Daniel Galantz es un fantástico humorista gráfico que los que siguen este blog ya conocerán. Para los que no lo conozcan recomiendo que visitéis su blog GALANTZ.

Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.

¡Gracias Daniel!

sábado, 22 de enero de 2011

1944, BOSQUES DE HÜRTGEN

En los bosques de Hürtgen, cuando el viento de este otoño arrecie – algunos simplemente dirán sople – las copas de los árboles se mecerán como el fuelle oxidado de un viejo acordeón. Aferradas a un minúsculo hilo de vida, las hojas ocres resistirán aún el envite virulento de las primeras ráfagas. Pero no transcurrirá mucho tiempo antes que una de ellas ceda, oscile y se precipite al vacío, deslizándose en espiral hasta alcanzar el suelo. Luego le seguirán todas las demás; una tras otra, cubriendo por completo la superficie del sotobosque. Urdiendo así un plúmbeo tapiz de hojarasca que cobije – algunos simplemente dirán que entierre – los cuerpos sin vida de miles de jóvenes soldados.

Agustín Martínez Valderrama

6 comentarios:

Unknown dijo...

Esto es lo horrible que surge del hombre obediente, quien se plega a reglamentos cual si fuésen sagrados y es convencido de que participar en masacres tiene tintes heróicos.
Un retrato serio y pleno de una fuerza triste por su poder y nitidez.

artistalight dijo...

Bello, triste...

Unknown dijo...

Extraordinario texto Agustín. El giro final, insuperable.
Chapeau!!!

Towanda dijo...

Felicidades Agustín por la belleza y la dureza que recreas en tan pocas palabras.
Un saludo.

Torcuato dijo...

Me ha dado placer volver a leer este gran micro.
Un abrazo, Agus.

Anita Dinamita dijo...

Cuando lo he leído lo he reconocido a medias, así que me he vuelto a llevar la sorpresa final. Y lo digo una vez más, está tan bien escrito...
Abrazos

Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)


1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.

2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.

3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.

4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.

5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.

6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.

7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.

8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.

9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.

10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.


Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.