La nutrióloga en el Centro de Estudios Sobrenaturales de Texcoco,tuvo una pésima ocurrencia al entrar en la habitación de un paciente que llevaba casi un mes levitando y sin comer.
Ahí estaba Roberto Brondo flotando a media habitación con una fabulosa sonrisa de placidez mientras dormía.
Pero Anacleta Ochoa no entendía aquella frase que dice: "Si algo no éstá roto,no lo repares",y olímpicamente se puso a forzarle un gigantesco platón de habas cocidas,para ver si con el peso de éste alimento lograba que ya no siguiese ahí suspendido Roberto,pues ésto le parecía en extremo friki.
Una vez atiborrado de habas,y estando la ventana abierta,se ha tirado un pedo que lo lanzó al infinito.
2 comentarios:
Ja, ja.
Me he reído carlos.
Un abrazo.
Gracias por celebrarlo,Torcuato,admito que no deja de ser una idiotez,pero también me dá risa.
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