Daniel Galantz es un fantástico humorista gráfico que los que siguen este blog ya conocerán. Para los que no lo conozcan recomiendo que visitéis su blog GALANTZ.

Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.

¡Gracias Daniel!

domingo, 17 de julio de 2011

Ojos azules

Parecía perplejo, atónito, deslumbrado, cuando nuestras miradas se cruzaron y encontraron en esa tibia tarde de primavera. Valían la pena esos ojos, azules y seductores como pocos, que me recorrían de arriba abajo, dominándome.  No podía  avanzar.  Como momificada, esperaba. Daba la impresión que ninguno de los dos sabría qué hacer cuando la recíproca y envolvente mirada terminase. Ya me había dicho Clara, que era atento, servicial y cariñoso y además, para rematar, complaciente. Sin embargo, inmediatamente recordé que también me dijo, que era un poco testarudo, algo orgulloso y bastante independiente. No me preocuparon las opiniones. El feed-back entre los dos permaneció indemne, en los escasos segundos que duró. Debo haber parecido una tonta enamorada, al punto que,  no fui capaz de escuchar a la empleada que me decía:" Pase, pase por favor señorita, es un Husky siberiano, no le va a hacer nada, es bueno. . ."

6 comentarios:

Rosa dijo...

Y yo pensando que habías encontrado el amor de un hombre. Jaja, era el amor de un hermoso Husky y de sus preciosos ojos.

Besos desde el aire

Miguel Ángel Pegarz dijo...

Me gusta como mantienes el engaño hasta el final.

Unknown dijo...

Caímos.
Bien logrado y con un protagonista de primera, el perro.
Gran modelo de la nobleza, la auténtica sonrisa y la mejor compañía.
En una casa pueden pelearse entre seres queridos.
Pero nadie riñe con el perro.

Abedul dijo...

no me extraña nada el final, aunque si me ha sorprendido gratamente !!!!yo tuve una magia parecida mirando. viendo, observando a un perro con esa mirada que bien describes...no sabia su raza..pero me fascinó, has conseguido un relato de cinco estrellas, txapeldun, felicitaciones!!!!! es bueno, bueno, buenísimo!!!! saludos de Begoña

Anónimo dijo...

Gracias, compañeros, la verdad es que más allá de la ficción, comparto con Carlos el concepto sobre este animal tan caro al hombre. Y a Rosa le digo, que no conocí nunca un hombre con ojos azules y compartiendo con Abedul, sí, a un siberiano que despertó en mi la magia, que hoy recordé. Abrazos compañeros.

Paloma Hidalgo dijo...

Qué bueno, esos ojos azules han tenido-y tienen-el poder de engatusar a cualquiera.

Abrazos

Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)


1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.

2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.

3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.

4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.

5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.

6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.

7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.

8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.

9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.

10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.


Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.