Daniel Galantz es un fantástico humorista gráfico que los que siguen este blog ya conocerán. Para los que no lo conozcan recomiendo que visitéis su blog GALANTZ.

Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.

¡Gracias Daniel!

miércoles, 4 de agosto de 2010

ANTÍTESIS.

Un día de infernal verano le hirvió la sangre en el cerebro y éste se le coció a término medio.
Aun en éste estado no claudicó en su lucha por sobresalir,y haciendo un recuento de su oscura vida puso en una balanza sus fracasos y en carencia total de triunfos decidió enarbolar su derrota como una bandera que le daría el estrellato de la ineptitud y del anonimato que siempre le habían acompañado.
Se vistió de frac y sin importarle en los más mínimo la consecuencia que pudiese causarle un acto de invasión e impostura se coló a los premios Nóbel,y suplantó al maestro de ceremonias,dejando a éste maniatado en el almacén de artículos de limpieza.Pasó al estrado y disfrutó el primer sonoro aplauso de su vida,aunque con un rictus dramático interno pues sabía que no era para él la ovación gloriosa,y no obstante éste ataque de conciencia, encaró al auditorio para gritarles que él era el más nadie de los nadies y que estaba ahí y ante tantos destacados el era el más ninguno.La fuerza interior de tanta convicción causó que su sombra vomitase sobre su galante vestuario con furia niagarana.Malditos canapés.

2 comentarios:

Torcuato dijo...

Otra vez me embelesas con tu escritura hasta que llego al final. Si te plantearas una novela engancharía.

Si me permites un consejo, deja un espacio después de los puntos y las comas. Es más legible.

Un abrazo.

Unknown dijo...

Gracias por el alentador apoyo Torcuato,seguiré tu consejo,en especial ésto de los espacios de los puntos y las comas.
La novela es cuestión de organizarme en estructurar una historia que tengo.
Quizás ésta vez me vaya más allá de la página 50, como que al llegar ahí les he perdido interés,
y basta perseverar hasta el fin, entiendo.

Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)


1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.

2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.

3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.

4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.

5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.

6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.

7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.

8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.

9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.

10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.


Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.