Todas las noches, lo veía pasar
apurado desde mi oscura posición en la acera. Casi la misma hora regresaba de
su trabajo y marchaba rumbo al hogar unipersonal que ostentaba en el tercer
piso del moderno edificio. Dado el avance de mi información sobre el apuesto
joven que me atraía desmesuradamente, ya era hora del contacto. Lo decidí de
inmediato. Esa noche, noche de invierno, reinventada como tantas otras, en el
cauce de una brisa nocturna helada, lo percibí llegar. Estaría a unos cien
metros de mi escondrijo cuando el aletear de su bufanda gris me provocó la
excitación acostumbrada. El encuentro fue triunfal, casi soñado. Nuestros
cuerpos fueron uno, el deseo abrasó la carne, la díada de nuestras almas fluyó
sin sorpresa. Propio de mi naturaleza, el largo abrazo y la fuerza de mis
besos, terminaron por vencerlo. La vida, fugaz, se escabulló por ese río
bermellón que brotaba de su cuello fuerte y robusto.
Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.
¡Gracias Daniel!
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)
1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.
2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.
3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.
4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.
5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.
6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.
7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.
8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.
9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.
10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.
Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.
8 comentarios:
Excelente vampirazo Zuni.
Con magnífico cambio Jamaiquino al final.
Bravo por ésta pieza.
Muy buen relato.
Besos
Cinematrogáfica la soledad.
¡¡¡Gracias Carlos!!!!
Gracias Vero!!!! Un gusto saber de ti
Gracias Anuar!!!! coincido.
Me ha gustado pasar por aquí.
Volveré pronto con ansias de leer.
Saludos desde el telón de la luna.
Gracias por pasarte Danilita. Un consejo: ¡Vuelve!
Publicar un comentario