Daniel Galantz es un fantástico humorista gráfico que los que siguen este blog ya conocerán. Para los que no lo conozcan recomiendo que visitéis su blog GALANTZ.

Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.

¡Gracias Daniel!

lunes, 11 de marzo de 2013

Unidos por el culo


Con la canícula proliferan los forúnculos, minúsculos montículos rellenos de fécula. Se aprovecha también para rodar películas por fascículos en las que se hace el ridículo (como en este artículo). Pensamos a veces en el espectáculo de ver dos homúnculos unidos por el culo o bien una clavícula herida por tentáculo, y sentimos un vínculo simpático, quizá en la aurícula o el ventrículo, acaso sólo a nivel de la cutícula. Pero son ellos los que se ríen de nosotros, que los miramos con el monóculo de Drácula.

Autor: Manuel Marcos
Blog: plus ultra

6 comentarios:

Cabopá dijo...

ja,ja,ja...Me encanta.

Besicos

Elisa dijo...

A mí también, te envío mis aplausos, quedó genial el micro esdrújulo.

César Augusto Pacheco dijo...

¡Tremendo microcuentículo!

Unknown dijo...

Es como ver a alguien que pinta un piso y queda atrapado en la esquina.
Como subir hábilmente a un árbol y luego no poder bajar.
Pero lograrás todo lo que te propongas si estando de pié levantas un talón y lo descansas atrás de la rodilla, y después de éso cierra los ojos y evita perder el equilibrio un minuto entero.
Además es un acto curativo para todo el cuerpo hacer ésto.

Manuel Marcos dijo...

Muchas gracias por publicarlo, amigos, es un honor estar aquí.
Salud

Sara Lew dijo...

Genial. Muy simpático.
Un saludo.

Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)


1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.

2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.

3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.

4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.

5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.

6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.

7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.

8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.

9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.

10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.


Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.