Daniel Galantz es un fantástico humorista gráfico que los que siguen este blog ya conocerán. Para los que no lo conozcan recomiendo que visitéis su blog GALANTZ.

Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.

¡Gracias Daniel!

lunes, 23 de julio de 2012

EN EL PEQUEÑO PUEBLO.

Y tan chico era el lugar que a donde fueras todos estaban emparentados.
Salían del gimnasio y que se encuentran cerca de la docena de pobladores y se les escucha ésto:
----Oye Pepe, ¿ Quieres venir con nosotros a la boda de Camila y Gervasio?----

----No que va, no puedo, tengo el compromiso de ir al velorio de mi tía la del restaurante.---

----Ah cierto. ¿Es verdad que van a servir una cena de lujo con chef importante y todo?---

----Así será. Ellos acostumbran lo que llaman la cena fúnebre, al estilo italiano, de gran banquete.---

----Mira, Será que mejor voy contigo a dar el pésame. A mi las bodas me aburren.---

7 comentarios:

Sandra Montelpare dijo...

muy bueno, Carlos! El diálogo rescata ese tono familiar tan común en los pueblos y que las grandes ciudades se encargan de devorar, ni sabemos como se llaman los vecinos de al lado... Me apunto a la cena fúnebre que los casamientos sí que son aburridos y además cena de chef, dijiste?
Abrazos van

Laira dijo...

Un lugar así donde cada día puedes tener un plan distinto, ya sea una boda o un entierro...eso sí, los secretos difíciles de esconder.
Besos.

Unknown dijo...

Maravillosos comentarios de ambas y muy agradecido.
Efectivamente lo que quise destacar es que pocos evitamos una buena cena de chef. Aún con muerto de por medio.
Y dependiendo de la boda, las hay que mejor decide uno no ir.

El Eskimal dijo...

Carlos está muy bueno. Me recuerda a un pueblo en el cual viví algún tiempo. Casi casi todo era de todos y ninguno se quedaba sin conocer al resto de los habitantes del lugar.

Unknown dijo...

Ciertamente . Extraños lugares resultan los de éstos recuerdos.
Allá en el pasado nos parecía infernal estar atrapados en un pueblito así.
Hoy al recordarlos, con el filtro del tiempo en la mirada se recuerdan y se añoran momentos de paraíso ahí vividos.
Quizás tenga que ver con recordar la pasada juventud, y lo que estaba contenido en ésta.
Bien dijo el filósofo que los jóvenes son tan tontos que ni cuenta se dan de que son jóvenes.

mili dijo...

Excelente micro. Sabes nunca entendí esa costumbre. Si viviera algo así, de seguro no podría disfrutar del banquete

Juan Esteban Bassagaisteguy dijo...

Je, me gustó.
Saludos, Carlos.

Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)


1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.

2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.

3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.

4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.

5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.

6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.

7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.

8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.

9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.

10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.


Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.