Tu voz
Quiero escuchar tu voz,
Anoche soñé que me hablabas.
Soñé que tu voz revivía mis sueños muertos,
Soñé que tu voz curaba mi infinita soledad.
Escuché tu voz e inundabas mi rincón.
Tu voz me libra del oscuro precipicio debajo de mis pies.
Tu voz, sólo tu voz me hace respirar.
Tu voz rescata mi alma oscilante.
Hoy, hoy anhelo escuchar tu voz.
Déjame escuchar tu voz.
Una vez más. Háblame hoy.
Quiero escuchar tu voz.
9 comentarios:
Ojalá te hable hoy :) Muy hermoso Daniel
Precioso!
Si no te habla...
no la escuches.
Bonito Daniel.
Un abrazo.
Sé lo que se siente nadar en un mar sin voces dulces, amables, melodiosas...un cordial abrazo.
Cuando alguien debe suplicar para oir, tal vez sea mejor dejar de escuchar.
Muy romántico, Daniel.
Aristalight: Gracias, espero que me hable, es lo que más anhelo. Su voz, solo eso. ¿Hermoso? Cuando habla, cuando permanece en silencio es terrible.
Anita: Gracias, Precioso cuando me habla, terrible cuando calla.
Torcuato: Mi oído siempre está atento a su voz aunque calle por ahora. ¡Que bueno que te agradó!.
Héctor: Todo es penumbra en la inmensidad del oscuro mar. A veces me inunda tan torva soledad. Ló único que me puede curar es la voz.
Maite: ¡Claro Maite!, lo único que anhelo es escuchar su voz, con todo mi ser. Me gustó lo que escribiste: "Cuando alguien debe suplicar para oir, tal vez sea mejor dejar de escuchar".
Abrazos repartidos.
Vaya, acabo de pegar yo en mi blog un post con el mismo título.
Menos mal que no se parece en nada.
Precioso poema, lindísimo.
Un biquiño.
Caya Carmela casualidad, parece que hoy compartimos inspiración. Ya leí el tuyo y le encontré parecido curioso.
Gracias.
Un abrazo.
La voz no siempre hay que escucharla con los oídos.
A veces basta la memoria.
Publicar un comentario