Daniel Galantz es un fantástico humorista gráfico que los que siguen este blog ya conocerán. Para los que no lo conozcan recomiendo que visitéis su blog GALANTZ.

Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.

¡Gracias Daniel!

lunes, 18 de abril de 2011

CUARTA PARED


Cansada estaba de ser el actor tras la "cuarta pared".
Frente a ella y a sus  pies las herramientas necesarias para romper la barrera hasta ahora infranqueable tan bien construida, tan a conciencia, que tiempo la había tenido paralizada.
Frente a ella estaba con el cincel en una mano y en la otra el martillo. 
Con el primer golpe vino es segundo y después el tercero, mientras con cada uno su alma respiraba con ansia de libertad tanto tiempo negada por nadie más que sí misma, tras más duros golpes que la vida le había dado.
Comenzó a ver la luz, ese pequeño rayo de claridad que le mostraba que el esfuerzo valía la pena, que su vida podía continuar, que  quizás tardase tiempo, pero mucho menos que el empleado para levantarla.
Y se veía cara al mundo dirigiendo su vida dejada, abandonada en manos ajenas que con mala conciencia habían logrado que el miedo a traspasar esa pared fuese aún mucho más duro.
Ahora estaba segura de llegar hasta el final, de dar ese paso sobre ese muro llamado pasado y entrar en el escenario donde representaría su propia vida, donde dirigiría su futuro ahora en sus propias manos.


Un día, ya llena de canas, terminó su obra de destrucción y dio ese paso, paso que le llevó al último acto de la función donde ella era la actriz que dentro de un ataúd, los demás actores despedían.
Las luces del escenario se fueron apagando ,el telón bajó despacio, mientras el público aplaudía entusiasmado.
FIN

Foto: Carmela

5 comentarios:

Sandra Montelpare dijo...

bellísimo Carmela!!! touchè

Unknown dijo...

Bravo Carmela.
Yo también aplaudo.

Unknown dijo...

Gracias Sandra.
Bicos grandes.

Unknown dijo...

Y a ti también Carlos.
Biquiños,

Unknown dijo...

Que entro poco, que ando muy liada, pero os leo y sigo, aunque corriendo.
Que estoy en crisis..¿intelectual?
Bicos a todos y perdonar mi ausencia.

Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)


1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.

2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.

3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.

4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.

5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.

6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.

7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.

8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.

9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.

10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.


Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.