Daniel Galantz es un fantástico humorista gráfico que los que siguen este blog ya conocerán. Para los que no lo conozcan recomiendo que visitéis su blog GALANTZ.

Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.

¡Gracias Daniel!

viernes, 8 de octubre de 2010

ANTICUENTO.

Quería presentar todo lo contrario a un cuento y optó por un anticuento. El primer problema que se topó fué el de como evitar el principio. En su afán por saber ésto se comunicó a la asociación de anticuentistas quienes le indicaron que comenzace por el medio. Con ésta respuesta se dió cuenta que eran unos impostores pues un verdadero anticuento no tendría tampoco la parte de enmedio ni el final. Harto tomó la hoja de papel, violentamente la hizo bola y la tiró a la basura. Lo había logrado.

8 comentarios:

Anita Dinamita dijo...

Te ha salido un anticuento con un perfecto planteamiento, nudo y desenlace.
Mi enhorabuena!
Abrazos

bicefalepena dijo...

Un anticuento no escrito, pero muy bien contado...
Un abrazo

HÉCTOR LUIS RIVERO LÓPEZ dijo...

¿Pero al tiralo a la basura el autor nos ha librado de un mal cuento? Claro, si es un anticuento. Ingenioso, Carlos. Un abrazo.

Daniel J. Hernández dijo...

Tu anticuento tiene tintes de cuento jajaja.
Un difuso abrazo.

Unknown dijo...

Finalmente resultó ser un cuento.
Aparentemente somos presa de psicosis de escapismo, existe tanto de que escapar que acabamos escapando también de las cosas buenas. Parecido al afán de libertad, nos rebelamos de lo que nos sofoca y acabamos adoptando a la rebelión como doctrina y de ahí nos alzamos en contra de mucho que nos beneficia. Al madurar hay que ver que el planeta es esférico y que somos tantos millones que lo que haga cada uno es importante. La conciencia clara contrae obligaciones de influír sobre ésta nueva especie, tan despierta ,tan pragmática que por fin dará nacimiento al verdadero humano.
Si tranquilos expresamos todos la fuerza de cada uno no habrá más quien nos someta a la esclavitud.
Es imposible que algo sea imposible.

Maite dijo...

La idea es muy buena Carlos. Felicidades. Un abrazo.

Unknown dijo...

¡Excelente idea! Felicitaciones.

Me gusta mucho tu comentario también

Héctor Ugalde dijo...

¡mUCHos salUCHos de UCH! :]
Esperemos que el anticuento no se encuentre con algún cuento porque de ser así produciría una enorme explosión y el Universo colaps

Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)


1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.

2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.

3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.

4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.

5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.

6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.

7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.

8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.

9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.

10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.


Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.