Como todas las mañanas,
Clarisa alarga el brazo y tantea sobre la mesilla de noche buscando sus
robustas gafas de carey, pero no las encuentra. Ella siempre tan metódica y
para nada despistada, culpa de su desaparición a un robo. Se viste como puede
con sus habituales ropas sobrias y llega no sin tropiezos a la óptica, que por
fortuna está cerca. La atiende un muchacho muy atento que, siguiendo las
instrucciones que le han dado, alecciona a la joven sobre los últimos modelos
de lentillas y monturas. En el camino de regreso, Clarisa luce más que un
aspecto renovado y moderno: al fin se transparenta en sus ojos la luz de una
sonrisa. Al pasar por la floristería le obsequian rosas; el verdulero le ofrece
una cesta de frutas exóticas, cortesía de la casa; y en la tintorería se afanan
en devolverle, junto a su viejo abrigo, un sensual vestido de seda roja.
Radiante y satisfecha entra a retirar las fotos que encargó para su gato y el
apuesto fotógrafo —del que se sabe a voces que está enamorada— al fin la invita
a salir. Clarisa ignora que han sido sus vecinos, incluido el ratero del
barrio, quienes han confabulado para que su historia de amor se hiciera
realidad.
Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.
¡Gracias Daniel!
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Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)
1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.
2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.
3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.
4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.
5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.
6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.
7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.
8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.
9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.
10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.
Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.
18 comentarios:
Ameno. Otro tipo de confabulación o, mejor, traición, aquí.
Sara:
Es una hermosa y mágica historia de amor.
Un gran abrazo.
Muy bien contado, bonita historia.
Saludos.
Un relato lleno de magia y sentimientos. Genial confabulación la de los vecinos, me ha gustado. Muy ameno, pero concentrado.
Un beso
Rosa.
Lástima que estas cosas después no suelan funcionar.
Ya se sabe, nuestras vidas las escriben otros, siempre otros. Pero es suficiente con que finjamos que no lo sabemos. Poderoso texto.
Un abrazo, siempre
Una mujer con suerte Clarisa. :)
Besos desde el aire
Muy original, si todo el mundo se uniera para hacerse felices mutuamente, qué bien estaríamos todos. Me gustó leerlo!
María
Muy agradable relato. La unión hace la fuerza. Me encantó Clarisa en tu dibujo.Un abrazo, Sara.
Muy bonito Sara, como los cuentos de hadas.
Besicos muchos.
Hacemos como que sabemos que sabemos, y en ocasiones, mentimos sobre las causas que nos llevan a donde llegamos.
En el fondo, sí sabemos, pero es bonito hacerse el sueco.
Un abrazo
Fantasía y sentimientos perfectamente amalgamados, Sara.
¡Gran trabajo!
Un abrazo,
Esa idea de unos nuevos lentes y de Clarisa descubriendo al mundo por ellos, con sus buenas nuevas para ella, es interesante. Es como si el ver bien diera una mejor imagen de uno mismo
Saludos.
No todas las conspiraciones tienen que ser malas...
¡Gracias por vuestros comentarios!
Abrazos.
Muy chulo y que bien les salió el plan.
Fuerte abrazo.
Se dio a querer para que todos la quisieran ayudar.
Hermoso relato.
ocurre eh.
saludos
David
Bonita historia de amor. Muy bien lograda. Un cordial abrazo
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