La señora Bernécholes leyó la carta que le enviaron los laboratorios que habían causado la muerte de su esposo durante un experimento en el cual fué catapultado a cincuenta metros de altura después de ser inyectado con un fármaco experimental para la presión sanguínea.
Establecían que su esposo había firmado una exención de responsabilidades, y que a pesar de no poderle idemnizar por su fallecimiento, le enviaban el cheque de cien mil euros porque el video de su esposo al surcar el aire le había logrado el premio a la cara más chistosa del año que otorgaba la estación de televisión al de dicho rostro.
Que además reconocían el sacrificio de su esposo en aras de la ciencia nombrando al nuevo fármaco, la Bernecholina, ahora ya con ajustes probados por cien sujetos sobrevivientes a la misma prueba.
Anastasia Bernécholes limpió sus lágrimas con el pañuelo, pero su llanto no era causado por la carta, sino porque en ése mismo momento estaba en la tele la cara que hizo Baldomero al ir en vuelo, y ésta si que provocaba llorar de risa.
Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.
¡Gracias Daniel!
lunes, 4 de octubre de 2010
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Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)
1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.
2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.
3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.
4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.
5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.
6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.
7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.
8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.
9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.
10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.
Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.
8 comentarios:
Hay querido amigo, esto esta estupendamente bien hilvanado para mis neuronitas, que lo disfrutaron plenamente.
Recibe un inmenso cariño!!!!!!
Excelente humor negro. Le gustaría al maravilloso Rafael Azcona, a Berlanga, a Fernán Gómez, a Gila y a toda la tropa de La Codorniz.
¡Qué cruel! Hasta las situaciones más tristes pueden llegar a provcar reir. Es todo cuestión de cómo te pille.
Saludos
Durísimo micro Carlos. Hacia esta absurda, barata crueldad navegamos
Gracias a todos por comentar, aunque inmerecidas las comparaciones que amablemente me dá el Dr.Krapp con ilustres de la comedia, no deja el humor que sea de tener algo oscuro en que nuestra risa salta del mal ajeno, cuando se llega a trabajar para crear comedia en algún medio profesional siempre se alcanza algún punto de hastío en que uno maldice la comedia clamando internamente con furia, ¿Y para qué quieren reír? ¡Que maldad!
Pero supongo que es parte del encanto perdido que contiene hacer algo por obligación y no por gusto.
Por éso nos refresca cuando vemos a los más grandes comediantes que cargan con la burla sobre su propia persona.Como Woody, como Conan O'Brien y otros. Aunque la comedia explora misterios del humor tan profundos que aparece alguien como Don Rickles que insulta a todo el público y están ansiando los espectadores ser su presa. Definitivamente que ésta forma de expresión está llena de sorpresas y es indefinible e incatalogable en toda su extensión.
¡Bravo!
Joer Carlos. He tardado 10 minutos en recuperarme de la risa para poder ponerte el comentario. El micro se merece un diez que ya te he puesto. Es más, ya la primera larga frase se merece ese diez.
No es la primera vez que te digo como me gusta la forma de moverte por el humor.
Un aplauso.
Buenísimo...de principio a fin, vaya con el señor Bernécholes :)
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