Daniel Galantz es un fantástico humorista gráfico que los que siguen este blog ya conocerán. Para los que no lo conozcan recomiendo que visitéis su blog GALANTZ.

Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.

¡Gracias Daniel!

lunes, 9 de mayo de 2011

Botellas de aromas

El micro del divorcio me dejó un poco mal sabor de boca, por eso os dejo este otro también:

      *****

Esto era una vez una bruja que recogía el aroma de cada persona que amaba en una botella. De Elena tenía sus risas, de Pilar sus besos, de Andrés el calor de sus manos, de Juan un olor a rosas que empalagaba todo... De cada persona guardaba lo mejor, su esencia verdadera. Cuando quería estar con una persona y no la tenía cerca, abría su botella y aspiraba un poquito. Luego la volvía a tapar deprisa, para que no se escapara todo el aroma.
Un día alguien rompió las botellas y escapó de su casa para que no le descubrieran. De las botellas salieron todos los olores y cualidades y se mezclaron en el aire de la habitación. Cuando la bruja entró y vio aquel estropicio de cristales rotos y aromas confundidos, sintió una gran tristeza y pensó que todos sus años guardando esencias no habían servido para  nada, que todas se iban a perder irremediablemente en el aire. Pero cuando se vio envuelta por la caricia de Rosa, la risas de Teresa, los besos de Pilar, por ese revoltijo de olores y amores de sus amigos, en los que podía identificar a cada uno, supo que aunque las botellas estuvieran rotas, ellos y su cariño siempre estarían con ella. Nadie podría romper nunca el aroma que habían dejado en su corazón.

****

Nota: Me llevo a Madrid el bolso lleno de botellas para rellenar con vuestros aromas, cuentistas. Ah y no vale apestar a desodorante, ¿eh?

****

Puri Menaya
el rincón de la bruja de chocolate

4 comentarios:

Rosa dijo...

que siempre te envuelvan todo lo bueno de aquellos a los que amas.
Saludos

puri.menaya dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
puri.menaya dijo...

Gracias Rocío, eso espero.

puri.menaya dijo...

Perdón, Gracias Rosa... No sé en qué estaba pensando...

Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)


1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.

2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.

3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.

4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.

5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.

6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.

7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.

8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.

9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.

10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.


Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.