Daniel Galantz es un fantástico humorista gráfico que los que siguen este blog ya conocerán. Para los que no lo conozcan recomiendo que visitéis su blog GALANTZ.

Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.

¡Gracias Daniel!

sábado, 9 de octubre de 2010

Desmemoriado

Nunca tuvo memoria. Lo apuntaba todo en papeles que guardaba en sus bolsillos. Cogió todo su dinero en una caja, lo enterró y anotó en un papelillo el lugar exacto. Temeroso, esta vez no lo guardó en su ropa sino en otro sitio que estimó más seguro. Mientras comía un bocadillo intentaba recordar donde había escondido el valioso apunte. Dio el último mordisco y no se preocupó más de la cuenta. “Ya lo buscaré después”. Se dijo, mientras notaba un sabor a papel en su garganta.


Torcuato González Toval.

10 comentarios:

bicefalepena dijo...

Si no hay nada como comerse las pruebas. Sin cuenta, no hay nada que pagar, en cuanto al problema del dinero... perdona, ¿de qué te estaba hablando?

Un abrazo

Maite dijo...

Muy bueno Torcuato, yo la última frase la hubiera dejado algo más abierta, tipo... "Se dijo, mientras notaba algo áspero en la garganta" El desarrollo es bueno y me imagino al pobre hombre volviéndose loco buscando el papel, y el dinero. Casi, casi, podría tener una segunda parte. Un beso.

Unknown dijo...

¡Muy bueno Torcuato! Excelente idea delicadamente desarrollada, con las palabrass justas. En este caso no acuerdo con Maite ¿por qué un micro no debe tener un final rotundo? El final que ella propone es mas poético pero también mas elusivo. Me gusta así como está. (Pero por las dudas prestá mucha atención al consejo de Maite, sabemos que es una grande en esto)
Un beso.

Claudia Sánchez dijo...

Yo coincido con Maite Torcuato. Es más, si me permites, hay una frase que podría suprimirse.
"Mientras terminaba su bocadillo quiso recordar donde había escondido el valioso apunte. -Ya lo buscaré después - se dijo, mientras un sabor a tinta subía por su garganta."
Me parece.
Besos,

HÉCTOR LUIS RIVERO LÓPEZ dijo...

¡Dios santo! , pero si estás hablando de mí.¿Cómo me espiaste? De acuerdo con Claudia, no más así es redondo. Un abrazo.

Anita Dinamita dijo...

A mi también me expiaste, ja ja, eso que guardo en un sitio especial por ser más importante es lo que siempre pierdo!!!
Si yo hiciera eso lo perdería todo porque lo mío no son los papeles!
Un abrazo

Unknown dijo...

Está tan bueno que no sabe uno si es cuento o dejá vu.

Torcuato dijo...

Gracias a todos por vuestros comentarios.
Puede que tengáis razón Maite y Claudia pero ¡es tan difícil cambiar a los hijos! La verdad es que los distintos puntos de vista ayudan a mejorar.
Besos y abrazos.

Héctor Ugalde dijo...

¡JAJAJAJA! ¡Son infinitas las travesuras que nos hace la mala memoria! :]
¡mUCHos salUCHos de UCH! :]

artistalight dijo...

:) Siempre me gusta lo que escribe, ya puse un 10 :)

Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)


1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.

2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.

3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.

4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.

5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.

6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.

7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.

8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.

9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.

10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.


Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.