Daniel Galantz es un fantástico humorista gráfico que los que siguen este blog ya conocerán. Para los que no lo conozcan recomiendo que visitéis su blog GALANTZ.

Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.

¡Gracias Daniel!

miércoles, 24 de julio de 2013

EPITAFIO

"No espero visitas", pensó Yunuén y bajó las escaleras descalza, con marcha erguida y teatral porque le gusta sentir el vuelo de la falda larga entre los tobillos y a su alrededor. Abrió. Intentó sonreírle al muchacho de las entregas pero su saludo de cortesía resultó grave y falto de aire. Retrocedió dos pasos para permitirle meter el diablito de carga que ella miraba con labios entreabiertos y secos. -En la mañana más fresca se puede recordar una pesadilla, de pronto. 

"¿Dónde la pongo?" preguntó el muchacho mientras notaba la casa sin objetos. Yunuén firmó el recibo con su nombre artístico -apenas reconocido por una docena de amigos- y cerró. En el suelo se abrazó las rodillas ante la cantera gris. Miraba su cara de susto en el espejo ovalado que mandó empotrarle. Aquí yace La que pudo haber sido

No quería morir, pero prefería morir antes que desperdiciar su vida.

3 comentarios:

Unknown dijo...

Gran preludio al requiem anunciado.
Bravo Yunuén.

Miguel Ángel Pegarz dijo...

Un relato muy duro que anticipa otro final más. Me gusta mucho la frase de "Yunuén firmó el recibo con su nombre artístico -apenas reconocido por una docena de amigos- y cerró.", destila amargura.

Unknown dijo...

Gracias, me hacía falta volver por estos rumbos. Un abrazo.

Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)


1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.

2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.

3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.

4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.

5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.

6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.

7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.

8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.

9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.

10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.


Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.