Daniel Galantz es un fantástico humorista gráfico que los que siguen este blog ya conocerán. Para los que no lo conozcan recomiendo que visitéis su blog GALANTZ.

Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.

¡Gracias Daniel!

sábado, 12 de febrero de 2011

Esencia de arco y metal

Todo el auditorio se llenó de aplausos. Se deleitó con el instante. Lo respiró. La ejecución había sido perfecta. Sus hijas agradecían los reconocimientos y las flores con su aroma. Se vio paseando cada tarde con ellas camino del conservatorio. Ensayando y llorando y riendo y vibrando. Como ahora. Tiró de las esquinas y fue recogiendo la escena, plegándola con cuidado para no perder nada. Las butacas, el publico, sus caras emocionadas. Sus sensaciones. Un doblez y otro. Uno más, hasta que cupo en su mano. Apretó el recuerdo y convertido en una pequeña gota, lo dejó caer al fondo de un minúsculo frasquito. Lo tapó con un corcho y lo colocó en la estantería, con el resto de las esencias de los grandes momentos. Donde guarda su perfume; el de ella.
bicefalepena

9 comentarios:

Pedro Alonso Da Silva dijo...

Un relato poético y delicado, contado con finas pinceladas que me evocan sensaciones intensas. Muy hermoso. Un abrazo.

Unknown dijo...

Vuelvo a repetirlo y lo diré tantas veces sea necesario: este micro es UNA DELICIA, UNA DICHA, UN PLACER

Unknown dijo...

Algo maravilloso además de en el mundo de la lectura en el de la visión futurista. Has presentado lo que viste con la nitidez que alguna vez nos mostró Verne el viaje a la luna. Y al tiempo se verá.
Y está en plenitud integrado por pensamientos positivos.

artistalight dijo...

Demasiado bello una delicia leerlo.

Puck dijo...

Me ha parecido preciosa esa imagen recogiendo la escena y convirtiéndola en una esencia. Me ha encantado
Saludillos

Kum* dijo...

También aquí me pareció de sombrero. Aunque se extraña a ya sabes tú quiénes.

Besos, maestro.

Unknown dijo...

Lindo relato bicefalepena.
Bicos grandotes.

puri.menaya dijo...

Un gran micro Bicefa. Excelente ese plegado de la emoción de un momento para recogerlo en un frasquito. E imagino cómo al destaparlo se expande y se agranda inundando todo su ser, igual que los recuerdos cuando tiramos de ellos.

Anónimo dijo...

y. . . ?

a qué huele??

Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)


1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.

2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.

3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.

4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.

5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.

6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.

7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.

8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.

9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.

10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.


Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.