Daniel Galantz es un fantástico humorista gráfico que los que siguen este blog ya conocerán. Para los que no lo conozcan recomiendo que visitéis su blog GALANTZ.

Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.

¡Gracias Daniel!

miércoles, 5 de octubre de 2011

SU NOMBRE

¿Cómo se llamaba? Mientras hacía esta pregunta a la nada, mi madre alzó la mirada hacia el aséptico techo de la habitación en busca de la respuesta. Permaneció absorta mirando el cielo raso unos intensos minutos. Luego dirigió su incrédula mirada hacia mí, sentada a su lado en silencio. Desvié la vista de su rostro indiferente para ocultar las lágrimas, aunque ella ya no recordara qué son ni qué significan. Mis manos sujetaban las suyas, inertes y olvidadas en su regazo. ¿Cómo se llamaba? Insistió. Pero yo no supe cómo decirle que se llamaba mamá.

12 comentarios:

Laira dijo...

Un relato duro, olvidar debe ser horrible, y más para quien desea que se le recuerde.
Un beso.

Javier Ximens dijo...

Si que es duro el relato pues "mamá" es de las primeras palabras que se pronuncia y se aprende a leer. También es en muchas ocasiones la última que se pronuncia. Es bueno que nos traigas estas realidades para querer aún más a nuestros mayores.

Unknown dijo...

Contemplar éste drama nos trae un recordatorio de que no hay que usar utensilios de aluminio, y a llevar una vida sana en dieta y ejercicio.

Nicolás Jarque dijo...

Elena, que duro es la perdida de los recuerdos, para el que lo sufre y mucho más, creo yo, para los que le rodean y quieren. Has sabido reflejar ese dolor de forma magistral.
Me ha encantado.
Un abrazo.

Elysa dijo...

Duro y triste, Elena pero que bien lo has reflejado en tu micro.

Besitos

Jorge Maseda dijo...

Me ha encantado, ciertamente has llegado a la meta acordada, por lo que te felicito, así es como tiene que ser y dentro de la escena y la tristeza; es emotivamente bello.
Un fuerte abrazo!

kaisu marjatta dijo...

Äiti, on kaunein nimi maailmassa. Äidin ikävä on suuri, kaipaus loputon.
Me rakastamme äitejä kun he eivät muista nimeä, voi olla että ei aina tunne vaan pelästyy. Sanoo että olet joku muu. Joku toinen muinaisuudessa.

tämä tuli mieleeni tarinasta, äiti joka unohtaa ja lähtee pian unohduksen maahan
terveisiä Suomesta, (jos tarvitsee tuntea kieli.)

Alfonso Carabias dijo...

Felicidades Elena, un relato cruel y bello a la vez, con lo difícil que es conseguirlo.

Un saludo.

Ricardo Miñana dijo...

A veces nos llegan tan tristes recuerdos del vacío que dejo,
y que ya nada lo llena, y menos
una madre
que tengas una feliz semana.
un saludo.

goge dijo...

duro y muy triste amigo mio besos en el alma

omar enletrasarte dijo...

Realista al grado sumo.
saludos

Miguel Ángel Pegarz dijo...

Duro y tierno a la vez.

Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)


1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.

2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.

3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.

4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.

5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.

6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.

7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.

8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.

9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.

10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.


Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.