Solía degustar las palabras con dedicación de gourmet, dándole a cada una su tiempo, su espacio, permitiendo que el eco de cada sonido se diluyera en el ámbito de su paladar. Las dividía en fonemas, lexemas y morfemas intentando hallar su esencia, su espíritu, hasta que sólo le quedaban letras mezcladas como naipes en una baraja: Siempre las mismas, en distinto orden… contando diferentes historias.
Adoraba el golpecito que la t propinaba en sus dientes, la caricia leve de la l en el cielo de su boca y la vibración juguetona de la r en la punta de su lengua. Pero entre todas su favorita fue siempre la b, que prepara la boca como para un beso.
De las vocales simpatizaba con la o por asombradiza y con la e por vacilante. De la a solía decir:
-Todos morimos con una a en los labios, cuando el espíritu se nos esfuma en la boca.
-Todos morimos con una a en los labios, cuando el espíritu se nos esfuma en la boca.
Con el tiempo empezó a devorar las palabras con hambre de naufrago, con una avidez digna de espanto, hasta que un día se le enredaron una a y una o en un espacio equidistante entre el gaznate y las entendederas. Prorrumpió entonces en una tos salpicada de tildes y comas y, sorprendido, de pronto… escupió una @.
9 comentarios:
Buen provecho...
Que exquisito escrito. es realmente encantadora su forma de escribir, felicidades de todo corazón :)
Opino como Artistalight...muy bien! :)
Tengo problemas con tu micro...supongo.
¿Adicción o gula?
Abrazos
Retrato de un naufragio en la red.
Hay letras que entran, pero que tienen peor digestión...
Te devuelvo el sombrero.
Un abrazo
Así se me atragantan las letras de vez en cuando.
Me gustó mucho mucho. Me identifico totalmente.
Un biquiño.
Kum, has conseguido que saboree cada una de las frases. El plato estaba muy rico.
Eres un magnífico cocinero.
Un abrazo.
Me ha gustado mucho, esta muy bien escrito, te hace saborear las palabras de principio a fin y hasta he llegado a atragantarme al final
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