Daniel Galantz es un fantástico humorista gráfico que los que siguen este blog ya conocerán. Para los que no lo conozcan recomiendo que visitéis su blog GALANTZ.

Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.

¡Gracias Daniel!

miércoles, 6 de junio de 2012

SUEÑO





En mi última ofensiva para seducirla, le cuento que sueño con ella.

Que en mi sueño su matrimonio ha dejado de ser un escollo, porque ya nada nos importa. Que estamos desnudos, tumbados en mi alfombra de Aubusson que acoge su cuerpo con lascivia. Que nos ilumina el fuego de la chimenea y sólo pienso en aprovechar mi lengua para robarle el rocío de sudor que cubre su palidez urbana.

No me miras, le susurro, me envuelves con la mirada y –casi sin querer- me atrevo a sumar promesas a mi historia, más saturada de decepciones que de esperanzas. Esos ojos del color del agua turbia que siempre han conseguido entorpecer mi pensamiento me hacen creer que he dejado de contemplar mi vida para comenzar a vivirla.

A pesar del humo que nos devuelve la envidia de la chimenea atascada, no hueles a leña sino a fango de olivas negras y quiero acercar mis labios al pliegue de tu ingle, le confieso.

¿Y somos felices?, pregunta, curiosa, y me quedo mirando sus palabras como si fueran el bocadillo de un comic.

No respondo, porque no sé si aún estoy soñando. 

oOo


17 comentarios:

Paloma Hidalgo dijo...

La cara y la cruz de la misma moneda Pedro, muy logradas las imágenes y estupendo final.
Un abrazo

Humberto Dib dijo...

Muy bueno texto, Pedro...
Me pregunto por qué ha perdido vigencia este espacio, antes solían visitarlo más amigos. Es retórico, no importa.
Un abrazo.
HD

Nicolás Jarque dijo...

Pedro, tu relato esconde un amor prohibido que no se s es correspondido por ambas partes. Suele ocurrir que la parte comprometida, juegue con la situación de forma distinta que la libre. Me ha gustado como has situado a ambos personajes, y ese dialogo interior del protagonista.

Es un placer leerte en este estreno en esta página que hoy se engrandece aún más con tus letras.

Un abrazo bien fuerte.

Bee Borjas dijo...

Qué gusto es leerte, Pedro! Se extraña tu narrativa tan personal. Porque lo que me gusta es que tu estilo emerge poderoso y regala textos como este.
Muy bueno! Un abrazo, mi amigo!

Anónimo dijo...

Insisto en que me gusta la palidez urbana, y esas palabras visibles del final.

Javier Ximens dijo...

Pedro, me gusta un poco más que el original, al haber eliminado alguna frase que no entendía. Sigo sin ver/oler el fango de olivas negras. Me acerco un poco más, pero no llego. Desde luego el tono del relato está muy conseguido.

Unknown dijo...

Brillante!!!! sobran el resto de las palabras.

Yashira dijo...

Qué forma tan pintoresca de seducirla, porque no se si me sentiría halagada si alguien me dice que huelo a fango de olivas negras... Me encanta cómo se enfrente él a la situación, no termino de ver cómo la enfrenta ella, pero claro al estar casada, seguro de diferente manera.

Un saludo Pedro,

Unknown dijo...

Resulta excelente tanto como sueño o realidad. Bravo.

Elysa dijo...

Lo recuerdo, ¡como no! y creo, no estoy segura que has eliminado algo. Pero es igual, me sigue gustando y encuentro que creas una atmósfera muy sensual que envuelve al lector y al terminar siente como si emergiera de un sueño.

Me alegra verte por aquí.

Besitos

Anita Dinamita dijo...

Bueno, Pedro, qué maravilla. Yo también quiero soñar así. Y el final... estupendo.
Qué envidia!
Abrazos

Andrea Vinci dijo...

Bonito micro, me recuerda a un par míos que van de "sueños".
Un saludo desde México DF

Juan Esteban Bassagaisteguy dijo...

Mucha belleza en tus letras.
Me gustó.
Saludos.

Carlos Veloso dijo...

Pedro... me reconozco en tu micro....y de que forma....pero la seduccion por sueños es larga, dolorosa y, a veces, infructuosa...pero sabes...vale la pena intentarlo.. y no una sino la veces que sueñes.

un abrazo de un soñador.

Miguel Ángel Pegarz dijo...

Manejando así las palabras, cae fijo.

Rosa dijo...

Un final perfecto Pedro.

Besos desde el aire

Marta Bazzarelli dijo...

Qué buena alquimia entre sueño y realidad, sin definir el límite de cada uno...... Los amores frágiles o efímeros, los condenados, son los que nos impulsan a estos espacios de cinco dimensiones logradas en las mezclas y yuxtaposiciones.... Más allá, me gustó, me conmovió, me hizo viajar.......qué más puede pretender un texto???
Me encanta el blog...

Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)


1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.

2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.

3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.

4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.

5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.

6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.

7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.

8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.

9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.

10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.


Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.