Daniel Galantz es un fantástico humorista gráfico que los que siguen este blog ya conocerán. Para los que no lo conozcan recomiendo que visitéis su blog GALANTZ.

Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.

¡Gracias Daniel!

lunes, 3 de septiembre de 2012

Encerrado


Eran las tres de la madrugada.
El aire de la noche congelaba los sueños al otro lado del vidrio de la ventana.
Después de dejar que acariciasen su piel, que intentaran borrar sus muchas cicatrices o que los pensamientos ajenos quisieran dar sentido a su vida, sintió que el agotamiento lo invadía. Quiso descansar resguardándose del frío con una manta de palabras y con una frase como cojín.
Cuando abrió los ojos, todo estaba oscuro, casi no había oxígeno, sólo un fuerte olor a madera que impregnaba el lúgubre lugar.
Fue entonces cuando el papel pensó que había muerto, pero sólo se había quedado dormido en el cajón del escritorio.

Autora: Angie Albelda (Elvira de los Ángeles Bello Albelda)

5 comentarios:

Verónica O.M. dijo...

Muy bueno tu micro Angie, marqué un diez.
Un saludo

Unknown dijo...

Maravilloso.
Ha hablado el papel.
Ha manifestado las virtudes de la letra.
Y nos quedamos con el misterio de cuales serían tan grandiosas palabras que lo hacían sentirse eterno.
Queda a la interpretación libre de cada lector.
Y cada uno queda con el reto de determinar cuales fueron; y es donde si lo hacen, mostrarán su íntimo reflejo.
Pero reflecciona que aquí el posible abanico se expande a frases que pueden variar desde : Reunión de personas que tienen fobia a las aceitunas, o :Esa noche los Dioses tuvieron pesadillas, los hombres habían descifrado sus claves más ocultas.
O una explicación de como las personas que cultivan exclusivamente relaciones superficiales y cuidan de no caer en llevarle la contraria a nadie son poseedores de tremendo éxito en nuestros tiempos. Si no es que a través de la historia de la humanidad completa.

Anónimo dijo...

Gracias Verónica y Carlos,

Acabo de recibir el correo donde me informaban que estaba publicado y me encuentro con vuestros comentarios tan alagadores.

Muchas gracias, de todo corazón!

De Musas y otros cuentos dijo...

Interesante personificación del papel. Me gustó el tono poético.

Alfonso Carabias dijo...

Bonito y ligeramente realista.

Saludos

Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)


1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.

2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.

3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.

4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.

5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.

6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.

7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.

8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.

9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.

10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.


Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.