Daniel Galantz es un fantástico humorista gráfico que los que siguen este blog ya conocerán. Para los que no lo conozcan recomiendo que visitéis su blog GALANTZ.

Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.

¡Gracias Daniel!

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Secreto

Es aquello que se guarda y carcome el alma con el tiempo, hasta que el diablo llama a tu puerta y se lo cuentas, aun sabiendo que te puede llevar hacia el abismo. Así ella le confesó su engaño y él, enfurecido de rabia, la acarreó hasta el inmenso bosque donde impunemente ocultó su rastro. 
De la mujer solo encontraron sus ropas que, con el tiempo, fueron enterradas en una tumba como refugio para llorarla. Desde entonces su alma desnuda merodea por el cementerio, roída por el secreto del paradero de su cuerpo.
Yo lo sé porque a las gárgolas los muertos nos lo cuentan todo. Como que ese hombre que viene a menudo por aquí y me mira con recelo, es el asesino. Hoy ha llegado portando su mirada oscura y una maza. Sabe que guardo su secreto.



8 comentarios:

Miguel Ángel Pegarz dijo...

Me gusta, ahora, lo veo más como "capítulo" que como fin, insinúas, claro, pero este final te da paso a seguir. Piénsalo.

Cabopá dijo...

Eso de ser gárgola me parece muy interesante y que las ropas estén enterradas para tener refugio para llorarla, es una imagen que se ve.

Muy bueno, amiga Sara,
¡Menudo Secreto!

Besicos

mariarosa dijo...

Peligroso ser gárgola, creo que esa maza tiene por destino tu cabeza.

Muy buena historia.


mariarosa

andrea dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
andrea dijo...

Un microrrelato muy bueno. Conciso, bien escrito y con miga. Por cierto, un final muy acertado.

Juan Esteban Bassagaisteguy dijo...

¡Excelente micro!
De una indudable calidad, su lectura da placer.
¡Felicitaciones!
Saludos.

Unknown dijo...

Me gusta ese giro de moneda que la hace pasar de un secreto al otro.

Rosa dijo...

Muy original y bien contado Sara.

Besos desde el aire

Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)


1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.

2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.

3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.

4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.

5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.

6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.

7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.

8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.

9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.

10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.


Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.