Daniel Galantz es un fantástico humorista gráfico que los que siguen este blog ya conocerán. Para los que no lo conozcan recomiendo que visitéis su blog GALANTZ.

Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.

¡Gracias Daniel!

martes, 26 de junio de 2012

Consanguinidad



Con sus poderosas manos sobre el pecho, mi abuelo, Don Petronilo Gárate, parecía un rey en su catafalco, vestido con su uniforme de coronel y luciendo sus numerosas condecoraciones. El velatorio fue el más multitudinario de la historia de la comarca. Cuando faltaba poco para la misa funeral,  vecinos, autoridades y plañideras se fueron alejando despacio hacia la iglesia. Entonces, la abuela, con un brío que no le conocíamos, se acercó al ataúd para despedirse con un largo beso del que fue el único amor de su vida. Mamá ahogó un grito. La viuda sufrió un pasmo.


Publicado en la I Antología de Microrrelatos Triple C

12 comentarios:

Andrea Vinci dijo...

Excelente y sorpresivo final. Bien escrito. Te felicito.

Petra Acero dijo...

Mar, me ha gustado leerlo, y aunque parezca una perogrullada es importante señalarlo. Tiene una prosa esmerada, elegida, cuidada (y eso se nota), cuenta una escena cotidiana dentro de lo inusual de la reacción final por parte de una de las asistentes, descolocando al lector, que se aleja satisfecho de la lectura del micro, con una sonrisa en los labios y en la razón...

Un beso.

Yashira dijo...

Qué descripción tan ilustrativa haces de todo, parece que lo esté viendo al viejo coronel con sus condecoraciones tumbado en el ataud. Lo describes con tal claridad todo que parece que se esté viviendo en lugar de leyendo. Felicitaciones Mar.

Besos,

Nicolás Jarque dijo...

Mar, excelente la resolución de este micro que nos engaña hasta el último momento. Y es que hay amores que matan y los que quedan vivos pueden sucumbir.

Un abrazo.

Patricia Nasello dijo...

jajajaja, gran giro final, Mar!!!Pocas palabras, las justas y precisas para describir una situación solemne que deja de serlo para llegar a la tristeza que a su vez se aleja para dar paso a la sorpresa y el humor. Cuántas palabras te ha llevado hacer esta magia? Digamos 100? Bien, has escrito una novela de 100 palabras

Beso admirado

Unknown dijo...

Retrato de cuan divertido puede resultarnos la visita a un velatorio.

Miguelángel Flores dijo...

Qué gran historia, Mar. Además creas un ambiente que recuerda a los grandes latinoamircanos.
Genial. Un abrazo.

MJ dijo...

¡Qué buena eres describiendo escenas ! Las vistes de realismo y nos invitas a vivirlas.
Te admiro. Lo sabes.

Un beso, Mar.

Miguel Ángel Pegarz dijo...

Lo que daría que hablar... Estupendo, y hasta me has hecho ir al diccionario.

Deli Ruiz dijo...

Excelente: breve, tres veces bueno!!!

Mar Horno dijo...

MUCHAS GRACIAS AMIGOS POR VUESTROS COMENTARIOS. NO PUEDO CONTESTAR COMO QUISIERA PERO NO SABÉIS COMO OS AGRADEZCO VUESTRAS PALABRAS PARA MIS HUMILDES LETRAS. UN ABRAZO PARA TODOS.

Juan Esteban Bassagaisteguy dijo...

Me encantó.
¡Qué buen final!
Saludos.

Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)


1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.

2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.

3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.

4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.

5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.

6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.

7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.

8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.

9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.

10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.


Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.