda demasiada roca solitaria haciendo isla para náufragos. La fiesta era otra, lejana, familia de un recuerdo que no hace historia. Todos bailando y yo frío. Hálito de nieve. Ojos de cristal sin lágrima. Diluido entre intenciones de una cama por llenar y besos como alimento para las ganas. Flujo de gente con vidas que chocan y que salían despedidos de un sitio a otro hasta llegar a la barra para pedir una copa. Olía a sudor, a humo de cuerpo. La masa danzando aliñada por luces de colores que ridiculizaban colgajos, resaltaban barrigas y no escondían lágrimas surgidas de párpados vencidos por los años. Nadie mirando a nadie. Yo terminé roto por el esfuerzo. En la calle pedí un taxi escupiendo en un grito las ganas de intentarlo de nuevo. Cada minuto en el reloj terminó siendo un latigazo. La próxima lo intentaré en otro local. Mi mujer siempre lo dice, para ligar las discotecas son un suplicio.


sábado, 11 de junio de 2011

Amigos


Tanto tiempo pasaba con sus “nuevos amigos” que, desde que conoció al primero, fue descuidando, sin darse cuenta, todo lo demás. Era el bicho raro, el loco, el excéntrico, el solitario… el “colgao”.
No tuvo tiempo para fiestas familiares. Se alejó de bodas y cumpleaños, no le importaban los banquetes, ni qué decir de las comuniones, huía de los bautizos… Ningún evento era tan importante como para cambiar a uno, por los otros.
¡Ay, sus amigos!... lo único importante en su vida… Con ellos volaba, sonreía, aprendía, compartía todo el tiempo, discutía, viajaba y se dormía.
Cuando enfermó apenas un par de ellos le acompañaron.

El día de su entierro ni uno solo acudió a despedir a ese joven introvertido, con el que tantos ratos habían pasado.

... Sus libros lloraron al amigo en soledad.









viernes, 10 de junio de 2011

Limpieza matinal

Cada mañana, se frotaba los dientes una y otra vez con su machacado cepillo; los tenía brillantes, resplandecientes, pero las manchas de conciencia no se iban ni con lejía.

-Javier Domingo-

El truco final

-¡Tachán!
Ni un solo aplauso. Alguien entre el público tosió. Millones de personas habían cambiado de canal. Aquel fue el momento menos visto de la cadena en todo el mes. Muy bien. Si lo que buscaban era audiencia, Gorzon el Mago les iba a dar audiencia. Él sabía lo que la gente estaba deseando ver. A la semana siguiente, después de convencerla durante una hora entera, su ayudante accedió a meterse desnuda en la caja. No quería que al cortarla por la mitad, la herida se infectase por culpa del vestido.

Budoson

Aquí y ahora

Hay un lugar donde nunca se pone el sol, donde el cielo es más azul, las ranas cantan todo el día y las flores tienen los colores del arcoiris.
Hay un lugar donde se escuchan los latidos del corazón, donde la sonrisa es inevitable, la prisa no existe y los abrazos son eternos.
Hay un lugar donde el tiempo se detiene.
Aquí y ahora, si tú estuvieras a mi lado

Puck

jueves, 9 de junio de 2011

APUESTA

"Cuando yo quiera, lo dejo", dijo Pedro, retándonos a apostar. Apostamos y perdimos. Hoy hace un año de aquello. Hoy hace un año que dejó este mundo por voluntad propia.

Pura magia

Hay días que se me cae la luna y busco a tientas tu contorno.

Hay días que el tiempo se hace tan pequeño que mientras te vas, trepo a los árboles para estar a tu lado cuando miras las estrellas y atraviesas la niebla tratando de no elegir el camino equivocado.

Hay días que bebo mi pócima de silencio y escondo las palabras en mi bolsa de canicas, pero a veces se me desborda una estrella fugaz que se te clava en la sonrisa y me sonrojo, y se me rompe el encantamiento.

Hay días que me a-tormentas y con un solo golpe de mi varita mágica devuelvo a Dios al mismo cielo y me traslado definitivamente al infierno harta de fingir que no me importas.

Hay días que lanzo hechizos de invisibilidad contra mi pena para que mis aviones de papel no se estrellen en tu mapa y desgasten tus murallas.

Hay días que me escondo entre el blanco y el negro para que no se me escapen los colores y descubras que no habrá eclipse que te salve de mis poderes mágicos.

Y es que hay días... que me gusta imaginar que soy tu hechicera.

martes, 7 de junio de 2011

José

Estaba ahí. Lo sentía. Sentía su aguda y tierna mirada sobre mi espalda. El salón estaba en penumbras, especialmente producido para encuentros de amor. Por esa razón había concurrido tantas noches en su busca, y lo seguiría haciendo hasta que algún día aceptara otra compañía distinta a la de José. Luego de beber una copa de cognac seguía la misma rutina: me daba vueltas, mirando hacia atrás, y  la densa soledad del lugar, a pesar de la gente que pululaba en él, terminaba por abrumarme y me marchaba. Ofrecían acompañarme, pero yo no aceptaba.
Al otro día regresaba enfundada en el deseo de sentirlo tras de mí, mirándome, cuidándome, como sin con eso, pudiera resucitarlo. 

Gemma

Según la geometría, una línea es una sucesión continua de puntos interminables e infinitos, pero durante su recorrido lineal por aquel cuerpo, Armando los encontró todos: el punto de partida, algunos puntos de sutura, los varios puntos de vista, los dos puntos y por fin, el punto final o punto de ebullición. Sólo entonces, llegado al final de su viaje, descubrió el punto débil de ella y en honor a su nombre, lo llamó punto G.

lunes, 6 de junio de 2011

ETERNIDAD

El profesor de Religión nos contó un día la leyenda del monje que tenía dudas sobre los goces de la vida eterna y yendo por el campo se quedó absorto escuchando el canto de un ruiseñor y cuando volvió al monasterio, creyendo que había pasado un instante, habían transcurrido trescientos años. A mis compañeros les gustó la historia, en cambio a mí me produjo mucho desasosiego ese desperdicio de tiempo y le cogí algo de miedo a que me entrara sueño. Creo que ahí comencé con el insomnio.

Es lo que es

 



¡Zasssss!... 

De un latigazo entendió que el amor, por mucho que se estire, nunca se convertirá en una soga para echar al cuello.

-¡Ostrássss!-

Porque se rompe.
Dibujo de Juanlu (Luiyi)
 
 
Su

Universos paralelos



En un instante, con el simple roce de un dedo, un universo se rompe. La perfección redonda y transparente estalla en miles, millones de gotas brillantes que se expanden y transforman. Ese universo está dentro de otro en el que la vida continúa, ajeno a la destrucción que ocurre en sus esquinas. Morki sabe que, en un abrir y cerrar de ojos, la vida y lo no vida se crean y se destruyen, aquí, allí y en el más allá. Con un telescopio interuniversal, Morki contempla la explosión del universo, el fin de una belleza efímera, la transformación de un cosmos en un microcosmos. No sabe lo que es una pompa de jabón, nunca ha visto un niño, sólo es un experto en universos paralelos. Se le ha hecho un nudo en el estómago o en lo que sea que tiene dentro de sí y que se encoge cuando ve algo que le emociona. No sabe que enseguida, otra bola redonda surgirá y un niño la volverá a explotar. Cierra su telescopio, inquieto. La luna entonces se asoma con timidez en nuestro universo, con la certeza de que él ya no puede verla. 

domingo, 5 de junio de 2011

La esencia del Tai Chi Chuan







Que la forma arcaica fuera secreta lo ensombrecía en espíritu. La tradición demandaba el resguardo de la serie, pero Xiaowang rozaría el deshonor  con tal de revelarla.
Agotó tiempo y paciencia con su cámara. Chen, cultor y albacea de los ciento ocho movimientos fue incauto modelo.
— ¡Honor, gran Maestro! —musitó al observar las imágenes y comprender lo inútil de las mismas.
A excepción del primer y último fotograma, donde Chen ofrecía los saludos de rigor, los demás mostraban en sucesión, monos, grullas, tigres, gallos y serpientes  en sus instancias de pelea.




"Derroteros" - Rolando Revagliatti

La fresca y pimpante criatura uniose en matrimonio a Feliciatti tres largos años antes de prendarse de Valentina. Con él tuvo gemelos robustos. Dejose destinar para Feliciatti por su padre, a quien también su esposa había sido destinada por el suegro. De blanco frente al altar, con todos los permisos y plácemes familiares recibidos, sociales y religiosos otorgados, regodeose por vez primera imaginándose a solas con Feliciatti. Feliciatti, de exactamente el doble de su edad.

Espléndida ella por simple existencia, sin artificios, casi sin poses. Feliciatti, barnizado comerciante en comestibles, en cambio, ampuloso y plagado de latiguillos. Amante ponderable después de todo, lograba estremecerla. Los gemelos, como dije, robustos, nacieron sin dificultad.

El flechazo entre Valentina y la fresca y pimpante criatura prodújose en la fiesta donde descubrieron que la progenitora de Valentina, en su condición de obstétrica, había asistido a la progenitora de la progenitora de los gemelos en el parto en el que vio la luz.

Cuando la obstétrica enviudó, Feliciatti, por despecho, enterado de la incidencia de Valentina en su cónyuge, decide seducir a la obstétrica. Empieza la noche misma del velatorio del marido, y redondea la entusiasmante tarea, semanas después. Valentina y la destinada a Feliciatti festejaron el salpimentado romance.

Cristalizadas perduran más o menos así las cosas. Socios y barnizados comerciantes, habiendo adoptado con naturalidad los latiguillos alocutivos de su padre, los gemelos, hombres de bien, se mantienen indeclinablemente robustos y ampulosos.

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MENTALISTA.

Llevaba años ocupado en el desarrollo de sus poderes mentales y los ponía a pruebe para ir gradualmente cambiando al mundo.
Detestaba emplearlos para beneficio personal y muchas veces sacrificó sus propios fines para servir a la causa colectiva. Ahora se le presentó una amenaza contra su relación amorosa. Se dió cuenta que el fuerte y apuesto héroe de guerra que conocieron en la fiesta le resultaba atractivo a Mariana. El maldito uniforme de gala y las medallas y además bailaba bien.
Se encerró a meditar su amargo trance. La llevó a pasear el domingo a un lujoso centro comercial, y al pasar por el local de Victoria's Secret vieron salir al fiero artillero de la mano de un joven bailarín de ballet después de una compra de lencería.
Ante la expresión boquiabierta de su amada, soltó un casual ---La vida es así.---

sábado, 4 de junio de 2011

En manos de un ángel

Ha domesticado el viento en cuatro días y ya vuela como los mismos ángeles. Nadie me creería si algún día me decidiera a contarlo, pero Marta me lleva en sus brazos y sobrevolamos la ciudad. Parece poco masculino, lo sé. Pero es todo lo contrario: en realidad siempre hacen con nosotros lo que quieren. Anochece, y el crepúsculo la hace parecer tan bella. Sólo un estúpido como yo ignoraría que Marta ha aprendido a volar sólo para hacerme caer cada vez desde más alto.

UN FESTÍN DE GUSANOS

‎No tengo párpados, una mosca juega con su apéndice en la cuenca del ojo izquierdo. No puedo hacer nada. A veces creo que siento como bate sus alas. O como se acicala. Creo que hay momentos en los cuales, hasta he podido escuchar conversaciones entre los gusanos que reptan por mi pecho. Hablan sobre que a pesar de haber muerto aún, palpita algo entre la maraña de vísceras. No sé que puede ser.

Paris en los dedos

           Un día, hace tiempo, descubrimos que los dos siempre habíamos querido ir a Paris. Desde entonces hemos estado planeando nuestro viaje.
         Del día de la llegada y de los días impares me he encargado yo; tú, de los pares y del día en que nos vamos.
Espero que te guste el hotelito que he buscado en el centro de la ciudad, que pinches el enlace con el que accederás a nuestra habitación y que la visión de la cama de matrimonio no te haga huir del documento que te he preparado. Después podrás elegir entre el menú del restaurante del hotel o las fresas con champán; si eliges la fruta tu ordenador, me mandará un mensaje, sabré que estás leyéndome como nunca me has leído, como nunca te he escrito, con la más suave presión de la punta de nuestros dedos sobre el teclado.

Ese hombre del traje gris

El hombre del traje gris, enamorado, descuidó su vestuario con notas de color y una clave de sol en su rostro. Hasta ahora me suena interesante, voy a segir leyendo. La culpa fue de Rosita con su piel de melocotón y su carita de primavera. Va bien, aunque empalaga un poco, quizás necesite un pequeño cambio argumental... Rosita tenía movilidad limitada y necesitaba cuidados continuos. Y esas espinas... Esto suena casi definitivo, veamos como sale de esta. Y ese olor... que hizo que un día, decidiera hacer más que evidente tanto cambio en su vida. ¡Uf!, me va a saltar el corazón, ¿qué pasó? ¿quién cambió? Armado con unas tijeras de acero inoxidable con aislante de ese de plástico negro y empuñadura ergonómica, fabricadas en un polígono industrial de la ciudad de Zhengzhou, separó a Rosita de su largo talle, de un corte preciso, y la colocó en el ojal de su solapa gris, para dar un toque fashion a su traje y olor embriagador a su vida. ¡Va, qué decepción!, el hombre del traje gris no era más que un cazador de trofeos... y el final totalmente previsible.


bicefalepena

jueves, 2 de junio de 2011

CONTACTO


             La amargura le trepó desde la boca del estómago para enredarse en su corazón y bombear tristeza al resto del cuerpo. Decidió recurrir a sus mil quinientos trece amigos para mitigar su dolor. Compartió con ellos su estado, en un alarde de sinceridad. Las siguientes dos horas le colmaron con decenas de ánimos, besos, abrazos y algún que otro desafortunado “Me gusta”.

             Se sintió tan solo que apagó el portátil y abrazó, con fuerza, a su gato.


Pedro Alonso

MICROCUENTOS (y otras historias)

miércoles, 1 de junio de 2011

Suspiros

Llegó hace un año, obligado por la necesidad, pero todavía añora los olores y sabores que quedaron atrás. Sólo chapurrea el nuevo idioma, y ni se acostumbra al clima, ni a la comida, y mucho menos a las miradas despectivas recibidas por ser extranjero.

Ahora, junto a sus compañeras inseparables, tristeza y pena, cuenta las horas que faltan para acudir el domingo a ese bar que es su segunda casa. Allí cuando el tocadiscos reproduce esos acordes que consiguen erizarle el vello, y a pesar del nudo en la garganta, tararea emocionado el pasodoble: “Quiso Dios, con su poder…”

En 99 palabras

Manjar

 Moon, de Moon-artifice

Un hambre antigua, que les hinchaba la panza y les hacía los ojos redondos y enormes, los impulsó a seguir la escala luminosa y a subir a la luna cogidos de la mano. A falta de cuchara, los dos chiquillos arrancaron con sus puños menudos grandes trozos de pulpa dulce y blanca. Comieron hasta hartarse, dejando en la superficie del globo unos huecos profundos, como cicatrices sombrías. A la mañana la madre los encontró muertos, a orillas de la playa, con una sonrisa satisfecha y las mejillas churreteadas de zumo de plata.

Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)


1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.

2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.

3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.

4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.

5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.

6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.

7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.

8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.

9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.

10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.


Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.