Esa tarde, al salir de la
oficina, Ramiro se encontraba más abatido y tenso que de costumbre, así que
decidió volver a casa dando un paseo, callejeando despacio por el barrio viejo
de la ciudad. Mientras arrastraba con desgana los pies pensaba en todas esas
ilusiones aplacadas con los años, en aquellos anhelos antiguos que las rutinas
se habían encargado de domesticar. Como su loca obsesión por volar como los
pájaros. Por eso, cuando pasó delante del taller de tatuajes y vio unas
extrañas alas tribales que parecían llamarlo desde el escaparate, no dudó en
tatuárselas en la espalda, albergando el sueño de que en algún momento se
desplegaran. Y así sucedió. Esa misma noche
la tinta negra comenzó a emerger de la piel tirante e hinchada hasta cobrar
volumen, mientras su dorso crujía y sus omóplatos se crispaban en bruscos
espasmos. Debatiéndose entre el dolor y el éxtasis corrió hasta la hondonada
para abrir los brazos al cielo. Entonces, en el último impulso, las alas se
desprendieron del cuerpo en el que estaban atrapadas y salieron volando.
Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.
¡Gracias Daniel!
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)
1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.
2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.
3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.
4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.
5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.
6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.
7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.
8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.
9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.
10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.
Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.
15 comentarios:
Tremendamente sublime...
Abrazos
¡¡¡Impresionante!!!, desde el principio hasta ese final, que te deja con la boca abierta... de par en par.
Felicidades.
Un abrazo, Sara,
Rosy
Jope, que yo le hacía volando y las que se han ido volando han sido ellas.
Vaya golpe, el de él y el del lector.
Absolutamente brillante Sara!!!!!
Breve y sorprendente...
Felicitaciones
Beso
éste ya no vuela ni en avión. BRAVO.
¡Hermoso, sugerente y... liberador! (al menos para las alas) :]
¡mUCHos salUCHos de UCH! :]
Me ha gustado y mucho, Sara. Para mí, las alas son la metáfora de cómo los sueños salen volando y los mortales seguimos con nuestros pies anclados en tierra. Muy bueno.
Aldonza.
http://lecturaalahoradelte.blogspot.com.es/
Brillante, Sara, me encantó.
¡Qué final! Impensado y tremendamente fuerte.
Felicitaciones...
Un final sorprendente.
Con lo que cuestan los tatus y ni así cumplió sus sueños.
¡Ja, ja, ja! Un tatoo muy independiente y liberal. Ni siquiera pidió permiso para el despegue, por lo que es imaginable que no lo pedirá para aterrizar, si es que aterriza.
Saludos.
Muchas gracias por vuestros amables comentarios.
Abrazos.
el sueño escapó de su alcance, irónicamente cuando se hizo realidad
Es lo que suele ocurrir cuando los tatuajes (o las ilusiones) son de mala calidad.
Abrazos, siempre
The Story... interminable.Mi video favorito.
Publicar un comentario